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Cambios de la Vida

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 6 de Enero de 1999 Página 6 Sección A

En diciembre de 1989, el entonces presidente de la Canaco se opuso totalmente a la iniciativa del gobernador Fernando Baeza Meléndez, para incrementar el impuesto sobre nóminas que se pretendía en ese momento.

En aquel entonces la iniciativa privada, 11 organismos en total, lidereada por el presidente de la Canaco, afirmó que el incremento al impuesto sobre nóminas desalentaba la inversión privada y la generación de empleos, además de que ponía en peligro la estabilidad de empresas medianas y pequeñas. Su oposición era tal, que obligaron al presidente del Congreso del Estado en aquel entonces, el licenciado Oscar Leos Mayagoitia, y al líder de la mayoría priísta, Mario Tarango Ramírez, a entrevistarse un día después de Navidad en el Salón 25 de Marzo.

Hoy en día aquel presidente de la Canaco resulta ser el actual gobernador del estado, y ahora él promueve otro aumento al impuesto sobre nóminas de hasta el 75%. ¿Ya habrán cambiado las leyes económicas? Hoy en día el actual presidente de la Canaco no liderea el movimiento de oposición al incremento del mencionado impuesto, sino que declara que la Canaco está de acuerdo en dicho incremento, porque a sus socios no les afecta. ¿No serán socios de la Canaco comerciantes como Futurama -cuyo presidente fue también presidente de la Canaco-, Soriana, Hipermart, Wal-mart, Suburbia, o cualquier otro comercio de tamaño mediano con aproximadamente unos 90 empleados? Porque de acuerdo a una publicación hecha por el propio Gobierno del Estado, los incrementos se darán a partir de aquellas empresas con más de 250 salarios mínimos como nómina mensual, y considerando que en toda empresa hay gerentes generales, gerentes de áreas, supervisores y que prácticamente ningún empleado gana el mínimo, se puede calcular que ese monto de salarios mínimos los tienen empresas con aproximadamente 80 empleados.

Adicionalmente, una buena parte de la controversia estuvo en la exención a dicho impuesto, el cual viene desde la administración anterior, aprobado por congresos anteriores y ratificado por el actual, donde la empresa debe ser de creación posterior a 1995, comprometerse a crear un número determinado de empleos que cuando menos ganen dos salarios mínimos, que tenga proyectos a corto plazo para incrementar su planta laboral y el compromiso de desarrollar proveedores locales, generar trasferencia de tecnología, pero la exención es exclusivamente a empresas industriales, dejando fuera al comercio y los servicios, que también son importantes desde nuestra óptica pero parece ser que no lo son para el actual presidente de la Canaco.

Por otro lado, en la publicación del Gobierno del Estado de fecha 24 de diciembre, cual si fuera regalo de Navidad, en su punto número 4 establece que esta alza a los impuestos le "permite al Estado mantener las actuales fuentes tributarias, sin recurrir al establecimiento de otras nuevas", lo cual nos indica que de no haber subido el impuesto sobre nóminas, estaríamos recibiendo nuevos impuestos para poder seguir manteniendo al Gobierno; y aunque en el punto número 7 dice que "el gasto público no sólo descansa en el incremento de la recaudación, sino en una adecuada administración de los recursos", en ningún momento se menciona que el gobierno se proponga disminuir sus gastos innecesarios o tantas plantas laborales que no son productivas, sino que deja la amenaza de nuevos impuestos. Cuando menos hace 9 años el Gobierno del Estado ofrecía reducir en un 10% su personal, situación que parecía no satisfacer en aquel entonces al presidente de la Canaco.

Hace nueve años la situación del país y del mundo entero para nada se parecía al momento actual en que todo los países están previendo para el año entrante una gran depresión económica y están tomando medidas como son la reducción de impuestos, la reducción de tasas de interés y todo aquello que propicie y aliente la generación de empleos y de inversión, para que la depresión sea lo menos profunda posible. Nuestro país, por el contrario, a nivel federal y estatal, ha elevado los impuestos, los precios de los combustibles, las tasas de interés y todo aquello que va a desalentar la economía, de tal manera que si no nos va tan mal será por medidas que tomaron gobiernos extranjeros y que de rebote nos beneficiarán, y de ninguna manera será por medidas de nuestro propio gobierno.

Ojalá y los cambios de la vida que se han mencionado en este escrito vuelvan a encontrar su cauce en este año, ya que nos va a hacer mucha falta para poder enfrentar en beneficio de los chihuahuenses los tiempos que se avecinan y que no son hasta el momento nada halagadores.

Sin embargo, debemos hacernos un propósito de año nuevo, y es el de escucharnos más los unos a los otros, porque sólo se logrará salir adelante con el apoyo y el consenso de todos los sectores políticos y económicos, y no sólo con la decisión unilateral del Gobernador del Estado.