Un dedo disfrazado

Durante décadas el PRI usó sin disimulo o recato alguno el sistema del dedazo, que es reconocido por sus propios militantes y dirigentes como el sistema que imperó desde la Presidencia de la República hasta el más humilde de los regidores del más pequeño de los municipios.

Así el Presidente de la República designaba a su sucesor y a los candidatos a gobernadores de cada uno de los estados. Y éstos a su vez designaban a los candidatos a presidentes municipales y a diputados locales. Era un sistema que se acataba y se obedecía sin hacer gesto alguno. Sin embargo, ya no tienen ahora al Presidente de la República, que era el que les tomaba las decisiones, de tal manera que esto se ha ido transformando en cacicazgos locales en cada uno de los estados donde sí tienen gobernador de ese partido, es éste el que toma las decisiones y a falta de éste entonces es el presidente estatal del mismo o el alcalde de la población más importante quien asume ese liderazgo en lo que ahora es un dedazo disfrazado.

Estas viejas y desgastadas prácticas han obligado al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a tomar decisiones como la que acaban de tomar en el estado de Colima, donde tuvieron que anular la elección a gobernador ante las descaradas intromisiones del gobernador, más bien cacique, Fernando Moreno Peña. Gobernador que llega con dificultades al poder en 1997 cuando gana con el 43% de los votos y al candidato del PAN se le reconoce el 39% de los votos después de varias denuncias por acciones fraudulentas que interpuso el candidato de Acción Nacional, Enrique Michel, mismo candidato que hoy logró hacer que el Tribunal Federal Electoral anulara las elecciones a gobernador y se tuviera que nombrar un interino mientras se convoca a elecciones y en dos meses tome posesión el gobernador legalmente electo.

Fernando Moreno Peña impuso a su sucesor en una "elección interna" que resultó un fiasco y logró eliminar a Socorro Díaz, que por segunda ocasión participaba en la "interna" y quien, decepcionada, se va como candidata del PRD.

Sin embargo, Moreno Peña decide hacer campaña como si él fuera el candidato, en casi la mitad de los días de campaña, 41 de 110, habló a favor de su candidato y en contra de los otros candidatos, Enrique Michel (PAN) que había sido su opositor en el '97 y de Socorro Díaz, a quien había eliminado en la interna, infringiendo claramente el artículo 59 de la Constitución de aquel estado que señala claramente que el gobernador no puede interferir en los comicios, so pena de nulidad de los mismos. El gobernador Moreno Peña continuó haciendo propaganda de sus obras hasta el día de la jornada electoral, no obstante que la Constitución se lo prohibe 25 días antes. Participó en el mitin de cierre de campaña de su candidato Vázquez Montes, alegando que durante el mitin no formuló declaración alguna, como si su sola presencia no fuera suficiente.

A partir del día primero de noviembre, Moreno Peña ha dejado de ser gobernador de Colima y ya anunció que se convertirá en el coordinador del candidato Vázquez Montes, quien va de nuevo al igual que Enrique Michel, que será su tercera ocasión. Ahora tenemos que ver si Socorro Díaz y el PRD se suman a la candidatura del PAN con Enrique Michel, ya que la suma de estos dos partidos le ganó al PRI en votos y aunque es cierto que una elección extraordinaria no reproduce con fidelidad las mismas condiciones que la anulada, también es cierto que la unidad potencializa las posibilidades de triunfo para poder acabar con el cacicazgo de Moreno Peña que quiere seguir siendo gobernador a través de Vázquez Montes por otros seis años más.

Hoy vemos que en Chihuahua se repiten más o menos las mismas escenas que en Colima, y así vemos cómo el Gobernador ha dado ya la línea muy clara de que el candidato debe ser Reyes Baeza, y sin lugar a dudas que éste será por un amplio margen sobre Víctor Anchondo, quien era el gallo del Gobernador hasta hace unos meses y ahora ha dejado de serlo, por razones desconocidas, pero que finalmente será su compadre y amigo quien sea el candidato, en lugar de su fiel compañero de viaje. ¿Sucederá con Anchondo lo mismo que con Socorro Díaz en Colima?

El dedo disfrazado sigue rondando por el país, tratando de impedir que la democracia acabe de llegar a México.