Perdió el PAN

A veces cuesta mucho reconocer los errores, las fallas y, sobre todo, las derrotas, pero debemos reconocer que el pasado domingo 4 de julio el PAN perdió las elecciones, y aunque tuvimos avances en algunos lugares, el saldo es negativo.

En primer lugar, perdimos la elección grande, es decir que la joya de la corona o el premio principal no lo logramos. Algunos piensan que dimos la batalla muy bien, ya que al principio de la contienda íbamos abajo por tres a uno y a mitad del proceso decían las encuestas que ya nomás íbamos dos a uno y finalmente terminamos 1.32 a uno, es decir que sí tuvimos un avance considerable, pero lo que cuenta es el resultado y ese, desafortunadamente, nos fue adverso.

Sin embargo, como lo declaró Javier Corral la misma noche del 4 de julio a los medios de comunicación, "sólo está derrotado el que deja de luchar y nosotros no dejaremos de luchar, por lo que no estamos derrotados". Sin embargo, reconoció que las tendencias no le eran favorables, como lo hace todo un demócrata y agradeció a todos los ciudadanos que votaron por la coalición "Todos somos Chihuahua".

Perdimos los principales municipios que gobernábamos, empezando por Ciudad Juárez, donde éramos gobierno ininterrumpidamente desde 1992, salvo por los meses del Concejo Municipal impuesto por el Gobernador. Una excelente campaña dio Cruz Pérez Cuéllar, pero la gente no quiso reaccionar ante los errores que habían cometido algunas de las administraciones municipales panistas, sobre todo la última.

También perdimos Ojinaga, que gobernábamos desde 12 años atrás, así como los municipios de Camargo, Parral y Coyame, donde éramos gobierno desde hace ya algunos años. No nos ganó el PRI, más bien los perdimos principalmente por problemas internos y por falta de recursos económicos comparados con los oponentes, que demostraron un derroche de dinero, en muchos casos rebasando por mucho los topes de campaña fijados por la autoridad electoral.

La composición en el H. Congreso del Estado seguirá siendo más o menos la misma, es decir con una amplia mayoría priísta, con los mismos 18 diputados que tienen actualmente y sus dos diputados afines del Partido del Trabajo, que casualmente seguirán siendo de los mismos apellidos: Aguilar, ya que ambos son hijos del actual diputado Rubén Aguilar, así que el mayoriteo seguirá siendo el mismo de 20 votos a favor siempre. El PAN disminuirá sus diputados de 11 que tiene actualmente a 9 y el PRD subirá de dos diputados a cuatro, único partido que realmente sí vio muy mejorada su representación en el Congreso estatal.

Pero no todo fue pérdida, pues logramos avanzar en algunos municipios importantes, como es el caso de la capital del Estado, que habíamos gobernado por única ocasión hace 21 años con Don Luis H. Álvarez y ahora por segunda ocasión será gobernada por el PAN, con Juan Blanco Saldívar, quien dio una excelente campaña en contra de millones de pesos que usó su contrincante.

También logramos recuperar algunos municipios importantes como Nuevo Casas Grandes, Cuauhtémoc, Meoqui, Madera, Matachic, Jiménez y Santa Bárbara, donde en los últimos seis se ganó con candidatos que ya habían sido alcaldes anteriormente, lo cual habla de que los presidentes municipales del PAN gobiernan bien y por eso la gente vuelve a votar por ellos. Humberto Pérez, en Cuauhtémoc, José Luis Cisneros en Meoqui, José Alfredo Vázquez en Madera, Carlos Alderete en Matachic, Amador Moreno Luján en Jiménez y José de la Luz Burciaga en Santa Bárbara.

Casualmente, en estos municipios se tuvo candidato único, lo cual ayudo mucho a mantener la unidad y finalmente lograr la victoria. El saldo final es de 20 municipios que serán gobernados por el PAN, la mayor cantidad de municipios gobernados por este partido en la historia del estado.

Sin embargo, perdiendo el PAN, perdimos todos, porque las posibilidades de que se le llame a cuentas al actual Gobernador, serán nulas ya que el nuevo gobernador es su compadre y amigo, el Congreso será de nueva cuenta de mayoría priísta, pero en el PAN siempre hemos sido muy respetuosos de lo que el pueblo decide y este ya decidió.