El país avanza

Contra lo que nos quieren hacer creer algunos medios de comunicación, en el sentido de que el país se encuentra en la ingobernabilidad y que no hemos tenido avance en tema alguno, me permito comentar algunos conceptos en los que el Lic. Santiago Creel Miranda, secretario de Gobernación, nos dio en su última visita a la ciudad de Chihuahua.

No comentaré en este espacio lo que ya todos sabemos, de cómo anda el mundo en general después del 11 de septiembre del 2001 y del 11 de marzo del año pasado, y a pesar de ello, México ha logrado avanzar lentamente, pero si esto hubiera sucedido con uno de tantos gobiernos priístas que tuvimos, muy seguramente que ya estaríamos devaluados, con inflación galopante, tasas de interés de más de tres dígitos, dólares convertidos a mex-dólares, etc.

En estos cuatro años de la administración del Presidente Fox se han construido más de un millón trescientas mil viviendas, cifra sin precedente en ningún otro sexenio completo y éste lo ha superado en cuatro. ¿Qué significa esto? Particularmente la construcción de vivienda es un gran generador económico, porque la derrama es muy grande en muchos sectores, desde la mano de obra, apoyo al fabricante de ladrillos, cemento, varilla, cables para la electricidad, sanitarios, azulejo, puertas, vidrios, ventanas, etc. Esta estrategia la han seguido muchos países para salir adelante económicamente y el Presidente Fox la ha usado para no permitir que México cayera en una nueva crisis sexenal y además ha ayudado a resolver el gran problema de darle a los mexicanos una vivienda digna.

En estos cuatro años se ha perseguido al narcotráfico como nunca antes, se ha atrapado a las principales cabezas de los cárteles más importantes, algunos de ellos han sido deportados a otros países donde son reclamados, pero la lucha es en serio, a grado tal que el titular de la PGR, general Rafael Macedo de la Concha, es el secretario de Estado que mayor credibilidad tiene de todos. En sexenios anteriores a lo más que llegábamos era a enterarnos de que la propia Judicial federal (como sucedió con la Judicial estatal en el sexenio que termina) o elementos del Ejército estaban involucrados con el narcotráfico.

Como nunca en la historia de este país, se ha tenido libertad de expresión, todos los medios pueden decir y opinar lo que quieran, sin sentir la más mínima presión, como les sucedía en cualquier época de nuestra historia, fuese en el tiempo de la Colonia, de la Independencia, del porfiriato, de la Revolución o de "los gobiernos revolucionarios". Claro que algunos medios han malinterpretado esta libertad que nunca habían tenido o no han sabido qué hacer con ella y han caído en un libertinaje que en nada contribuye a la transición del país.

El respeto a los otros poderes, como tampoco había sucedido, hoy vemos cómo la Suprema Corte falla contra el partido en el gobierno, o contra alguno de sus miembros más prominentes, o como en el caso de las controversias constitucionales que pusimos los diputados estatales del PAN en contra del gobernador priísta Patricio Martínez y se perdieron todas, en algunos caso sin que se entrara al fondo del asunto. En la época de los gobiernos revolucionarios esto no sólo no hubiera sucedido, sino ni tan siquiera pensarlo, porque a esos magistrados quién sabe cómo les hubiera ido. Qué decir del Poder Legislativo, donde se le ha respetado al grado de que casi tienen paralizado el país y se les ha dejado en completa libertad. En el respeto a los gobernadores de los estados, basta recordar cómo hubo sexenios en que los gobernadores caían como moscas por sólo cuestionar al Presidente de la República (Patricio no hubiera durado ni la víspera).

El aumento en las participaciones a los estados (aunque éstos no hagan lo mismo con los municipios), en su último año Francisco Barrio ejerció un presupuesto de poco más de 8 mil millones de pesos y este último de Patricio casi llegó a los 22 mil millones (con el crédito de 1,750 millones que pidió de última hora), pero con la enorme ventaja de que ahora no se les entrega etiquetados para determinada obra y ni con el compromiso de ponerle por ahí los nudos retorcidos en tricolor de solidaridad del Gobierno federal, lo que ha permitido que gobernantes malagradecidos lo presuman todo como si fuera de ellos, sin el más mínimo reconocimiento a la Federación y no sólo eso, sino que además le echan pedradas como si no recibieran nada.

Que han faltado cosas por hacer, ni duda tengo de que así es, pero de que el saldo es positivo, tampoco tengo la menor duda.

A pesar de que quieran hacernos creer lo contrario, el país avanza.