Consenso y Legalidad

En días pasados nos enteramos de la resolución de la Suprema Corte en el sentido de dar la razón a los empresarios chihuahuenses que se ampararon en contra del aumento al Impuesto sobre Nóminas.

No se sabe si el gobierno del estado ocultó la información o los mismos medios la desconocían, porque la resolución se dio antes del primer informe del gobernador Patricio Martínez y las primeras notas periodísticas aparecieron diez días después.

Recordamos cómo los empresarios protestaron desde el momento mismo en que la iniciativa fue mandada al Congreso del Estado por el gobernador Patricio Martínez, quien sin consultar a los directamente afectados impuso con "fast track" de la mayoría priísta el aumento al Impuesto sobre Nóminas en más de un 75%.

Decía Patricio Martínez que era insignificante el aumento y que sólo afectaba a un número muy reducido de empresas y que por lo tanto no sería gravosa esa nueva contribución para el estado de Chihuahua. Sin embargo, hoy sabemos que fueron cerca de 400 empresas las que procedieron a ampararse y que generan cerca del 70% de los empleos legalmente generados, esto es sin considerar la economía informal que día con día crece a pasos agigantados, y además nos enteramos de que serán más de 150 millones de pesos que tendrá el gobierno del estado que regresar a las empresas amparadas.

Este es el primer gran tropezón que se lleva el gobernador Martínez en su administración, porque lleva varios en este primer año. Sin embargo, es de reconocerse la postura cordial, civilizada y chihuahuense de los empresarios, quienes han manifestado que esto no debe verse como triunfadores y derrotados y que están en la mejor disposición de seguir apoyando el desarrollo del estado, siempre y cuando se haga en forma consensada con los sectores productivos y además de acuerdo a las leyes de nuestro país.

Lo mismo que les dijo Patricio Martínez a nuestros campesinos que esta semana se metieron a Palacio con todo y caballos: "Apoyo sus demandas, pero no son las forma de pedir las cosas ni a gritos ni metiendo los caballos al patio del Palacio". Hoy su dicho tendrá que llevarlo a la práctica él mismo para que el estado pueda seguir avanzando, pero en forma consensada y dentro de la legalidad.

Aunque "Cero Tolerancia" es un programa de seguridad pública al cual, se le ha dado amplia difusión y se dice que ha tenido buenos resultados, debiéramos llevar este mismo programa a todos los ámbitos de nuestra vida política y social que funcionarios y ciudadanos estamos obligados a cumplir nuestras leyes, porque si únicamente se aplica con fines de seguridad pública y en otros ámbitos la propia autoridad está dispuesta a violentar el orden de derecho, "Cero Tolerancia" pasará a la historia como un programa de buenas intenciones porque nadie puso el ejemplo en todos los demás sectores.

Enhorabuena por la Suprema Corte de Justicia, que como casi siempre ha vuelto a restablecer la legalidad como único medio de convivencia entre los ciudadanos.