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Divergencia y Convergencia

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 1 de Marzo de 1999 Página 6 Sección A

En la semana recién terminada el asunto de los "chuecos" acaparó la atención de todos los medios de comunicación, al iniciar la Secretaría de Hacienda el decomiso en todo el estado.

Mucho hemos comentado en artículos anteriores sobre este grave problema que impacta a todo el país, pero sobre todo a nuestro estado. Así que en este artículo resaltamos sólo algunas de las circunstancias de estos últimos eventos: ¿Por qué se ordena el decomiso por parte de la autoridad fiscal federal "enfocado principalmente a aquellos que cuentan con engomado del censo de seguridad pública, expedido por el Gobierno del Estado de Chihuahua?". ¿Por qué va encaminado a camionetas tipo Van "en buenas condiciones", o a vehículos del 91 en adelante? Pareciera una guerra de la Federación al Gobierno del Estado como queriendo lanzar el temor para que los chihuahuenses que tienen un automóvil "chueco" no acudan a comprar su engomado porque les puede ir peor.

Los 33 diputados (la totalidad) aprobaron la expedición del engomado como una medida de seguridad, ya que esos vehículos fácilmente se prestan para realizar asaltos a bancos, casas comerciales o casas habitación y asesinatos y secuestros, así que es una medida indispensable para empezar a poner orden con los "chuecos". Este censo servirá para saber de quién son esos vehículos, dónde viven los dueños, cuántas unidades son en el estado, lo cual indiscutiblemente es una base de ayuda a la seguridad pública y además es totalmente justo que los dueños y conductores de vehículos "chuecos" contribuyan, a través del pago de ese engomado, al uso y mantenimiento de calles y avenidas en las ciudades y de carreteras en el estado, ya que al no pagar absolutamente ninguna contribución por dichos vehículos, se provocaba que sólo los dueños de autos nacionales contribuyeran a un bienestar que disfrutamos todos.

Definitivamente no estamos de acuerdo con la ilegalidad de los autos "chuecos", pero es una realidad que tenemos "gracias" a la autoridad fiscal federal, que permitió mediante el pago de no menos de 100 y hasta 600 dólares el paso de esos vehículos "chuecos" a nuestro estado, y resulta ahora que esa misma autoridad pretende incautar los vehículos que permitió pasar. Esto es una incongruencia total en la que los chihuahuenses, afortunadamente a través de sus representantes populares que son los diputados en el Congreso del Estado, de los tres partidos ahí representados -PAN, PRI y PRD-, actuaron en contra del decomiso, ya que la autoridad fiscal federal lo que debe hacer es cerrar totalmente la frontera para que ese tipo de vehículos no continúen entrando al país y regularizar o legalizar los que ya han sido adquiridos con mucho sacrificio por cientos de miles de chihuahuenses, ya que el engomado del Gobierno del Estado, se ha dicho con toda claridad que no regulariza la estancia de esos vehículos en el país, sólo los identifica para fines de seguridad pública.

Reprobable la forma en que llevaron a cabo los decomisos, de lo cual los medios de comunicación dieron testimonio de la forma abusiva y prepotente en que detenían y llevaban consignados a los conductores de "chuecos", quienes declaraban haber sido tratados como delincuentes, y además la forma en que dichas autoridades hacendarias trataron a nuestras autoridades estatales, del Ejecutivo o del Legislativo, con una total cerrazón, y su única respuesta era haber recibido instrucciones de la ciudad de México y que si no las cumplían perderían su chamba.

Ojalá los chihuahuenses también le echemos lápiz a lo que realmente nos va a costar un auto "chueco" entre las mordidas para introducirlo ilegalmente, más los engomados estatales con fines de seguridad pública, y además el hecho de contar con un automóvil sin garantía alguna y que rápidamente puede empezar a darnos problemas y finalmente nos va a salir más caro el remedio que la enfermedad.

Ante este problema de decomiso de "chuecos", todas las fuerzas vivas en el estado nos unimos y estamos dispuestos a enfrentar a la Federación hasta las últimas consecuencias, situación que pone en claro que no sólo podemos tener divergencias sino también convergencias. Ojalá que estas últimas sean mayoritarias de aquí en adelante.