La justicia chihuahuense

En este sexenio estatal se han dado algunos cambios en la impartición de justicia que llaman poderosamente la atención de todos los que hemos vivido en el Estado de Chihuahua en los últimos años.

En el sexenio anterior tuvimos una persecución de gente, desde aquellos que simplemente estaban observando al gobernador en un desfile del 20 de noviembre y sacaron algunas fotos a los contingentes que pasaban frente al mandatario estatal, tomaban algunas notas y fueron detenidos bajo el cargo de otro posible atentado, pero gracias a la intervención de los diputados del PAN de aquel entonces se descubrió que sólo eran unos trabajadores de Pemex, del área de seguridad y que parte de su trabajo era asistir a ese tipo de eventos para detectar posibles problemas con el personal de dicha paraestatal; hasta el encarcelamiento de gente como la famosa "Foca" y "El Cerillo" de Ciudad Juárez, acusados de ser los responsables del asesinato de 12 mujeres que fueron encontradas en pleno centro de aquella ciudad en un terreno baldío de la intersección de Paseo de la Victoria y Ejército Nacional.

Gustavo González Mena alias "La Foca" murió en prisión después de la tortura a la que fue sometido para que se confesara culpable del multiasesinato de mujeres y "El Cerillo" acaba de ser liberado después de más de tres años de prisión, cumpliendo una sentencia de 50 años de prisión, sentencia que fue apelada por el inculpado y ahora otro juez acaba de decretar que no había los elementos necesarios para acreditar su culpabilidad. "El Cerillo" al salir del Cereso declara que va a empezar una nueva vida y que no guarda rencor para nadie, pero ninguna nota periodística habla de que se haya reunido con su esposa y sus hijos, quienes lucharon fuertemente para lograr su libertad, pero que a más de tres años de distancia parece que por eso declaró "El Cerillo" que va a empezar una nueva vida.

Es decir, que de los dos "culpables", uno muere como consecuencia de la golpiza que le dieron para que se declarara culpable, y el otro sale libre después de más de tres años de prisión por falta de elementos suficientes que demostraran su culpabilidad, según la sentencia del juez que revisó el caso, casi con el clásico "usted disculpe", pero ya le deshicimos su vida, pero no hay problema, vuélvala a empezar.

Lo mismo ha sucedido con aquellos famosos "La Changa" y "La Cheyenne", quienes se dedicaban a la magia negra y en la casa donde llevaban a cabo esos ritos matan a una joven, por lo cual encarcelan a esas dos personas, que ahora en el nuevo sexenio son liberados también por falta de elementos que pudieran demostrar su culpabilidad. Estos personajes, culpables o no, de inmediato pusieron tierra de por medio para no volver a saber más de nuestro Estado.

Qué se puede decir del cuerpo de Minerva Torres, el cual estuvo durante más de dos años en el famoso C-4, sin que los familiares fueran notificados de que su hija había sido localizada ya muerta.

Lo mismo ha sucedido con el compositor Sergio Andrade, quien no sólo ha quedado libre, sino que ahora viene a dar un concierto con todos los reclusos y se le monta todo el escenario necesario para el evento.

¿No se impartía justicia en el sexenio anterior? ¿No hay culpables que se tengan que castigar para que esto no vuelva a suceder? ¿Eran o no culpables, y si no lo eran, basta con sólo dejarlos libres sin resarcirles el daño causado? Este "escribidor" no tiene elementos para juzgar a nadie, así como tampoco la autoridad para ello, pero estos eventos y muchos más que la ciudadanía chihuahuense recuerda perfectamente no deben volver a suceder.

La justicia chihuahuense tiene que recuperar la credibilidad perdida.