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La desesperación

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 30 de Mayo de 2000 Página 4 Sección F

Toda esta semana hemos presenciado minidebates televisivos a través de las dos grandes cadenas nacionales, entre los tres principales candidatos a la Presidencia de la República.

Hace más de dos meses que los seis candidatos habían firmado el compromiso de tener dos debates en vivo, el primero de ellos el 26 de abril, el segundo el 23 de mayo. El primero sería (como lo fue) con los seis candidatos y el segundo con los tres que de acuerdo a diversas encuestas de opinión fueran encabezando la preferencia electoral. Este compromiso había sido aceptado por todos los candidatos y el pueblo de México esperaba que así sucediera.

La supuesta dificultad que se tuvo para no realizar el debate el 23 de mayo pasado fue que el candidato de más de lo mismo quería que fuera con un formato acartonado, donde con toda anticipación se supiera cuál iba a ser el tema para que sus asesores norteamericanos le pudieran decir qué decir y cómo decirlo. Vicente Fox proponía que fueran varios entrevistadores profesionales o un grupo de intelectuales o preguntas abiertas del público las que respondieran los candidatos en ese preciso momento. Sin embargo, no se pudo llegar a un acuerdo, no obstante el compromiso firmado con suficiente anticipación y no obstante la excelente disposición de los medios de comunicación para transmitir el evento en el lugar y momento que fuera necesario.

Claramente vimos cómo fue tramado desde Los Pinos o desde la Secretaría de Gobernación el posponer o cancelar el famoso debate y el brazo ejecutor fue Joaquín Vargas, presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, quien apareció en el momento sin haber sido invitado o llamado para estar en él y quien además se negó a que antes de 48 horas pudiera organizarse el debate, no obstante la confirmación por escrito de TV. Azteca y Televisa de tener la disposición y la técnica necesaria para llevar a cabo la transmisión en el momento que fuera necesario.

Muy claro fue también el maridaje que ya se veía venir entre Cuauhtémoc Cárdenas y Francisco Labastida, porque finalmente provienen de donde mismo y quieren lo mismo. Así nos enteramos de que veinte minutos antes de la hora fijada para el encuentro de los tres candidatos, se reunieron privadamente Labastida y Cárdenas junto con Joaquín Vargas, brazo ejecutor de Los Pinos o de Gobernación.

Para cuando este editorial sea publicado ya habrá transcurrido el debate reprogramado para el viernes 26 al gusto y complacencia de Cárdenas-Labastida, al cual Fox ya confirmó su asistencia y seguramente saldrá tan ganador como salió del primer debate donde todos los medios objetivamente le dieron arrollador triunfo.

Con motivo de estos cambios, Labastida dejó plantados a los chihuahuenses el miércoles 26, causando enojo y descontento entre sus pocos seguidores chihuahuenses, sin explicación alguna, ya que el debate fue suspendido, pero aun cuando se hubiese llevado a cabo él había prometido estar este día en Chihuahua, que se supone el debate ya había pasado.

La desesperación del sistema sigue creciendo día con día y cada vez con eventos más finamente manejados, pero que el pueblo de Chihuahua percibe con toda claridad, como fue la cancelación del debate del día 23.

La desesperación del sistema lo puede llevar a encrucijadas que después no va a saber cómo arreglar.