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¿Fracasará la CNH?

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 10 de Febrero de 2004 Página 5 Sección F

Muchos periodistas y medios de comunicación han insinuado o dicho directamente, que la primera Convención Nacional Hacendaria va a fracasar porque está condenada a morir, porque así como el agua y el aceite no se juntan, es lo mismo para esa Convención Hacendaria, porque es imposible que los del PRI, los del PAN, los del PRD, etc., se pongan de acuerdo en cómo hacer para que este país camine mejor.

Los pasados 5 y 6 de febrero se puso en marcha ese histórico evento, en Juriquilla, Querétaro, que se llevará a cabo en los próximos seis meses mediante siete mesas de trabajo, que estarán sesionando durante casi todas las semanas, desde ahora hasta finales de julio.

Bien lo expresó el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía (PRD), diciendo que "se debe tener generosidad para participar en esta Convención, que no se debe acudir con agendas ocultas, no podemos venir a ver qué sacamos, sino a ver qué metemos", porque en lugar de ser una oportunidad histórica, se nos puede convertir en el reclamo de los mexicanos por no haber actuado a tiempo, remató.

Así mismo el gobernador de Guanajuato (PAN), Juan Carlos Romero Hicks, expresó que "esta Convención será tan exitosa como la voluntad que tengamos cada uno de nosotros para llevarla al éxito, porque nadie es dueño de la verdad y cuando uno escucha a los demás, corre el riesgo de aprender". ¿Qué tanto vale México? Será tan grande como queramos soñar los mexicanos", terminó diciendo.

El senador Enrique Jackson Martínez (PRI) fue muy puntual en su intervención de cinco minutos de inauguración (no como el gobernador de Chihuahua, que fue el único que no respetó el tiempo y se excedió en cinco veces lo acordado. ¿Raro, no?), con conceptos muy claros como: "es claro que se requiere un nuevo federalismo, se requieren más recursos públicos para los tres niveles de gobierno, pero se requiere de mayores obligaciones para todos, con los tres niveles de gobierno más corresponsables", pero por supuesto que se requiere de mejores gobiernos que atiendan mejor a los ciudadanos, para que el país gane, sentenció.

Esta Convención se da en el marco de la esperanza, dijo el presidente de la Cámara de Diputados (PAN), Juan de Dios Castro Lozano, porque el pueblo de México quiere vivir mejor, queremos tener mecanismos de equilibrio de poderes y esto se logra a través de leyes claras, que fortalezcan las entidades federativas y el gobierno federal.

El segundo día de labores se dio un diagnóstico de cada una de las siete mesas y es indiscutible que hay temas en los que estamos totalmente de acuerdo, sólo hay que ver el cuándo y el cómo. Así, por ejemplo, en la mesa uno, que corresponde al gasto público, es muy claro que hay una tendencia en el gasto municipal, estatal y federal, en general, a gastar más en gasto corriente y no en inversión, por lo que hay un acuerdo generalizado de que esa tendencia debe ser revertida por el bien de los mexicanos, porque el gasto público debe ser más en inversión, para buscar la justicia social y el bien común. Claro que puede haber algunas autoridades que no piensen en esta forma, pero más temprano que tarde todos deberán entrar en esa nueva tendencia, antes que el pueblo se los demande en forma traumática.

En cuanto a la mesa número dos, todos estamos de acuerdo en que se requieren más ingresos públicos, ni duda cabe que los tres niveles de gobierno creen que deben obtener más ingresos para poder resolver las necesidades más apremiantes de la población, el problema es cómo, sin que esto represente una carga adicional al causante cautivo. ¿Agrandando la base de causantes, para que paguen los que hoy están en la economía informal? ¿Desapareciendo el IVA y creando un nuevo impuesto que no tenga hoyos por donde se salga la economía subterránea? Hay mucho por estudiar y donde echar la imaginación a volar.

La mesa número cinco, indiscutiblemente cuenta con el apoyo de toda la población: Modernización y simplificación administrativa. Este país ha caído en un sistema fiscal tan complicado, que muchos son evasores porque no es fácil entender cómo pagar los impuestos y les costaría mucho tener un especialista de planta, así que prefieren "jugársela" y no pagar impuestos. En este tema hay consenso, sin lugar a dudas, pero el problema es ¿cómo?.

En la mesa número siete -Transparencia, fiscalización y rendición de cuentas, una exigencia de la población-, quizás algunas autoridades locales no estén de acuerdo porque no les conviene, ya que pueden pensar que es mejor servirse del pueblo que servir al pueblo, pero esta materia tiene que resolverse lo más pronto posible, antes de que los reclamos de la población nos obliguen a hacerlo de una manera poco pacífica.

Todos debemos apostarle al éxito de esta primera Convención Nacional Hacendaria, por el bien de todos los mexicanos. Es quizás de las últimas oportunidades de hacer que nuestro país entre en la modernidad del siglo XXI.