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Privatización o apertura

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 28 de Octubre de 2003 Página 5 Sección F

"No debemos de tener miedo a la apertura, no podemos confundir la apertura con privatización", así se expresó el presidente nacional del PRI después de una de tantas reuniones que han tenido los legisladores de ese partido con el secretario de Energía. Felipe Calderón Hinojosa, con el de Hacienda y con algunos otros funcionarios federales.

Solamente algunos senadores cabeza dura como Manuel Bartlett Díaz, Roque Villanueva, Roberto Campa Cibrían, entre otros, le siguen apostando al fracaso de México y con ello al fracaso de los mexicanos. Seguramente que no les importa el bienestar de los demás, con tal de poder llegar al 2006 como los redentores y querer reconquistar el poder con el que todavía siguen soñando, no importa que el país se vaya por el barranco, si con ello piensan que tienen la posibilidad de regresar a la Presidencia de la República.

Finalmente se dan cuenta de que nunca propuso Acción Nacional privatizar la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. Lo que siempre se ha estado proponiendo es que se abra la puerta a nuevas inversiones para producir energía eléctrica y que estas nuevas inversiones tengan la seguridad de que nadie los va a molestar con su inversión, como de hecho ya está sucediendo en algunas partes del país. Como a unos cuantos kilómetros al sur de la ciudad de Chihuahua, donde ya está funcionando una nueva planta eléctrica que es inversión de una compañía coreana, ellos producen electricidad que le venden a la CFE, que es la única autorizada para distribuir y comercializar la energía eléctrica.

Nuestro país requiere de grandes inversiones para poder modernizar y actualizar su capacidad instalada de generar electricidad, para poder estar a un nivel competitivo mundial, ya que si no contamos con energía de buena calidad y a un precio competitivo, menos podemos competir con productos del mundo donde sí tienen energía de calidad, con buen precio y sin peligro de quedarse en desabasto de la misma.

El país cayó en tal descuido por los últimos gobiernos revolucionarios, al grado de que se tienen plantas termoeléctricas que nos han querido comprar los alemanes, pero para llevárselas a un museo en su país, ya que algunas de ellas tienen más de 100 años y todavía están en operación. De tal manera que si México quiere mantenerse al día y no ponerse en peligro de tener faltantes de energía eléctrica, se requiere de inversiones del orden de los 56 mil millones de pesos por año, hasta el 2011 y deberíamos haber empezado el año pasado que se propuso la reforma a la energía eléctrica, esto nos lleva a la cantidad de 563 mil millones de pesos de inversión en este sector solamente en diez años, lo que representa el 1% del producto interno bruto del país, recursos que no tiene ni la Comisión Federal de Electricidad, ni la Compañía de Luz Fuerza del Centro.

¿Si no pueden la CFE y la CLFC hacer estas inversiones, entonces de dónde pueden salir? Algunos opinan que deben salir del presupuesto del gobierno federal, pero ¿alguien nos podría decir a qué sector le vamos a quitar ese dinero?, ¿al sector Salud? ¿a la educación? ¿a la construcción de carreteras o de presas?.

En la reforma eléctrica el gobierno panista de Vicente Fox se podría haber hecho el disimulado y dejar que las cosas pasaran, al fin y al cabo que así las encontramos después de 70 años de gobiernos que no se preocuparon por tener una visión de más largo alcance, y así como comentábamos la semana pasada con la reforma fiscal, nadarla "de muertito" y dejar que quienes vengan atrás paguen el costo político de tener que componer las cosas que otros no compusieron en su momento, al fin y al cabo que todavía pueden pasar tres o cuatro años más sin que el problema reviente.

Nunca se ha pretendido privatizar la CFE, lo que siempre se ha buscado, y de hecho desde el gobierno de Ernesto Zedillo se intentó sacar adelante, pero en cuanto vio que podía representar un costo político, mejor desistió y no lo volvió a intentar. Lo que se busca es: Primero, garantizar el abasto de energía eléctrica para las próximas décadas.

Segundo, que la CFE y la CLFC se modernicen con sus propios recursos, sin tener que recurrir a subsidios del gobierno federal, que como ya vimos, tendrían que ser con el recorte a algún otro sector.

Tercero, producir energía eléctrica con la más alta tecnología, que nos lleve a tarifas más baratas en el mediano y largo plazo, con un sistema de subsidios que sea totalmente transparente.

Cuarto, modificar el marco jurídico para que las inversiones del sector público se puedan completar con las del sector privado nacional o extranjero, ya que como se encuentra actualmente el texto constitucional, hasta el dínamo de una bicicleta para producir la energía de sus luces delantera y trasera o la que produce el automóvil para tener luz durante la noche ¡son ilegales!, porque el único que puede producir energía eléctrica es el gobierno federal.

México no puede seguir esperando la reforma eléctrica, mientras el mundo sigue avanzando y nosotros permanecemos en la época de la revolución por paradigmas.