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La invasión menonita

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 9 de Agosto de 2005 Página 4 Sección F

Este primer párrafo nada tiene que ver con el título de este editorial, pero me veo obligado a hacer un brevísimo comentario en virtud de los acontecimientos de última hora. Muy grave la decisión del presidente nacional del PAN de suspender todo el proceso de elección de consejeros estatales en el Estado de Chihuahua, sobre todo porque lo hace con menos de 48 horas de anticipación a las primeras 19 asambleas municipales y sin mediar palabra alguna con el presidente estatal. Sólo deseo que el daño causado no sea de la gravedad de la decisión.

Ahora sí al tema de esta semana. Hace ya casi 80 años que los menonitas llegaron a nuestro estado, mediante un tratado con el Presidente de la República para que pudieran establecerse en estas tierras de que los dotó el gobierno mexicano. Durante años admiramos su forma de trabajar tan intensa -de hombres y mujeres-, muy bien organizados, creativos, ingeniosos y pacíficos. Eran la envidia de muchos trabajadores del campo mexicano, quienes no se distinguían precisamente por esas cualidades.

Sin embargo, poco a poco nos hemos ido dando cuenta de que es casi nada lo que le dejan a nuestro país, ya que todas sus ganancias las mandaban a Canadá, donde tienen su sede principal. Consumen poco en México, ya que casi todo lo traen "del otro lado", como se dice por acá. No han querido aceptar la educación que imparte el estado, porque va en contra de su religión. Tampoco han aceptado participar en la política con su voto, ya muchos que de ellos nacieron aquí y son mexicanos de nacimiento, pero también dicen que su religión no se los permite. Total, que es prácticamente cero integración con el país que les dio una acogida más que afectuosa.

En los últimos años, para ser más exactos en el sexenio estatal anterior, los menonitas se han dedicado a comprar tierras en diversas partes del estado (para que ya no sean las dadas por el gobierno) y se han dedicado a perforar pozos en toda propiedad que van adquiriendo y se han puesto a sembrar, principalmente maíz, sorgo, alfalfa y avena.

Conozco dos lugares de los más recientes: "El Oasis", entre la carretera Chihuahua-Ojinaga y la carretera Camargo-Ojinaga, precisamente en la carretera nueva que construyó el gobernador anterior y que empezó a cobrar en la caseta que le aprobó el H. Congreso del Estado, con el voto en contra de los diputados del PAN, antes de haberla terminado, cuando todavía tenía unos tramos en terracería. Hoy es tanta la tierra que han comprado los menonitas, que ya se junta entre una carretera y la otra. Se calcula en aproximadamente 50,000 hectáreas. Este lugar se encuentra adelante del rancho "El Huérfano", yendo de Chihuahua a Ojinaga.

El otro lugar es conocido como "Tarabillas", que se encuentra a unos 20 kilómetros de la carretera Chihuahua-Juárez, a la altura de Sueco, yendo de sur a norte a la altura del puente "Alsacias", a mano derecha. Realmente es impresionante la cantidad de pozos de agua perforados y en operación que han hecho en tan pocos meses, habiendo desarrollado las 8,000 hectáreas compradas en tan poco tiempo.

Algunos se preguntarán ¿qué tiene de malo que se pongan a trabajar estas tierras? Y algunos dirán: "Qué bueno que se ponen a producir esas tierras". Sin embargo, el problema está en que tan sólo en esta última zona han perforado más de 100 pozos, pero sin permiso alguno. Algunos dicen que es una zona de "libre alumbramiento", es decir que no se requiere de permiso de la autoridad, porque no es zona "vedada". El problema es que la mitad de ese rancho era zona "vedada" y la otra no, pero además, aun en la zona de "libre alumbramiento" se requiere permiso de la autoridad, la cual debe llevar el control de los pozos que se perforan y además debe ponerse un medidor de agua para ver qué cantidad es la que se está extrayendo. Ninguno de los pozos visitados contaba con ese medidor.

Otro problema grave es que la Comisión Federal de Electricidad ya les electrificó todos los pozos indebidamente, pues la CFE sólo puede electrificar los pozos que cuenten con título de la Comisión Nacional del Agua, títulos que por supuesto no tienen, porque ni permiso solicitaron, menos tienen el título. Pero, estimado lector, usted sabe que en México todo se puede y los menonitas ya lo aprendieron también.

Hasta el momento no ha habido autoridad municipal, estatal o federal que los pueda o quiera detenerlos. El problema es que el agua es un recurso muy escaso y más en nuestro estado, y que debe ser controlado. Hay científicos que opinan que el agua va a ser un bien tan escaso en los próximos años, que va a valer más que el petróleo.

Los menonitas saben que no hay autoridad que se atreva a detenerlos, ya que todo mediante "un arreglo" se puede solucionar. El problema va a ser para nuestros hijos y nuestros nietos, pues los menonitas para entonces habrán emigrado a algún otro país que les permita hacer lo que ellos quieran, aprovechando además todos los apoyos gubernamentales como "crédito a la palabra", "Fonden", etc., recursos que mandan de inmediato al Canadá.

La invasión de los menonitas ha llegado y no hay autoridad mexicana que quiera detenerlos.