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Prepotencia y Sumisión

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 13 de Julio de 1998 Página 6 Sección A

En esta semana los chihuahuenses empezamos a conocer al gobernador electo Patricio Martínez.

De acuerdo al artículo 144 de la nueva Ley Electoral, el Instituto Estatal Electoral informará al Congreso del Estado o diputación permanente acerca de la declaración y constancia de mayoría de la elección a gobernador del estado. Así éste convocará a sesión para la declaratoria de gobernador electo. Sin embargo el Congreso del Estado ya estaba citando desde el miércoles a sesión extraordinaria para el viernes, cuando el Instituto Estatal Electoral todavía no terminaba el cómputo y mucho menos entregaba la constancia de mayoría al gobernador electo.

El jueves en Ciudad Juárez el candidato del PRI, Eleno Villalva, continuaba impugnando la elección para presidente municipal y tuvo que recibir la línea del gobernador electo porque le urgía que ese mismo día le entregaran su constancia de mayoría. Sumiso y obediente aceptó su derrota, la cual era evidente desde los primeros días de cómputo, y el Instituto Estatal Electoral, aunque fuera cerca de media noche, expidió la constancia de mayoría al señor Martínez el mismo jueves.

Al día siguiente, viernes, muy seguramente por instrucciones del gobernador electo, el Congreso del Estado, pretendiendo hacer un acto faraónico, decide en ese momento invitar al Ejecutivo del estado y al pleno del Supremo Tribunal para que fueran los tres poderes los que hicieran la declaratoria del bando solemne del nuevo virrey. Esto ni lo establece la ley, ni se había hecho nunca.

Por supuesto que el Ejecutivo del estado, acatando los principios republicanos, no asistió a dicho evento, siendo que además las formas mínimas de cortesía y formalidad no habían sido guardadas para una invitación a una sesión solemne con la invitación al menos 24 horas antes y por escrito. Además no se cumplió con el aspecto jurídico de dejar pasar cuando menos los cuatro días que señala la propia Ley Electoral para que los partidos político a pudieran interponer algún recurso contra dicha elección.

Hace seis años, en la elección de gobernador que se celebró el 12 de julio, al gobernador electo se le entregó su constancia de mayoría el día 19 de ese mismo mes, pero el bando solemne lo expidió el Congreso del Estado 30 días después, es decir, el 14 de agosto, por lo que no entendemos las prisas e imposiciones del señor Martínez.

Llama la atención la sumisión del propio Congreso del Estado y la pretensión de hacer un acto protagónico en lugar de republicano, por lo que debe preocuparnos que estas actitudes se den antes de tomar posesión.

Dice un dicho popular que "no sólo hay que ser sino parecer", y en el caso particular del nuevo gobernador no solamente no es, sino que no parece, no se cuidaron las formas legales, de cortesía y republicanas para este tipo de eventos en la que su llamado a la unidad a los chihuahuenses se contradice con sus primeros actos como gobernador electo. También se dice que en la política "la forma es el fondo".

Ojalá realmente tuviera la intención el señor Martínez de unir a los chihuahuenses, pero con actitudes de esas difícilmente lo logrará, y como también dicen que "por las vísperas se sacan los días", deseamos que esto no sea un mal augurio de seis años de prepotencia por un lado y sumisión por el otro.