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Elecciones desangeladas

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 27 de Febrero de 2001 Página 5 Sección F

El domingo pasado se llevaron a cabo las "elecciones internas" del PRI para elegir a sus candidatos a presidente municipal en los 67 municipios del estado, con el resultado que ya de antemano todo mundo sabía porque era muy claro cuáles eran los candidatos del gobernador, y aunque se tratara de presentar el proceso como muy democrático y novedoso, la verdad es que sigue siendo el mismo proceso amañado y sesgado donde la línea se respeta a cabalidad.

El único caso donde el candidato del gobernador no obtuvo la mayoría de votos fue en Delicias, donde Guillermo Márquez perdió la elección contra Héctor Baeza Terrazas, hermano del presidente municipal de Chihuahua y por supuesto que la elección está siendo impugnada por no haber logrado el triunfo quien contaba con la bendición desde lo alto y que en su desesperación días anteriores a la elección llevó a un evento de su precampaña a la popular Karina Yapor.

El título de este editorial va encaminado a la muy baja participación de los chihuahuenses en el proceso del PRI, principalmente en esta ciudad capital, donde sólo acudieron a votar 15,853 personas, según información publicada por El Heraldo de Chihuahua hasta las 10:30 de la noche del domingo, lo que representa únicamente el 3.5% del padrón electoral de este municipio, con lo que se demuestra lo desangelado de dicho proceso y el bajísimo interés que tuvieron los capitalinos en participar en el dizque proceso interno del PRI.

Hubo casillas en las que votaron menos de 10 personas, lo cual manifiesta la nula presencia del PRI en esa sección. ¿Dónde quedó la estructura del poderoso partido oficial?.

A nivel estatal únicamente participaron 60 mil electores de un universo de 1,939,255 electores, lo que representa únicamente el 3.1% de participación a nivel estatal. ¿Será este el nivel de interés de los ciudadanos en el PRI?.

Hubo algunos municipios donde el nivel de participación fue bastante más alto, como es el caso de Cuauhtémoc, donde votaron 20,888 de un padrón de 76,671, lo que representa el 27.2% de participación del padrón nominal. En el caso de Delicias igualmente la participación fue del 19.7% de los votantes, lo que representa un razonable interés de los ciudadanos de estos dos municipios en participar en el proceso del partido oficial en el estado de Chihuahua.

En Ciudad Juárez únicamente votó el 2% de los 758,770 electores, es decir participaron 19,238 ciudadanos, lo cual puede ser un claro presagio de una derrota del PRI en esta frontera, donde ya lleva tres administraciones seguidas que son de Acción Nacional y muy seguramente esta cuarta también lo será.

Muy costosa la campaña del candidato oficial del PRI para la ciudad de Chihuahua, ya que en 42 días de campaña prácticamente tapizó la ciudad con carteles espectaculares, saturó los tiempos de radio y televisión con sus spots, diariamente aparecían cintillos en la prensa, además de comidas, desayunos y cenas con numerosos ciudadanos, muchos de los cuales finalmente no acudieron a votar, pero sí asistieron a todos los agasajos a que fueron invitados y que todo sumado representa un gasto de más 2.5 millones de pesos para obtener tan sólo 11,300 votos, da la impresión de que la publicidad y la mercadotecnia no dieron resultado y mucho menos se tradujeron en votos para el candidato oficial. Bien dicho que "gallina que come huevo, aunque le quemen el pico", hoy vemos las protestas de la precandidata Borunda acusando que la campaña no fue limpia y que hubo irregularidades, dijo que la tinta no era indeleble y algunos otros distinguidos priístas como Fernando Baeza, que también declararon públicamente que el proceso era inequitativo y muy poco democrático, por lo que el resultado electoral ya se conocía desde semanas antes a que éste se llevara a cabo.

No cabe duda que el síndrome de la derrota está campeando en el PRI, por lo que difícilmente podrán salir de él para las próximas elecciones locales en el estado de Chihuahua, donde muy seguramente volverán a perder las elecciones en la mayoría de los municipios y distritos electorales, como sucedió el pasado 2 de julio. Qué diferencia del Partido Acción Nacional, que logró salir de la derrota electoral y financiera del 98 a resultados muy positivos en ambos sentidos en la elección del 2000. Hoy el PRI tendrá que aprender el sabor de la derrota y recomponerse totalmente o resignarse a desaparecer, porque ya ni sus propios simpatizantes creen en ellos y menos aún si continúan cometiendo los mismos errores que los llevaron a la estrepitosa derrota electoral del año pasado.

Un proceso desangelado el del PRI el pasado domingo que presagia con toda claridad los resultados que obtendrán en la elección constitucional del 1º de julio.