Mal perdedor

Hace dos semanas escribíamos en este mismo espacio acerca de las encuestas que se habían dado a conocer en Ciudad Juárez una semana antes de la elección y comentábamos que todas ellas daban como favorito al candidato del PAN por más de 9%. ventaja imposible de remontar en tan sólo una semana que quedaba para la elección, además de que las tendencias en ese momento eran hacia arriba para el candidato de Acción Nacional y a la baja para el candidato del PRI-Alianza.

¿Qué sucedió en una semana que lograron revertir las tendencias y perder por tan sólo un punto porcentual?, decíamos en aquel editorial que sólo si bajaba la Virgencita de Guadalupe lo iban a lograr, pero que esto era imposible porque ella no se metía en política. Aplicando este 9% como mínimo a la votación obtenida el pasado domingo en Juárez, nos da una diferencia de 27,000 votos a favor del PAN (votaron 300,000 gentes aproximadamente), pero el PAN sólo aventajó por 2,017 votos. Esta es la razón del enojo del PRI-Alianza, ya que de nueva cuenta volvieron a inducir el voto con sus mismas costumbres de toda la vida -nunca cambiarán- y por poco lo logran. No en balde estuvo el señor Gobernador junto con todos sus funcionarios de primero, segundo y tercer nivel, acantonados en Ciudad Juárez durante los dos últimos meses. Por esto no pueden creer que no hayan logrado ganar después de todo el esfuerzo personal y económico que le metieron.

Primero dijeron que eran demasiados votos nulos los que habían salido, que no era posible que los votos nulos le hubieran ganado a los otros dos candidatos que habían participado, algo raro debe de haber, dijeron, con lo cual ponían en duda a más de 15,000 personas que habían participado en la jornada electoral como funcionarios de casilla o como representantes de partidos, incluyendo a los de su partido (fueron 1,476 casillas por 10 personas que participaron en cada una de ellas promedio). Seguramente todos los anulados eran de nosotros, gritaban, pero al momento de contarlos, los anularon porque la gente votó sólo marcando un partido dentro de la Alianza o varios de ellos. ¿Tan mal así piensan que capacitaron a todos los que estuvieron en la casilla? ¿los representantes del PRI se quedaron dormidos y no se dieron cuenta que esos votos eran de ellos?, porque es muy claro que si alguna boleta tenía una cruz en el logo del PRI solamente o marcaron a varios partidos dentro del logotipo de la Alianza, por supuesto que ese voto era para la Alianza.

Por otro lado argumentaban que eran muchos votos nulos en tres o cuatro casillas, cuando lo lógico era pensar que al finalizar la jornada electoral, el funcionario de la casilla los había reportado como nulos en vez de ponerlos como inutilizados. Normalmente en cada elección se dan de 6 a 10 votos nulos por casilla, de tal manera que si multiplicamos 1,476 casillas por unos 8 votos nulos en cada una de ellas, tendríamos 11,808 votos nulos, pero en esta elección sólo se tuvieron 10,571 es decir menos de la media, pero a los señores de la Alianza se les hacían muchos. "Hay que abrir todos los paquetes electorales y contar voto por voto" reclamaban. La Ley Electoral es muy clara en su artículo 145 que establece las únicas causas para poder abrir los paquetes y sólo aquellos que caigan en esos supuestos.

El Instituto Estatal Electoral tomó la decisión de abrir todos aquellos paquetes electorales que cayeran en el supuesto mencionado y que se podía llegar hasta el 10% de los paquetes electorales, siendo la Asamblea Municipal Electoral la que debía hacerlo, ya que de acuerdo a la Ley sólo es la autoridad municipal electoral la que puede hacer el escrutinio y cómputo de votos de una elección municipal y son ellos los únicos que pueden extender la constancia de mayoría al candidato ganador. Acordado lo anterior, al día siguiente los aliancistas se niegan a dejar que la autoridad electoral continúe con su trabajo que la Ley le marca y que ya se encontraba retrasado por la anarquía provocada por los priístas, sin embargo finalmente se puede proceder al escrutinio y cómputo de votos y hasta el momento de escribir este editorial se llevan computados 461 paquetes de los cuales se han abierto 46, es decir el 10% y el resultado sigue sin cambio prácticamente, es decir que el PAN es el que va arriba y muy seguramente que el resultado final no cambiará.

Ahora el presidente estatal del PRI y su candidato dicen que van a impugnar el resultado ante el Tribunal Estatal Electoral, sin haber terminado el escrutinio y cómputo, claro que al empezarse a abrir los paquetes como ellos querían y no encontrar el resultado pretendido, ya saben que están perdidos, pero ahora le van a tirar a anular la elección como lo hicieron hace 8 meses en la pasada elección, para que entonces el gobernador pueda imponer otro gobierno municipal provisional a través de la mayoría priísta del Congreso y por supuesto que ese Concejo Municipal será priísta como el actual. El gobernador y su partido ahora sí que van a necesitar que la Virgencita les ayude para poder sacar esta tirada adelante, porque por los caminos legales definitivamente que no lo van a lograr.

No cabe duda que el PRI es un mal perdedor, ya que no puede reconocer su derrota y en lugar de eso trata de arrebatar un triunfo que no obtuvieron en las urnas.