La semana pasada tuvimos muchos acontecimientos que pudiéramos comentar, como fueron la instalación en la ciudad de México, en la residencia oficial de Los Pinos, del Consejo Directivo de la Primera Convención Nacional Hacendaria, en la cual un servidor forma parte de los 19 consejeros con la honrosa representación de todos los diputados locales del PAN del país; así como los lamentables acontecimientos en Ciudad Juárez, donde el alcalde Jesús Alfredo Delgado pide licencia para separarse del cargo temporalmente, licencia que le es concedida y más duraron los regidores en dársela que él en cancelarla por no estar de acuerdo en quien eligen como su suplente, dejando a toda la ciudadanía del estado con la boca abierta ante esa conducta. Ambos acontecimientos merecen comentario aparte, pero hoy veremos cómo los diputados del PRI se las gastan en el Congreso del Estado actuando con una conducta por demás en contra de los chihuahuenses, sólo por tratarse de una iniciativa del PAN.
Desde hace más de un año que el diputado Abelardo Valenzuela Holguín presentó una iniciativa para incorporar la figura de la reincidencia, es decir que cuando un delincuente tenga el carácter de reincidente se tome en cuenta ese elemento para la individualización de la pena, así como para el otorgamiento o no de los beneficios o sustitutos penales que la ley establece y en el caso de que el reincidente fuera por segunda ocasión en un delito considerado grave, la sanción que corresponda por el nuevo delito fuera la más drástica.
¿Qué es lo que buscábamos los diputados del PAN a través de esa iniciativa? Si nos vamos a revisar los libros de entradas a las cárceles municipales en cualquier ciudad del estado, encontraremos nombres que se repiten muchas veces, sin que las autoridades puedan hacer algo para frenarlos. Sucede que los pequeños infractores, que después se convierten en los grandes delincuentes, los que roban los 8 ó 10 mil pesos, si acaso la policía municipal logra detenerlos, como es considerado un robo menor por el monto de lo robado, resulta que el juez de barandilla le pone una fianza de alrededor de 500 pesos y lo deja libre. Por supuesto que este pequeño criminal sale encantado de la vida, porque de los 8 ó 10 mil que robó ¡ya le quedó cambio hasta para pagar la fianza! Y puede salir a seguir robando, siempre y cuando no sean cantidades mayores, resultando a la postre un muy buen negocio.
Muchos de estos casos no son ni tan siquiera denunciados ante la autoridad correspondiente, porque la población no tiene confianza en que sus autoridades van a hacer algo para detener a estos delincuentes y si los logran detener, en menos de 72 horas ya son dejados en libertad mediante una módica fianza y que no se enteren de que alguno de los que robaron se atrevió a denunciarlos, porque pueden tomar venganza y dedicarse a robarlos lo más seguido posible "para que se le quite, al cabo que yo vuelvo a salir rápidamente" y en algunos casos regresan con sus víctimas de robo, pero para quitarles la vida como sucedió lamentablemente en Ciudad Juárez con la mamá del ex diputado federal Gregorio Meza, que había sido asaltada y porque se atrevió a denunciar el robo, en cuanto salió de la cárcel el asaltante fue y mató a la señora en su humilde negocio de abarrotes de la esquina que normalmente hay en todas las colonias de las ciudades de nuestro estado.
Los legisladores del PRI rechazaron la propuesta panista por considerar que violaba el artículo 23 de la Constitución federal, que establece que nadie puede ser juzgado por el mismo delito dos veces, sin embargo se le adicionó una fracción al artículo 60 del Código Penal estatal recomendando la imposición de las máximas penas permitidas en la ley cuando se tratara de reos que ya hubieran sido sentenciados penalmente, es decir que sólo en aquellos casos en que el detenido ya hubiera recibido sentencia penal anterior por otro delito, ya que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, con lo cual los diputados del PAN estuvimos de acuerdo, pero esta reforma se quedó "coja", porque no era lo que se buscaba, sino lo que ya se mencionó en los párrafos anteriores.
Los argumentos de los diputados del PRI fueron en el sentido que esta figura existía en las legislaciones anteriores, pero que había desaparecido hace 16 años en que se abrogó del Código de Defensa Social y con la creación de un nuevo Código Penal desapareció esa figura de la reincidencia, sin embargo hoy en día reciben el mismo tratamiento los primo delincuentes que los que cometen ese delito menor repetidamente.
Mientras los diputados del PRI sigan viendo con ojos partidistas el origen de las iniciativas y desechen aquellas que son buenas para la ciudadanía, pero que no les conviene políticamente, y aprobando aquellas que les mandan desde el primer piso de Palacio de Gobierno, aunque sean anticonstitucionales, la impartición de la justicia no va a mejorar.