Una Golondrina no Hace Verano

La democracia, como dice el escritor Enrique Krauze, no puede tener adjetivos.

Pareciera que el candidato del PRI, su partido y los medios de difusión, quisieran demostrarle a la ciudadanía que por el hecho de haber llevado a cabo la elección "interna" del candidato a gobernador del estado en una forma moderna y democrática, la ciudadanía va a olvidar los 70 años anteriores de un partido autoritario, donde las decisiones siempre han sido de arriba hacia abajo.

Se le olvidó muy pronto al candidato priísta los reconocimientos públicos que él mismo hizo de que uno de sus oponentes había acarreado con 30 pesos, la torta y el refresco a un evento en Ciudad Juárez a supuestos delegados, con el fin, dijo él, de abuchearlo.

También se le olvidó muy rápidamente la modernidad y democracia, al exigir en su central de la ciudad de México que destituyeran a todo el Comité Directivo Estatal, por haberse manifestado en la precampaña a favor de Artemio, y tenía amenazado de no iniciar su campaña hasta que su exigencia fuera satisfecha. Este fue el motivo de que pasaron dos semanas en que se anunció en varias ocasiones el arranque del candidato priísta en San Francisco de Borja, sin que éste se llevara a cabo porque no se satisfacía su demanda de la remoción total del Comité Directivo Estatal y el nombramiento de quienes el candidato Martínez deseaba. ¿Es éste el sistema democrático de elegir a sus dirigentes?.

Se le olvida también al candidato Martínez que desde su campaña anterior, hace menos de un año, cuando decía a los chihuahuenses que quería ser diputado (ya también se le olvidó su compromiso con el pueblo de Chihuahua) en que se avergonzaba de usar el logotipo del PRI, como está sucediendo de nuevo en sus engomados, en los que se dificulta encontrar el logotipo de su partido.

Dice el candidato Martínez que no está obligado a hacer su declaración patrimonial, lo cual es cierto; Sin embargo, si realmente quiere presentarse como un candidato moderno, eficiente y democrático, deberá hacerlo a la brevedad posible para que con toda transparencia la ciudadanía conozca quiénes son sus candidatos. Va a ser difícil para el candidato Martínez justificar la gran cantidad de ranchos y propiedades urbanas, cuyo monto asciende a varios millones de dólares.

La democracia sin adjetivos no sólo significa la elección del candidato mediante el voto ciudadano, sino también la transparencia en su pasado y en su presente. Como dice el dicho, "una golondrina no hace verano", y el señor Martínez no hará la democracia en un fin de semana, sobre todo en un partido que fue fundado desde el gobierno mismo para proteger los intereses de quienes se encontraban en la cúpula del poder.

Ha habido muchos intentos anteriores al señor Martínez por democratizar y elevar la calidad de dicho partido. Sin embargo, a muchos de ellos que fueron muy valiosos en su momento, finalmente la propia estructura autoritaria de ese partido termina por desaparecerlos, ejemplos se pueden mencionar muchos a nivel local y nacional.

¿Podrán los priístas seguir demostrando esta modernidad y democracia en la elección de sus candidatos a alcaldes, síndicos y diputados?.

La garantía que tienen los panistas desde que este partido se fundó en 1939, es que la selección de sus candidatos se hace de la misma manera democrática, la cual es conocida por todos desde aquel entonces hasta nuestros días y no depende de un capricho de las altas esferas que a sus militantes sólo les queda callar y obedecer.

La democracia de fin de semana es como una golondrina que no hace verano; tendrán que pasar muchos años para que un partido fundado por intereses gobierne de diferente manera que no sea la autoritaria que ha tenido desde que se fundó.