El Subcomediante Marcos y Oaxaca

La semana pasada tuvimos dos acontecimientos que me ponen a pensar que algo está mal en nuestro país: en el recorrido del subcomediante Marcos por México, ahora le tocó a nuestro estado y los sucesos de Oaxaca.

Resulta ridículo ver llegar a quien le declaró la guerra al Gobierno mexicano el 1º de enero de 1994 con balas de verdad que mataron a varios federales, una de las cuales seguramente le rompió la copa con la que brindaba por la llegada del Año Nuevo, el último de su mandato, del Presidente Carlos Salinas de Gortari, quien nos dejó la economía colgada de alfileres. Ahora llega a Chihuahua protegido por policías y militares del mismo Estado al que declaró la guerra, lo cual resulta inconcebible.

Llega disfrazado de guerrillero muy moderno, aunque en realidad todo es de utilería, como por ejemplo un audífono pegado al oído con micrófono y antena, como si se estuviera comunicando por vía satelital con su ejército zapatista en Chiapas. Botas y uniforme militar, alforjas y bolsas en el pecho como si trajera granadas de mano (en realidad lo que carga es el tabaco de su pipa), reloj como de James Bond para en caso necesario sacar armas secretas y, para terminar, con su rostro cubierto, como si nadie supiera su verdadera identidad desde hace ya varios años.

¿Quién financia esta "otra campaña" del subcomediante Marcos? Ya que cuesta mucho dinero andar por todo el país en tren, autobús, avión, etc., ¿cómo se ha sostenido económicamente estos 12 años? La amnistía decretada por el H. Congreso de la Unión en 1994 era únicamente para no procesarlo por los delitos de portar armas de uso restringido del ejército mexicano y por la muerte de varios militares, pero esto no le permite andar por todo el país pretendiendo levantar en armas a los pobres contra el resto de los mexicanos y del gobierno legalmente constituido, ya que a cada estado al que llega critica fuertemente al respectivo gobernador, como lo hizo en Chihuahua.

Además, hacer un llamado a un paro nacional el próximo 20 de noviembre suena más que ridículo, ya que esa fecha es de descanso obligatorio, por tanto es paro nacional normal en nuestro país, así que no se vaya a querer ahora parar el cuello diciendo que él logró el paro nacional.

Afortunadamente no asistieron más de 300 personas a cada uno de los actos que tuvo y en su mayoría eran curiosos que iban a conocerlo en persona y pedirle autógrafos. Coincidió con la celebración de San Judas Tadeo, la que juntó a más de 25,000 asistentes en las diversas capillas del estado.

Por otro lado, tuvimos también la intervención federal en Oaxaca, que duele profundamente por todos lados. Un problema que se dejó crecer durante cinco meses en un estado que es caldo de cultivo por la desigualdad tan fuerte existente en esa parte del país, donde la gran mayoría de sus habitantes viven en la pobreza extrema, gracias en buena medida a que han tenido lo peor del priísmo nacional, donde sólo como ejemplo se habla de 93,000 millones de pesos que se encuentran en la total oscuridad, entre los seis años de José Murat y los dos de Ulises Ruiz, así como también se dice que quien no permite pedir licencia al gobernador Ruiz es precisamente el anterior gobernador, para que no se le destapen todos sus desfalcos.

Recordamos que un poco antes de salir José Murat hubo un atentado en su contra, que después se supo había sido fabricado por él mismo para levantar su popularidad, que ya se encontraba por los suelos por todas las sinvergüenzadas que había cometido. Oaxaca es un estado que vive en la total opacidad, al que sólo le gana el Gobierno del Distrito Federal.

Oaxaca ha sido saqueado por sus gobernantes, que aprovechando la ignorancia de la mayoría de su pueblo hicieron lo que les vino en gana, pero la paciencia tiene un límite y ahora los de la APPO están haciendo lo mismo, hasta lograr que caiga el necio de Ulises Ruiz y por otro lado un gobierno federal (porque estatal y municipal ya no existen) que manda sus fuerzas tarde, pocas y con poca estrategia, que han provocado que los hayan hecho recular, dándole más fuerza a los de la APPO, que ahora también exigen la salida de los federales junto con Ulises Ruiz.

Estos problemas los tendrá que resolver el nuevo Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, ya que ni el comediante Marcos, ni la tragedia que viven los oaxaqueños, se van a resolver en los 23 días que le quedan al actual gobierno.