Reunión de gobernadores

El sábado pasado se llevó a cabo la reunión de gobernadores con el presidente Vicente Fox en la ciudad de León, Guanajuato. A la que asistieron todos los gobernadores y el regente de la ciudad de México.

Manuel López Obrador se puso los moños de que no asistiría al rancho de San Cristóbal, donde originalmente se les había invitado, porque a él no le gustaba estar entre las vacas, es decir que él es flor de pavimento, y el otro que también amenazó con no asistir fue José Murat, gobernador de Oaxaca, quien manifestó que no era republicano juntarse en un rancho. Finalmente los dos dejaron sus poses protagónicas y asistieron, cuando cualquier persona entiende que si alguien te invita a su casa, así sea ésta un rancho, quiere decir que te está brindando no sólo un acercamiento, sino su amistad, porque no se invita a la casa de uno a cualquier persona.

Dice la crónica que casi todos llegaron temprano, excepto unos pocos que llegaron media hora después de iniciada la reunión. Entre los que llegaron tarde iba Patricio Martínez, de Chihuahua. También relatan cómo algunos de ellos se salían de la junta para regresar luego ya con acuerdos o recibir línea de Dulce María Sauri Riancho, ya que es el esquema al que han estado acostumbrados durante más de 70 años.

Pero lo realmente de fondo es lo que ahí se dijo, porque fueron sumamente interesantes los conceptos vertidos por los gobernadores priístas: "no es posible obtener los grandes acuerdos políticos que el país requiere para consolidar los avances democráticos, cuando pareciera que algunas acciones de gobierno indican asomo de revancha; cuando en amplios sectores de gobierno parecen aplicarse prácticas sectarias y partidistas pretendiendo continuar un régimen clientelar hace tiempo en retroceso por voluntad popular". Esta frase es para desmenuzarse y mandarse para Ripley.

Ahora sí reconocen los avances democráticos que el país ha tenido, pero además lo reconocen que es gracias a la voluntad popular y no gracias al PRI, como lo han querido hacer creer, pero qué bueno que finalmente reconocen el avance democrático que se está dando en México y fue a pesar del PRI.

Por otro lado también reconocen que el país estuvo gobernado por un partido que únicamente usó prácticas sectarias y partidistas y que era un régimen clientelar, es decir se reconoce que durante todo el priato sólo les importó mantenerse en el poder y no gobernar para los mexicanos como era su obligación, es decir que buscaban el poder por el poder, para servirse de él y no para servir.

Asimismo dijeron que "rechazamos la imposición y linchamiento de los contrarios como instrumento para legitimar un régimen que inicia y al cual le hemos dado todo nuestro respeto y apoyo", asimismo se quejaron de que unilateral y arbitrariamente se imponen delegados de las dependencias federales en cada entidad. Contradictorios a más no poder, porque por un lado hablan de democracia y por otro lado dicen que el actual régimen se quiere legitimar al imponer delegados federales en cada uno de los estados. ¿Qué no fue la voluntad popular la que le dio el triunfo al PAN?. La legitimidad viene de una elección y nada más, la legitimidad no se la van a dar los delegados. ¿Qué no dijeron que ya el sistema cambió?. pues así mismo tienen que cambiar los delegados, que a decir verdad se han cambiado en la gran mayoría de los casos para poner a otro priísta desgraciadamente. También afirman que a este nuevo régimen le han dado todo su respeto y apoyo, lo cual al menos en el estado de Chihuahua es para morirse de risa, y no merece mayor comentario por ser pública la postura de "respeto y apoyo" de Patricio Martínez al nuevo gobierno del presidente Fox.

Terminaron gobernadores priístas diciendo: "requerimos certeza, confianza, credibilidad y claridad en proyectos e intenciones para poder consolidar acuerdos que nos permitan gobernar conjuntamente este país". Ahora resulta que quieren gobernar el país en lugar de sus estados, la voluntad popular le dio el poder a Vicente Fox y ellos mejor que nadie saben que el poder no se comparte, el poder se ejerce. Por otro lado los gobernadores deben ponerse a gobernar sus estados, porque el avance es tan pequeño en algunos de ellos, como es el nuestro, en lugar de estarle echando la culpa a la federación de todas sus miserias en seguridad, en empleo, en la sequía, etc.

Ahora sí se atrevieron los gobernadores priístas a decirle al Presidente de la República de lo que tuvieron que deslindarse la semana anterior del famoso desplegado, aunque en términos de Rodríguez Alcaine, jefe de la CTM, se llamó de otra manera.