Síndico

En los pasados comicios del 5 de julio elegimos los chihuahuenses a una nueva autoridad llamada Síndico.

La figura del Síndico existió en este Estado a principios del siglo y desapareció, no sabemos por que razón, hace ya más de 40 años, y a partir del 10 de octubre reestrenamos esta nueva autoridad.

Sus funciones fueron delimitadas con bastante claridad por el Congreso del Estado en la Legislatura anterior, siendo su principal función la de fiscalizar todas las operaciones que lleve a cabo la Presidencia Municipal en cuanto a ingresos, egresos, obra pública, servicios públicos, licitaciones, etc.

También se establece con toda claridad que el Síndico, debe rendir un informe cada cuatro meses al Ayuntamiento, de tal manera que se puede decir que el jefe del Síndico es precisamente ese cuerpo colegiado y es al que le debe rendir toda la información.

En ninguna parte se faculta a que el Síndico pueda o deba informar al público sobre su labor fiscalizadora, por lo que este nuevo funcionario y los colaboradores que tenga, deberán ser gente totalmente reservada, y esperemos que no tengamos "filtraciones" mucho menos declaraciones públicas sobre su actividad.

En el Estado de Chihuahua esta nueva figura queda definida como la de aquella autoridad que va a ayudar a que las cosas se hagan bien en los municipios. De ninguna manera se pretende -como sucede en otros estados- que sea un Síndico procurador, una autoridad que reciba del público las quejas, las investigue, e inclusive llegue a imponer sanciones y castigos. Aquí quedó esta figura únicamente para que no se cometan errores o desviaciones con los recursos y el patrimonio de cada Ayuntamiento.

El problema más serio que representa esta nueva figura, radica en el hecho de que la ley que le da origen en ninguna parte dice cómo y con cuánto de presupuesto debe operar la Sindicatura. Algunos síndicos pretenden tener un sueldo igual al del presidente municipal, y otros se conforman con cualquier sueldo. Unos pretenden tener a más de cinco colaboradores a su servicio para poder desempeñar eficientemente su labor fiscalizadora, y otros se conforman con un buen sueldo. Sin embargo, en el mosaico, de los 67 municipios del Estado, existen algunos donde efectivamente un buen Síndico, preparado técnicamente, puede llevar a cabo su labor de fiscalización, y tenemos municipios grandes, donde se requiere de algunos colaboradores a su servicio para que pueda desempeñarse eficientemente.

Por otro lado, también debemos comentar que todos los Ayuntamientos "sufrirán" revisiones -porque a nadie le gusta que lo estén revisando- de cuatro o cinco autoridades revisoras: Contraloría del Gobierno del Estado, Contraloría del Congreso del Estado, Regiduría de Hacienda, Síndico, y en algunos casos la propia Contraloría Municipal, de tal manera que estaremos en un escenario donde los funcionarios municipales estarán recibiendo a auditores de alguna dependencia una semana y la otra también, por lo que pueden convertirse todas las dependencias en altamente ineficientes por estar ocupadas en proporcionar información a todas estas autoridades, en lugar de preocuparse por cumplir su deber con los ciudadanos.

La palabra clave en Chihuahua y en todo nuestro país es confianza. Mientras no tengamos confianza los ciudadanos en nuestras autoridades, seguramente seguirán apareciendo más figuras como el síndico.