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Bono sexenal

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 1 de Noviembre de 2000 Página 5 Sección F

El tema de esta semana ha sido las manifestaciones que han hecho los burócratas federales, ya que no se les va a entregar su gratificación de fin de sexenio. ¿Será que ya no quieren seguir trabajando con la nueva administración que empieza el primero de diciembre?.

Ha existido la costumbre de pagar a la burocracia federal una "gratificación" al llegar el cambio de gobierno. Esto sucedía porque en los primeros sexenios en que empiezan a "regularizarse" los cambios del Ejecutivo federal, después de la dictadura de Porfirio Díaz y después de la Revolución en que el nuevo Ejecutivo ponía a toda su gente y despedía a todos los que habían llegado con el anterior, de tal manera que el bono sexenal se entendía como de despedida, tal y como sucede todavía en la actualidad en algunos municipios muy pequeños de nuestro estado en que cada administración que llega cambia absolutamente a todos los empleados y funcionarios del Municipio.

Esto fue la costumbre, y como dicen, las costumbres se hacen leyes y por lo tanto obligan a todos a cumplirlas. En el caso que nos ocupa se refleja en el presupuesto de egresos de la Federación que año con año aprueba la Cámara de Diputados que es técnicamente una ley que sirve para normar y autorizar al Ejecutivo en qué puede gastar el dinero que se recauda del pueblo a través de los impuestos que todos pagamos.

Son de esas costumbres que por necesidad o conveniencia del momento se van quedando, pero que deben ir cambiando de acuerdo a la realidad de los tiempos, y como explicábamos al principio de este escrito, las circunstancias actuales ya son diferentes, de tal manera que en diciembre del año pasado la Cámara de Diputados decidió no autorizar ya el pago del famoso bono sexenal, y no había causado inquietud alguna hasta ahora, diez meses después.

La situación se antoja complicada, porque por un lado los burócratas federales tienen razón al reclamar lo que ya era una costumbre de años, pero por otro lado el Ejecutivo no tiene la partida presupuestal autorizada para hacerlo. También hay que ver que necesitamos ir cambiando este país de tantas costumbres que en su momento tuvieron su razón de ser, pero que ya se deben ir cambiando y debe irse transformando en bonos de productividad y eficiencia en donde entraríamos al servicio civil de carrera, de manera tal que el tabulador de salarios estuviera en los mismos niveles que está ese mismo puesto o similar en otras instituciones o empresas y cada seis meses se les estarán aplicando exámenes, para que los ascensos se den de acuerdo a la eficiencia que cada cual tiene en su trabajo y todos los que cumplan con las normas, que todo mundo deberá conocer, no estará sujeto a cambios de sexenio, de partidos o corrientes de los mismos, y me parece que México ya está preparado en el ámbito federal, estatal y en algunos municipios para transformarse en un gobierno moderno del siglo veintiuno.

Asimismo deberán cambiarse muchas costumbres o paradigmas que ya no debemos tener, como son las famosas nóminas confidenciales, secretas, compensaciones, o el nombre que se quiera dar, pero lo que significa es una evasión de impuestos por el propio gobierno que debería ser el ejemplo y resulta todo lo contrario, que en su momento tuvo razón de ser para nivelar los salarios con los de las demás instituciones o empresas particulares, pero que ya deberán desaparecer porque las finanzas públicas se deben manejar con toda transparencia, como ya los tiempos actuales demandan, ya que todo este tipo de partidas "secretas", por llamarles de alguna manera, deben desaparecer, porque sólo se prestan para manipular el presupuesto al gusto y antojo del Ejecutivo, sea éste municipal, estatal o federal.

Bono sexenal, un problema en puerta que probablemente se le quiere heredar al próximo presidente de México, bien sea estableciendo de manera inobjetable la costumbre para obligar al que sigue a tenerlo que hacer o para posicionar a muchos eventuales que todavía no tienen la base. La solución es otra, como ya lo dijimos, para que realmente beneficie a todos los burócratas y éstos a la vez desempeñen mejor su trabajo en bien de todos los ciudadanos.