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Emisarios del Pasado

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 10 de Noviembre de 1997 Página 6 Sección A

En las últimas semanas mucho se ha dicho sobre el referéndum y poco se ha hablado sobre la nueva Ley Electoral aprobada por la fracción priísta-perredista del Congreso del Estado.

Se dice que la nueva Ley Electoral viene a ciudadanizar los órganos electorales. La verdad es que efectivamente, los ciudadanos libremente se inscriben para ser nombrados consejeros o presidente, sin embargo es de sobra conocido que las fuerzas políticas "invitan" a personas afines a inscribirse y finalmente quien decide quién ocupará los cargos es el Congreso del Estado, hoy por hoy en manos de la mayoría priísta.

Anteriormente las propuestas eran del Ejecutivo y era el Congreso del Estado el que elegía las autoridades. Como se ve el cambio es mínimo y la ciudadanización poca.

También preocupan algunos detalles que "se fueron" en la nueva Ley Electoral, como las casillas especiales o extraordinarias que se instalan comúnmente para todos aquellos ciudadanos que se encuentran fuera de su municipio o distrito y quieren votar cuando menos por gobernador, la nueva Ley Electoral dispone que tendrá un mínimo de 750 boletas electorales, es decir, que al gusto de la autoridad electoral podrán tener 3 mil ó 5 mil o lo que les dé la gana de boletas electorales, y como dichas casillas no tienen el padrón electoral, podremos regresar a aquellos esquemas del pasado como el "carrusel".

Anteriormente las boletas electorales debía firmarlas el representante de alguno, de los partidos políticos. Hoy la ley dice que "podrán" firmar las boletas, con lo cual se quita un candado que se tenía para aquellos esquemas, también ya superados, de "ánforas embarazadas", "taqueos" o alguna otra figura que se pretende revivir del pasado.

Anteriormente para designar a los funcionarios de casilla se llevaba a cabo una doble insaculación o sorteo, con el fin de que las autoridades de la casilla se escogieran totalmente al azar. Hoy la nueva Ley Electoral establece una sola insaculación y si quienes salieron sorteados no acuden, la autoridad electoral podrá designarlos, con lo cual volveremos a encontrarnos con mucha gente del ex partido mayoritario como autoridades en las casillas.

Antes la ley no permitía que en una misma casilla estuvieran parientes cercanos; hoy la nueva ley sí lo permite, lo cual provocará que en algunos lugares, sobre todo rurales, se puedan manejar al gusto y antojo de una familia o cacique.

Antes la ley no permitía que las autoridades de los órganos electorales militaran en partido alguno; hoy sólo dice que no hayan sido candidatos o funcionarios de partidos en los últimos 5 años.

Antes en la misma ley se establecían los distritos electorales; hoy a menos de 90 días de que se inicie el proceso electoral, la ciudadanía desconoce en que distrito vive o va a votar, ni los aspirantes saben si el distrito en el que pueden tener un buen liderazgo o presencia va a quedar precisamente donde ellos quisieran competir o la "rayita" va a pasar por lugares tan diferentes que su liderazgo pueda desaparecer de un plumazo. Lo anterior se debe a que en la nueva Ley Electoral mandan la distritación a un decreto posterior que hoy por hoy todos desconocemos.

Ciertamente la nueva Ley Electoral contiene algunos avances, como puede ser la figura del síndico, la cual merece algunos ajustes porque en este caso también se pretende que no lleven el logo de ningún partido político, en ese afán de ciudadanizar, según ellos, que más bien es una pretensión de minimizar a los partidos políticos, que para eso existen y son el conducto a través del cual los ciudadanos pueden manifestarse.

También es bueno darle una mayor participación política a la mujer, pero sería conveniente haberle puesto por un tiempo determinado para que sea este género, por sí mismo, el que en el largo plazo decida su participación en la política.

Mucho se podrá seguir diciendo sobre un ley que parece elaborada al vapor o claramente se ve como la intención de un partido nostálgico del poder que lo quiere recuperar a costa de lo que sea.

La mejor solución será que el Tribunal Estatal Electoral, ahora que ha recibido el recurso de revisión por parte del Consejo Ciudadano, resuelva a favor del mismo para que las cosas se queden como estaban, leyes más justas, equitativas, con las cuales el propio PRI actualmente ocupa la mayoría en el Congreso y con las cuales las quejas durante y después del proceso electoral fueron mínimas y ninguna de ellas grave.

Pareciera, como dijo algún presidente de la República, que los "emisarios del pasado" pretenden regresar a épocas ya superadas.