Un mal comienzo

Después de muchos días y largas horas de trabajo muy intenso al interior de la Junta de Coordinación Parlamentaria, se abortó el trabajo que se había venido haciendo por los cuatro coordinadores parlamentarios (PAN, PRI, PRD y PT) y el presidente del Congreso del estado (PRI), para designar los consejeros del Instituto Estatal Electoral (6) y el Consejero Presidente del mismo.

El primer acuerdo que se tomó y que fue respetado por todos, que únicamente fuéramos los coordinadores y el presidente los que estuvieran presentes en ese trabajo, tal y como lo establece la ley orgánica, los demás diputados y asesores se mantendrían fuera de estas reuniones. Sin embargo en las últimas horas (martes pasado en la noche) se metió a la reunión de la Junta de Coordinación Parlamentaria el diputado Víctor Valencia de los Santos, quien no es miembro de la misma y violentando el acuerdo que se había tomado y respetado por días. Valencia es públicamente conocido como parte importante del equipo de precampaña de José Reyes Baeza y también es conocido por su conducta siempre agresiva y nada prepositiva, ¿llevaba la instrucción del candidato Baeza de reventar los acuerdos?.

La noche anterior (lunes) se había llegado al consenso de los seis consejeros propietarios, estando de acuerdo por unanimidad los cinco miembros de la Junta de Coordinación Parlamentaria, pidiendo los miembros del PRI un receso a las 8:30 de la noche, prometiendo regresar una hora después (seguramente para personalmente recibir la aprobación del inquilino del primer piso de Palacio de Gobierno y/o del aspirante a inquilino de la misma oficina oriundo de Ciudad Delicias. Aunque todo el día había habido decenas de llamadas para poder ir construyendo el consenso), sin embargo a las 11:40 de la noche nos retiramos los coordinadores del PAN, PRD y PT, sin que los diputados del PRI regresaran, citándonos telefónicamente para el día siguiente martes a las 8:30 de la mañana.

Sin embargo, la Junta no pudo comenzar hasta cerca de las 10 de la mañana en virtud de que el presidente, Guillermo Márquez Lizalde, no dejaba de entrar y salir para acabar de recibir línea, sin que la reunión pudiera empezar por la ausencia del presidente. En ese momento nos entregan la orden del día, en la cual vemos que ya viene la elección de los consejeros del Instituto Estatal Electoral y como ya estaba consensado los seis consejeros, estando pendiente únicamente el presidente, pensamos que esto se podía resolver en unas cuantas horas, decretando un breve receso de la sesión del pleno o en su caso se podía posponer la elección para el jueves o se podía citar a una sesión extraordinaria para viernes, sábado o inclusive el domingo si fuese necesario.

La reunión al inicio del receso fue breve, se pusieron en la mesa algunos posibles nombres para presidente, todos de reconocida tendencia priísta, y de nueva cuenta los dos diputados del PRI pidieron un espacio para consultas y que nos reuniríamos a las 4:30 de la tarde para reunir al pleno a las 5 p.m., sin embargo la junta reanudó a las 6, posesionándose los del PRI en una persona que finalmente los demás coordinadores estuvimos de acuerdo, es el momento en que el diputado Rubén Aguilar, del PT. Decide empezar a hacer cambios, con la clara intención de destruir todos los acuerdos que ya estaban finalmente tomados, todo esto con la complacencia de los diputados del PRI, lo cual nos indicaba con toda claridad que lo habían puesto "en línea" para que todo se cayera y poder poner a los que ellos quisieran o más bien a los que les habían ordenado desde el primer piso de Palacio de Gobierno o desde Ciudad Delicias. Ya para estas horas el mensajero de los diputados del PRI y quien se había adueñado de la Junta de Coordinación Parlamentaria era el diputado Víctor Valencia, quien no había participado en nada de las negociaciones anteriores y sin representación formal de fuerza parlamentaria alguna, a no ser que estuviera indebidamente con la representación del candidato Reyes Baeza.

Finalmente impusieron al Lic. Julio César Santacruz Favela como presidente, quien no estaba ni tan siquiera en la mesa de las discusiones porque ya había sido descalificado desde días anteriores por sus malos antecedentes como secretario del Tribunal Estatal Electoral y había sido el artífice de las dos anulaciones de la elección ordinaria y de la extraordinaria de Ciudad Juárez, esta segunda que les valió casi un regaño del Tribunal Federal Electoral por la forma tan burda en que lo hicieron. ¿Será el reconocimiento a su trabajo sucio en dichas anulaciones?.

Los demás consejeros fueron cambiados y dejando casi en su totalidad a gente que no tiene ningún reconocimiento académico, profesional, social, empresarial o de cualquier índole, lo que causa una gran preocupación, que un órgano tan importante ya que tiene en sus manos planear, organizar, desarrollar hasta entregar la constancia de mayoría a los ganadores de las elecciones, sean gente con nada de reconocimiento para ocupar tan alto cargo y lo poco que se les conoce a algunos de ellos no es nada recomendable para ocupar este puesto.

Un mal comienzo para un proceso electoral tan importante para el estado de Chihuahua, en el que se renovarán todas las presidencias municipales, el Congreso del Estado y la gubernatura.