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Año nuevo, buenas nuevas

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 13 de Enero de 2004 Página 5 Sección F

Cerramos el año pasado con una colaboración que parecía pesimista, con presagios de tormenta en la Universidad Autónoma de Chihuahua, con el sector empresarial y en general en el país con un grupo de diputados priístas muy cabezas duras a quienes no les importa México sino únicamente su grupo o, en el mejor de los casos, su partido.

Sin embargo, parece que el año está empezando bien y que las cosas se pueden recomponer. Como primera buena nueva, tenemos la elección del candidato del PAN a gobernador, el próximo domingo 18 de enero en curso, que por primera vez en la historia de ese partido es abierta a toda la ciudadanía. Durante 60 años los candidatos panistas fueron electos democráticamente, pero eran elecciones que podían hacer únicamente los miembros activos de ese instituto político, es decir que era una democracia hacia adentro, muy válida, pero que dejaba a muchos ciudadanos con las ganas de participar en la elección de su candidato a gobernador.

Este proceso, que para el PAN es inédito y único en el país, ya que se autorizó sólo para la elección de candidato a gobernador en el estado de Chihuahua, no obstante que hay otras diez entidades federativas que tienen elecciones este año, viene a ser de nueva cuenta un laboratorio en la incipiente democracia que tenemos en México, en la que nuestro estado ha sido punta de lanza para muchas acciones que después se convierten en costumbre en todo el país.

Ya están confirmados muchos presidentes panistas estatales del país que estarán presentes el próximo domingo 18 en nuestro estado a fin de ver de cerca el inédito proceso del PAN para elegir su candidato a gobernador, y por supuesto que algunas autoridades centrales del PAN estarán vigilando que ese proceso sea llevado a cabo con toda transparencia y sobre todo cuente con el respaldo de la ciudadanía.

¿En qué consiste el éxito de esta elección abierta del PAN? Desde mi punto de vista el éxito está, en primer lugar, en la ciudadanía que acuda a votar y a expresar su preferencia entre el senador Javier Corral Jurado y el licenciado Jesús Alfredo Delgado, alcalde de Juárez con licencia. Se requiere que un buen número de chihuahuenses acuda a manifestar su preferencia: tan sencillo como acudir con su credencial de elector al centro de recepción de votos que corresponda a cada uno, donde no se les preguntará su afiliación partidista, pues pueden pertenecer a cualquier partido, o a ninguno, pero sí que deseen participar en la elección del candidato del PAN a gobernador. En segundo lugar, el resultado depende de que ningún partido político -como el PRI- vaya a tener la feliz ocurrencia de querer intervenir para sacar, como dice el programa de televisión, al "rival más débil".

La decisión está en los chihuahuenses que deseen acudir a votar el próximo domingo 18 de enero y a empezar esta lucha democrática para echar fuera del Palacio de Gobierno a Patricio Martínez, gobernador por quien votaron algunos simpatizantes panistas, pensando que nos podía ir mejor, quienes hoy se encuentran muy arrepentidos, al igual que muchos priístas.

La otra buena nueva del año es el hecho de que se haya desarticulado el conflicto universitario creado por Patricio Martínez al nombrar un nuevo director del Hospital Central, violando con ello los decretos números 193 de 1960, 359 de 1964 y 267 de 1987 del H. Congreso del Estado, en los cuales se decretaba con toda claridad que el director del Hospital Central sería quien fuera electo director de la Facultad de Medicina de la UACh, procedimiento que funcionó excelentemente durante más de 40 años, como lo mencionamos en nuestra última colaboración del año pasado.

Así como escribimos contra cualquier decisión gubernamental que nos parece un atropello a la ciudadanía, debo reconocer que en esta ocasión privó la prudencia y la cordura de las autoridades estatales encabezadas por José Luis García Mayagoitia, las cuales finalmente aceptaron que sea mediante la propuesta que haga la Facultad de Medicina de la UACh de una terna de candidatos a director del hospital, y que el Gobierno del Estado, a través del director de Fomento Social, sea el que decida. Lo que sí es criticable, es que hayan pasado por encima de acuerdos del H. Congreso del Estado y se haya destituido a un director que estaba haciendo muy buen papel.

Pero como dice el dicho: "de los males, el menos", y además, viendo la muy poca solidaridad del rector de la Universidad con la misma, me parece que Patricio Martínez logró el objetivo de echar fuera al Dr. Arturo Vázquez Reta, pero finalmente tuvo que respetar la autonomía universitaria y de alguna manera el decreto del Congreso, en el que se establece que sea la Facultad de Medicina la que ponga el director del hospital.

En cuanto a la decisión de nombrar al Dr. Víctor Gómez Moreno director del hospital, me parece que es bastante acertada, ya que es un médico muy humano, muy sencillo, persona muy preocupada por la salud desde hace muchos años, y me parece que va a hacer un muy buen papel al frente del hospital. Además, tiene a su esposa, la doctora Martha Céspedes de Gómez, y ambos han demostrado a lo largo de muchos años que son gente totalmente dedicada a la salud, por lo que se gana no sólo un director, sino toda una familia, de tal manera que son una garantía que se tendrá gente de un primerísimo nivel al frente del multicitado hospital.

Finalmente, tendremos buenas noticias si pronto se da marcha atrás al decreto del Congreso del Estado votado por la mayoría priísta, que ataría las decisiones de la Fundación del Empresariado Chihuahuense, que tanto ha ayudado a la gente más marginada, y si la próxima Convención Hacendaria que empieza el 5 de febrero también resulta todo un éxito.