Polarizar

La campaña que realizó el PRI durante los últimos treinta días, pareciera que pretendía únicamente levantar polvareda en lugar de ganar la carrera.

No obstante declaraciones públicas, tanto del dirigente estatal como del secretario general del PRI, desconociendo que hubiera un documento o una táctica previamente establecida, en la cual se hablara de "polarizar" la elección en lugar de politizarla, este documento está en poder de este editorialista y de todos los medios de difusión a los cuales les mandamos copia.

Independientemente del resultado que se haya tenido el día de ayer en la elección, me parece que esta táctica de polarizar que significa dividir, separar, poner en polos opuestos a la sociedad, debería analizarse y traducirse en una iniciativa de ley para reformar la actual Ley Electoral para que este tipo de tácticas que no proponen nada sino sólo intentan desalentar el voto y la participación ciudadana, deberán quedar prohibidas y severamente castigadas en dicha reforma electoral.

Los chihuahuenses hemos sido ejemplo a nivel nacional de avance y madurez democrática, por lo que no se vale perturbar una elección de la manera que se hizo con tal de ganar.

El día de hoy que aparece publicado este editorial la elección ya habrá pasado. Hoy podemos manifestar con toda claridad que desde hace un mes los sondeos de opinión y las encuestas realizadas tanto por el PAN como por el PRI, de las cuales tenemos copias, manifestaban claramente las preferencias electorales de los chihuahuenses hacia los candidatos y la forma de gobernar del PAN. A partir de estas encuestas es cuando se inicia lo que los medios de difusión llamaron "guerra sucia", lo cual sería ocioso pretender deslindar quién la inició (aunque nosotros pensamos que fue el PRI), lo que sí es muy claro es que el PAN unilateralmente decidió retirarse de esa guerra sucia, a lo cual el PRI no quiso tan siquiera sentarse a dialogar.

Los chihuahuenses no debemos olvidar que los militantes o simpatizantes de otro partido político son únicamente adversarios políticos, que pueden pensar o actuar diferente a como lo hacemos en otro partido político, sin embargo una campaña política encaminada a polarizar y no a proponer y entusiasmar a los votantes por su proyecto político, en el corto plazo lo único que provocó fue antagonismos, divisiones, enconos y sentimientos que a veces son difíciles de arreglar.

Lástima que a punto de iniciar un nuevo siglo, con el antecedente de final de milenio, donde el avance y la tecnología han globalizado no sólo al mundo sino también a los mexicanos, tengamos un partido como el PRI con ideas destructivas en lugar de constructivas.

Independientemente del resultado de la jornada electoral de ayer, el PRI debería hacer un gran esfuerzo no sólo en Chihuahua sino a nivel nacional (ya que esta política de polarización es nacional), de cambiar sus esquemas a nuevas propuestas realmente positivas, pensando en que todos somos mexicanos y finalmente lo que nos debe interesar es el bien común y que todos vivamos mejor.