El derecho de disentir

A últimas fechas parece que en el estado de Chihuahua el derecho a disentir está desapareciendo por la intolerancia de la autoridad estatal.

A finales del año pasado se encontraron en Ciudad Juárez los cadáveres y las osamentas de ocho mujeres más, acontecimiento que por supuesto provocó que el malestar que ya se ha apoderado del estado se hiciera más grande. A los pocos días la Policía Judicial del estado detiene a dos choferes de camiones urbanos como presuntos responsables de esos asesinatos. Sin embargo, la forma en que se hace la detención de esos choferes y sus declaraciones parece que fueron arrancadas al viejo estilo de la tortura, ya que algunos medios de comunicación sacaron fotografías y video donde aparecen con golpes en diversas partes del cuerpo y con las rodillas hinchadas de golpes.

Mario César Escobedo Anaya, abogado que se atrevió a disentir y a defender a los presuntos culpables de los asesinatos de las ocho mujeres, fue muerto a balazos por elementos de la Judicial del estado, tema que ya tratamos en un editorial que titulamos "Huele muy mal", donde conjuntamos notas periodísticas en las cuales se veían con bastante claridad las irregularidades en que habían incurrido los agentes estatales, y aun así la Procuraduría del Estado estuvo defendiéndolos con desplegados a plana entera. Afortunadamente en este caso ya fueron consignados y destituidos de la corporación, después de que la ciudadanía presionó bastante por lo increíble del caso, aunque ya no se ha vuelto a saber más sobre este asunto, como en muchos casos en que se ha visto envuelto el gobierno estatal.

Hace dos semanas que el edificio del PRI en Ciudad Juárez fue baleado por desconocidos. El presidente del comité municipal de ese partido insinuó públicamente que dicho podría venir de los panistas, ya que éstos se habían inconformado por la cercanía que tiene ese local con el de la Asamblea Municipal Electoral. El presidente del PAN en el estado declara que a lo mejor fueron los mismos priístas, situación que molestó al PRI al grado de poner una denuncia penal contra el Lic. Cruz Pérez Cuéllar, con el ánimo de ver si lo pueden encarcelar, y como la Procuraduría de Justicia en el estado es de gente del mismo PRI, a lo mejor creen que lo van a lograr. Posteriormente se comprueba que no fueron balazos, sino que algún muchacho vago con un rifle de postas había hecho ese daño.

Otro caso más de que en este estado no se puede disentir porque la autoridad estatal puede intentar ponerte en la cárcel:.

La semana pasada salió un desplegado en los periódicos donde se le pide al gobernador que deje de atacar al presidente de Coparmex en la ciudad de Chihuahua, ya que lo había llamado apéndice del PAN, y en ese desplegado le reclaman al gobernador, ya que Coparmex nunca es partidista y, por lo tanto, le piden que tenga más respeto para este organismo, entre otros. "Casualmente" al día siguiente de ese desplegado la Judicial del estado va a uno de los restaurantes del presidente de Coparmex, ya que según esto una llamada anónima, que no pudieron rastrear porque la hicieron desde un teléfono público, denunció que en el baño de ese restaurante se estaba llevando a cabo una compra-venta de droga. Al llegar los policías del estado "encontraron" tirados en el suelo del baño unos pequeños envoltorios de polvo blanco que presumiblemente era droga y, por lo tanto, procedieron a cerrar el local.

Fue tan burda esa operación, que nadie creyó que realmente se hubiera llevado a cabo dicha operación de compra-venta, en primer lugar porque si así hubiera sido, el vendedor de la droga, si no la hubiera vendido se la hubiera llevado, o el comprador si ya la hubiera comprado también se la hubiera llevado, ya que nadie deja tirada la droga en el suelo, por el mucho dinero que vale. Casualmente la policía no encuentra persona alguna que estuviera llevando a cabo la transacción.

Además, Pizza del Rey Campestre, que tiene ya muchos años de establecido, jamás se ha caracterizado por ser un lugar de reventón o de jóvenes con esa clase de problema. Días después le permiten al presidente de Coparmex reabrir el restaurante y no sólo le dicen el clásico "usted disculpe", sino que le dejan la amenaza de que tenga más cuidado con las gentes que deja entrar a su negocio.

El derecho de disentir lo quieren desaparecer, sin embargo los ciudadanos de Chihuahua son bastante maduros para dejarse presionar o engañar, hoy más que nunca defenderemos nuestras libertades básicas.