La inseguridad y la delincuencia

La semana pasada en Ciudad Juárez nos fue presentado un estudio para resolver el grave problema de la inseguridad que tiene secuestrada a esta ciudad desde hace ya algunos años, por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).

La violencia en Ciudad Juárez es un proceso complejo que no se reduce a las mujeres desaparecidas o los restos de éstas que se han encontrado, ni tampoco a las ejecuciones ligadas al narcotráfico. Según el IMIP (Instituto Municipal de Investigación y Planeación) los delitos más frecuentes en Ciudad Juárez son el robo, que tuvo 1,127 incidencias; las lesiones, con 532 casos, y homicidios, 32 para el año 2000, concluyendo el IMIP que la violencia se puede convertir en un mecanismo de solución de conflictos.

Por otro lado según la encuesta nacional de inseguridad, realizada por el ICESI (Instituto Ciudadano de Estudios Sobre Inseguridad) en el estado de Chihuahua, se registraron durante el año 2000 4,979 delitos por cada 100,000 habitantes, lo que ubica a nuestro estado en el cuarto lugar nacional de incidencia delictiva.

La encuesta nacional del 2003, para el año 2002 registra que el 45% de los chihuahuenses dicen sentirse inseguros aun en sus hogares; por supuesto que Juárez suma la mayor parte de este estudio.

El estado, y particularmente Ciudad Juárez, ha sido secuestrado por los delincuentes; existe el consenso de que la delincuencia y la inseguridad siguen creciendo. En los medios de comunicación Juárez aparece como una ciudad violenta.

Sin embargo no todo está perdido, ya que las ciudades tienen capacidad de auto-recuperación, porque la delincuencia afecta a todos los ciudadanos, así lo manifestó también el conocido conferencista y empresario Carlos Flores, quien dijo en entrevista en la ciudad de Chihuahua que muchas inversiones ya no llegan al estado porque éste es considerado muy inseguro, así que las empresas deciden irse a otros estados o países. "Chihuahua tiene muchas ventajas: muchos kilómetros de frontera con los Estados Unidos, tiene personal calificado, mucha gente bilingüe, que además de hablar el mismo idioma se entiende en cuestión de negocios, la única desventaja es no tener un puerto marítimo, que no lo es tanto, pero sobre todo que a últimas fechas, por el caso de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, tiene una imagen negativa, por lo menos ante los inversionistas americanos", dijo el señor Flores.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos acepta la existencia de 250 asesinatos de mujeres y 120 desaparecidas, mientras que las organizaciones civiles de defensoría hablan de 312 asesinatos y 450 desaparecidas.

Las razones pueden ser muchas, según las encuestas falta de seguridad policiaca, la corrupción y la impunidad en que han quedado estos casos, algunas zonas de la ciudad que son consideradas como de alto riesgo, rutas de transporte mal planificadas, los medios de comunicación que inflan la nota roja, la muy alta inmigración que tiene la ciudad, la desigualdad social, los conflictos entre subculturas, el crecimiento urbano y en fin, que son muchas las percepciones que se tienen sobre las causas.

Lo que es inaceptable, dice el estudio presentado en Ciudad Juárez por la UACJ, y yo estoy de acuerdo con ello, es que los gobiernos (municipal, estatal y federal) deleguen y quieran hacer aparecer como culpable a otra instancia de Gobierno, como inaceptable es que no se hayan podido poner de acuerdo los tres niveles de Gobierno para resolver tan grave problema.

Así como es inaceptable que las organizaciones civiles agoten su actividad en la denuncia, también es inaceptable que los medios de comunicación le sigan echando leña a la hoguera, en lugar de ponderar los avances que se puedan ir teniendo La capacidad de autogestión de la sociedad juarense puede constituir una posibilidad para reducir la inseguridad y la delincuencia.

La articulación de la preocupación institucional y las organizaciones civiles pueden crear un espacio de intervención orientado a salvaguardar la seguridad de los ciudadanos. Una ciudad que se preocupa públicamente por sí misma puede superar sus problemas mediante una estrategia de reconstrucción de vida pública basada en respeto a las leyes y de los otros.

El incremento de la violencia urbana es una herencia negativa que no merecen las nuevas generaciones. Los sentimientos ciudadanos pueden institucionalizarse bajo un principio de corresponsabilidad pública.

La participación ciudadana puede contribuir a la solución del problema, mediante la intervención de programas de protección institucional, autoprotección civil y campañas públicas de sensibilización.

Se requiere una reconciliación de los actores sociales y políticos para garantizar la continuidad de programas antidelictivos e investigaciones especiales más allá de los procesos electorales y los conflictos gubernamentales, civiles y partidarios.

Ningún tipo de Gobierno puede resolver el problema por sí mismo. La demanda de la intervención interinstitucional para solucionar la violencia es una demanda global.

La propuesta de la prevención de la inseguridad y la violencia, con la intervención de toda la sociedad y todos los niveles de Gobierno, es la expresión de una sociedad rota que pretende reconstruirse.