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Cultura de no Pago

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 17 de Mayo de 1999 Página 7 Sección A

El Instituto de la Vivienda del Estado de Chihuahua fue creado bajo la administración del licenciado Fernando Baeza Meléndez, con el espíritu de ayudar a quienes ganan de 2.5 a 4 veces el salario mínimo a resolver el problema de vivienda, cuyo derecho se encuentra consagrado en la Constitución Política Mexicana en su artículo Cuarto sexto párrafo, que dice: "Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo".

Del saldo actual que mantiene el IVI por créditos contratados, el 48 por ciento de ellos, fueron de la época de Fernando Baeza Meléndez y el 52 por ciento de la pasada administración, de Francisco Barrio Terrazas, créditos que fueron contratados en un 50 por ciento para que su pago estuviese indexado al salario mínimo y el otro 50 por ciento tuviera su fuente, de pago en el inventario de viviendas y lotes con servicios cuyo producto de ventas sirvió para los pagos de los años 95, 96 y 97, además de prepagar 40 millones de pesos en septiembre de 1997.

La misión del IVI es coadyuvar en la solución de la problemática habitacional de nuestro estado, sin fines de lucro y con un alto espíritu de servicio social. Con este objeto se construyeron casas y se otorgaron créditos a más de 200 mil familias chihuahuenses a lo largo y ancho de todo el estado.

Como consecuencia del famoso "error de diciembre" de cuando todos recordamos la caída catastrófica del peso frente al dólar de 3 pesos a más de 7 por 1 y que las tasas de interés comerciales que estaban llegando al 15 por ciento fueron disparadas a más del 20 por ciento, situación que por supuesto hizo parecer impagable la deuda del IVI, porque la misma estaba indexada a los salarios mínimos, los cuales por supuesto no se vieron incrementados en la misma forma que las tasas de interés.

A pesar de la difícil situación se cumplió oportunamente con los pagos y se dialogó civilizadamente con las autoridades de Banobras, buscando negociar descuentos al adeudo y su restructuración, pero sobre todo buscando que los últimos beneficiarios de dichos créditos no fueran a ser perjudicados por "errores de diciembre" en los que nada tuvieron que ver millones de mexicanos, pero sí los malos gobernantes priístas empezando por Carlos Salinas de Gortari, quien dejó la economía colgada de alfileres y Ernesto Zedillo, a quien no le quedó otro remedio que quitarlos para dejar caer estrepitosamente la economía del país.

En cuanto a las becas y cursos de capacitación a funcionarios de ese Instituto, siempre fueron otorgados con la aprobación del Consejo Administrativo, con el ánimo de superar a los chihuahuenses que tendrán el futuro del Estado en sus manos, cuando necesariamente deberemos tener a gente mejor capacitada cada día, pero en ningún momento fueron decisiones unilaterales o caprichos personales.

Reuniones con el director de Banobras y altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda se tuvieron durante el sexenio anterior, solicitando quitas al capital, reducción de intereses y ampliación de plazos, ya que muchas personas, empresas o instituciones recibieron quitas y reducciones a través de programas como el ADES, Alianza para la Vivienda, FOPYME, etc. Sin embargo, no se logró consideración alguna para apoyar a la gran mayoría de chihuahuenses que habían recibido un crédito a través del IVI.

Grave resulta ahora que el gobernador del estado ponga el ejemplo de la cultura del no pago, siendo que como autoridad juró cumplir y hacer cumplir las leyes de este país, y en lo particular las del Estado. Hoy por hoy pareciera convertir a ese Instituto en un "Barzón oficial", lo cual puede ser de consecuencias muy graves para nuestro Estado.