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Uno más, qué más da

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 14 de Junio de 2005 Página 4 Sección F

"Otra ejecución más" fue el encabezado que tuvimos casi todos los días de la semana pasada en los principales medios de comunicación de la ciudad de Chihuahua, algunos de los cuales se convirtieron en nota nacional e internacional, noticias con las que en nada podemos sentirnos orgullosos de que se mencione y se conozca el nombre de Chihuahua.

La ciudad de Chihuahua se convirtió en una película de Los Intocables, donde pareciera que estamos a merced de lo que los sicarios quieran hacer, sin que autoridad alguna haga algo para detenerlos. Que si Juan Blanco está en una góndola dando desde Venecia las órdenes por teléfono satelital para que la policía municipal se coordine con el resto de las corporaciones policiacas; que si Reyes Baeza no debería irse a París al viaje que ya tenía en cartera. Algunos encabezados de periódicos a ocho columnas decían: "Falta vigilancia de PGR, tiene tan sólo 80 agentes destacamentados en Chihuahua", como si la policía federal tuviera funciones de vigilancia, para luego terminar algunas de estas notas diciendo que no hay que politizar el asunto, cuando ya lo politizó el mismo medio o la columna con sus comentarios.

Me parece que en nada ayudan comentarios como los anteriores y mucho menos algunas declaraciones de la Procuradora de Justicia en el Estado, quien en el transcurso de la semana dijo, entre otras cosas: "Es sólo un enfrentamiento entre cárteles", "no hay que asumir una actitud alarmista", "no le dimos importancia porque se utilizó una pistola calibre .22, además que el lesionado no quiso declarar". Todo lo anterior, con relación a los tres ejecutados en el interior de conocido hospital. Es decir, que una persona recibe cinco balazos y sólo por ser de calibre pequeño y por no haber querido declarar, pues como si nada hubiera pasado. Si estas son las declaraciones, entonces ya sabemos cuáles van a ser las acciones.

Ciertamente hay algunos otros lugares del país que se encuentran en la misma o en peor situación, como es el caso de Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde el jefe de la policía municipal desapareció hace poco más de un mes y el nuevo jefe nombrado en la misma semana pasada es ejecutado a las seis horas de que lo nombraron y ya no se sabe dónde está ni el Presidente Municipal para hacer frente a la situación. En el reciente fin de semana mandó la Federación varios agentes para investigar, los cuales fueron recibidos a balazos por la policía municipal, hubo varios muertos, muchos heridos y más de 40 arrestados. Parece que el estado de Tamaulipas sí es tierra sin ley, pero lo que a nosotros debe interesarnos son nuestra ciudad y nuestro estado.

La labor de vigilancia corresponde al Municipio, porque así lo establece la Constitución, y por esa razón es el que tiene más elementos policiacos. Eso ha sido desde hace muchos años, por no decir que de toda la vida. Las averiguaciones y la persecución del delito común hasta consignarlo a algún juez, corresponde a las autoridades estatales, quienes siempre han tenido menos elementos que la policía municipal. La averiguación y la persecución del delito federal corresponden a la Federación, que siempre ha tenido menos elementos que los estados.

Desde mi particular punto de vista, lo que se necesita es que los tres órdenes de gobierno se sienten a consensar cómo se van a coordinar para detener ese flagelo de la sociedad, y la sociedad misma tiene que -y debe- involucrarse, ya que de otra manera sí corremos el riego de que esta película de Los Intocables de los tiempos del Chicago de Al Capone no sólo se convierta en cosa común en Chihuahua, sino que ya lo veamos como algo natural.

Más acción de los tres niveles de gobierno, menos declaraciones y más involucramiento de todos para que no veamos estos acontecimientos como uno más...