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El IMSS condenado a morir

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 10 de Abril de 2007 Página 4 Sección F

"Si continúa en las mismas condiciones que opera actualmente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no sobrevivirá al actual sexenio", advirtió la semana pasada Juan Molinar Horcasitas, director del organismo.

Lo anterior fue expresado al participar en el Consejo Nacional Ordinario del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, ante quienes pidió un cambio sustancial en el manejo de las finanzas, la forma del trabajo, la jubilación de los mismos y la eficiencia en el trabajo para poder superar la crisis.

Por supuesto que la respuesta no se hizo esperar por boca del secretario general del sindicato de los trabajadores del Seguro Social, Baldemar Gutiérrez, quien al finalizar el evento dijo: "Los trabajadores somos los que nos quedamos. Dejamos 20 años de nuestra vida en el Instituto, de tal manera que la propuesta la hacemos nosotros, los trabajadores, y la Institución única y exclusivamente tendrá que hacer la negociación con la comisión revisora", es decir que al IMSS sólo le queda callar y obedecer, casi como decían en las películas mexicanas de hace muchos años: "faltaba más".

Es decir que a los trabajadores del IMSS les vale un comino lo que pase con la Institución, ya que ellos al cumplir 20 años de servicio en la misma, que puede ser que muchos de ellos apenas lleguen a los 40 años de edad, ya que entraron a trabajar a los 18 o 19 años y ya se pueden pensionar, cuando todavía tienen mucho que dar a su trabajo, pero eso no es todo, sino que son de los "consentidos de la robolución" y se pensionan con un buen porcentaje arriba de su último salario, por si fuera poco.

Juan Molinar Horcasitas planteó dos desafíos primordiales de la Institución: El deterioro en el servicio y la inviabilidad del IMSS en el futuro ya muy cercano. En cuanto a lo primero, dijo que el Instituto tenía 1.86 camas por cada mil afiliados hace 25 años y que actualmente cuenta con sólo 0.8 camas por cada mil afiliados, es decir que hoy cuenta con menos de la mitad de las camas que tenía hace 25 años, en proporción a sus derechohabientes, en lugar de ir para adelante, va para atrás y con un pésimo servicio, por el que pagamos empresarios y trabajadores.

Solamente la gente muy necesitada acude al IMSS, ya que la mayor parte de los derechohabientes prefiere pagar un particular y operarse por fuera, aunque tenga que vender las vaquitas, los caballos y los bueyes, ya que ir al Seguro Social es, como dicen muchos en son de broma y más en serio, es el Seguro Sepelio.

El segundo problema apuntado por su director es que se han tenido que financiar las pensiones y jubilaciones con los recursos para los servicios médicos y es por ello que el servicio va de mal en peor, siendo público y notorio que faltan médicos (como en el caso de la nueva clínica de especialidades de Ciudad Juárez), medicinas de las que siempre se dice que tienen desabasto, que más bien es falta de recursos económicos para comprarlas, que muchos laboratorios no les fían "por exceso" de pago.

Por supuesto que quienes están gozando de los beneficios que les otorga el IMSS como trabajadores de la Institución, no están dispuestos a nada, aunque el barco se hunda, y así lo remató el secretario general del Sindicato, Baldemar Gutiérrez: "No estamos de acuerdo con lo que dice el director general y por supuesto que no vamos a permitir que nos toquen el contrato colectivo que nos hemos ganado en 73 años de lucha sindical. Que le quede bien claro a la institución, y también le quede claro al director".

Bien por el nuevo director del IMSS, ya que nadie se había atrevido a decir lo que ya era un rumor a voces: el IMSS está condenado a morir..., si no se corrige de fondo como se hizo con el ISSSTE.