Primer Informe de Gobierno

El pasado 1º de octubre se instaló el H. Congreso del Estado y acudió el C. Gobernador a rendir su primer informe de gobierno como lo marca la Constitución.

Debemos reconocer que se respetó lo que establecen la Ley y el Reglamento en cuanto al procedimiento y formato, pero debemos hacer algunos comentarios de lo que no debe suceder por respeto al propio Congreso del Estado, al Ejecutivo estatal y por supuesto a toda la ciudadanía, no sólo a la que estaba ahí presente sino a todos aquellos que siguieron por radio y televisión el evento.

El presidente del Congreso, diputado Israel Beltrán Montes, en la réplica al informe del Ejecutivo repitió de nueva cuenta el informe que durante más de dos horas y media habíamos escuchado, convirtiéndose en una falta de respeto para todos. Y qué decir del formato acartonado en el cual demostró con toda claridad que previamente le habían mandado del Ejecutivo el informe para que pudiera resaltar lo que a éste conviniera. Además, en un patrón de discurso adulador hasta la ignominia, estilo de hace más de 40 años, que se vio fuera de lugar en estos momentos que estamos por llegar al nuevo milenio, donde lo normal, democrático, republicano y correcto en una sociedad plural como la nuestra es reconocer aciertos y errores, pero sobre todo el presidente del Congreso simple y sencillamente debería acusar recibo del informe para analizarlo con posterioridad, precisamente porque esa soberanía debe revisarlo a profundidad como marca la Ley que en voz de su presidente ya estaba yéndose de bruces en alabanzas a un informe que en ese momento le estaban entregando.

El presidente del Congreso se tomó más de 20 minutos ante un público ya cansado que completaba en esos momentos más de tres horas de estar sentado y siendo él la autoridad en dicho evento no había quien le pudiera llamar la atención por el abuso de micrófono. Será por la costumbre de ser locutor, profesión a la que sigue dedicado de cuerpo entero y en sus ratos libres se dedica a la diputación.

Las tres intervenciones de los diputados que representan a los diversos partidos en el Congreso, previamente habían acordado que hablarían únicamente por 10 minutos, así lo hicieron los diputados Pavel Aguilar y Cruz Pérez Cuéllar, quienes se excedieron ligeramente debido a las interrupciones de algún público poco respetuoso que no permitía con sus abucheos que continuaran las intervenciones.

En este punto debemos reconocer como un buen gesto ya muy democrático las señales que desde el presídium el C. Gobernador hizo al público para que guardara cordura y permitiera hablar al orador así como también las intervenciones del diputado Israel Beltrán Montes como presidente del Congreso pidiéndole al público silencio para que pudiera continuar el diputado en el uso de la palabra.

Ciertamente las intervenciones de los diputados Pavel Aguilar y Cruz Pérez Cuéllar no fueron alabanzas hacia el Ejecutivo, pero en ningún momento se faltó a la verdad, ni al respeto de ninguna de las autoridades presentes, y por supuesto que dieron a conocer la posición, como debe ser, de un partido de oposición al que representan. Pero la respuesta del diputado Sergio Martínez Garza, que hizo exactamente todo lo que criticó empezando por los 10 minutos de tiempo, los cuales usó más del doble, hasta que el propio presidente del Congreso hecho que también le reconocemos llamó la atención porque estaba excedido en su tiempo. Criticó a los diputados Aguilar y Pérez que no sabían hacer otra cosa mas que criticar, "la misma cantaleta de siempre", dijo, y todo su discurso precisamente fue una verborrea de críticas a sus dos compañeros diputados que le antecedieron en el uso de la palabra y jamas se acordó de que se trataba de dar el punto de vista de su partido con respecto al primer año de gobierno.

El discurso del diputado Martínez Garza fue también de los años cincuentas, estilo muy superado desde hace ya bastante tiempo, en el cual quiso convertirse en defensor a ultranza del Ejecutivo actual.

En cuanto al informe del C. Gobernador del Estado, lo veremos en otro espacio de esta columna editorial para analizar a mayor profundidad lo que ahí informó al pueblo de Chihuahua y el informe que entregó al Congreso del Estado, para poder hacer algún comentario con mayor conocimiento de causa.