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El negocio de la impunidad

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 6 de Diciembre de 2005 Página 4 Sección F

La semana pasada los chihuahuenses fuimos testigos de un acto más de la impunidad y la barbarie con que se resuelven los problemas de la ilegalidad.

Los vendedores ambulantes, comandados por los dirigentes del CDP, invadieron la principal plaza de nuestra querida ciudad de Chihuahua, la Plaza de Armas, en un acto de reto a la autoridad legalmente constituida, por la simple razón de haberles sido confiscada mercancía de procedencia ilegal y por no tener permiso para estar vendiendo en la vía pública en el lugar donde se les sorprendió, ya que sí tenían permiso pero no para esa ubicación.

También fuimos testigos de cómo esos vendedores ambulantes tomaron por la fuerza la Presidencia municipal y robaron la mercancía que ya les había sido confiscada, lo cual nos recuerda lo sucedido hace algunos años, cuando la autoridad federal confiscó algunos automóviles "chuecos", los cuales también fueron rescatados mediante la fuerza bruta por los dirigentes del PRD y del PT.

No se trata de echarle a las autoridades municipales o a las federales por la falta de decisión para poner orden a la anarquía, ya que antes de llegar al uso de la fuerza deben agotarse todos los caminos del diálogo y del acuerdo.

Lo mismo le ha sucedido a las autoridades estatales recientemente, cuando un automovilista recibió en la rueda de su carro la "araña" inmovilizadora que desde algunos unos días para acá se está imponiendo a todos los automovilistas abusones que se estacionan en lugares prohibidos, pero ese automovilista llamó a quienes "compran" todos los problemas ciudadanos, buenos o malos, para hacer de ellos una bandera, y lograron por la fuerza que las autoridades estatales de Tránsito no se llevaran el auto con la grúa y la sorpresa fue que al día siguiente el vehículo había desaparecido junto con la "araña" inmovilizadora.

Lo mismo podemos decir de la cultura del no pago que se ha desarrollado en nuestro estado entre los usuarios de las tarifas eléctricas agrícolas, quienes desde hace varios años simple y sencillamente no pagan, porque dicen que no les alcanza el producto de las cosechas para pagar la energía eléctrica, pero a todos los vemos circulando en sus camionetas Lobo de doble cabina último modelo, y para vergüenza de los chihuahuenses, de los mil millones de pesos de adeudos vencidos a dicha tarifa a nivel nacional, el 60% corresponden al estado de Chihuahua.

La tarifa agrícola ya se ha bajado hasta 15 centavos kilowatt/hora, que es la tarifa agrícola internacional más baja, pero aun así les parece insuficiente. Seguramente han de querer la energía eléctrica gratis, lo cual provocaría que entonces también los ciudadanos pidiéramos que las tarifas residenciales fueran gratis, y de la misma manera comerciantes e industriales pedirían de inmediato que también a ellos se les entregara el fluido eléctrico gratuitamente.

¿Cómo puede un país progresar cuando el 50% de sus habitantes no pagan impuestos, ni derechos, ni energía eléctrica? En el fondo hay un gran negocio para los líderes de todos esos movimientos, llámense de carros chocolates, deudores de energía eléctrica, deudores del agua potable y, en fin, parece que estamos cayendo en la ley de la selva, donde el que tenga más fuerza y más gente para hacer sus manifestaciones es el que sale ganando. El estilo de López Obrador va penetrando por todo el país y aquí en nuestro estado parece agarrar más fuerza.

El negocio de la impunidad es hoy por hoy el más rentable de todos, y si las autoridades municipales, estatales o federales no hacen lo que deben hacer para corregir ese grave problema, pronto serán más los que trabajen en la ilegalidad que quienes procuramos pagar nuestros impuestos y respetar a nuestras autoridades y nuestras leyes.