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Más seguridad para Juárez

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 19 de Noviembre de 2002 Página 5 Sección F

La semana pasada estuvimos en una rápida visita al secretario de Seguridad Pública del país, en sus oficinas de la ciudad de México, donde nos atendió en forma muy ejecutiva y eficiente.

No tenía el gusto de conocerlo, pero me causó muy buena impresión.

Alejandro Gertz Manero nos anunció que ya se tiene un plan listo para mejorar la seguridad pública en Ciudad Juárez. De hecho se pensaba presentarlo esta semana en aquella ciudad fronteriza, pero a petición nuestra, por ser el miércoles día festivo, se va a retrasar una semana.

De hecho nos confirmó lo que yo había tratado en alguna colaboración editorial de hace dos o tres semanas, cuando mencioné que las fuerzas policiacas federales son bien pocas y nos dio la cifra exacta de 4,400 elementos para todo el país, es decir, que en promedio tienen 140 elementos por estado y que si los dividimos en tres turnos nos da que en activo sólo están de 40 a 50 elementos por estado.

Que donde realmente hay una fuerza policiaca es en los municipios y algo en los gobiernos de los estados, así sumadas estas dos fuerzas se calcula en 340,000 elementos en todo México, de tal manera que para poder atacar la inseguridad pública que hay en el país se debe contar con todas las fuerzas policiacas de los tres niveles de gobierno.

También nos comentó que cuando un gobernante dice que no puede intervenir en un "picadero" o en un sembradío de mariguana, que porque no es su función (sin que fueran alusiones personales para nuestro estado), así como en los ajustes de cuentas entre narcos (esto lo agrego yo), es realmente -dijo- un insulto a la Constitución, además de que los delincuentes se han de estar destornillando de la risa al ver cómo las autoridades sólo se avientan la pelota una a la otra mientras ellos continúan en sus actividades delictivas.

El compromiso va en serio, habrá más recursos económicos para el año 2003 en este rubro y una mejor coordinación entre todas las fuerzas policiacas.

Por supuesto que no se anunciarán las grandes acciones de tanques de guerra para acabar con los delincuentes, pero sí con medidas sencillas pero que vayan acabando con los delincuentes desde sus orígenes.

Por ejemplo, nos comentó que a veces los problemas empiezan desde la colonia donde vive uno y tiene problemas con algún vecino que le gusta estacionarse a la entrada de mi cochera, pero no hay autoridad que ponga el orden.

Así como el que se estaciona enfrente de la casa, con el estéreo a todo volumen hasta altas horas de la madrugada y no hay quien le diga nada.

Cuántas veces vemos que el semáforo empieza a parpadear y luego se pone en rojo, pero aun así seguimos de frente porque llevamos prisa y no sucede nada.

Ya nos estamos acostumbrando a hacer las cosas mal y que parecen bien, incluyendo a la propia autoridad.

Es necesario establecer nuevas formas de impartir la justicia, como puede ser el establecimiento de los jueces comunitarios que impartan justicia de forma expedita para casos como los que acabo de mencionar o el que se robó una gallina o la bicicleta, ya que todos estos casos van a dar a los jueces regulares que se saturan con cientos y miles de asuntos que luego no alcanzan a resolver.

Con el juez comunitario se resolverían todos los problemas sencillos de una manera rápida, obligando a reparar el daño de inmediato y si no tiene al delincuente con que repararlo, se le dará trabajo comunitario, como puede ser que se ponga a pintar la escuela o a reparar los sanitarios de la misma, a construir la cancha de basket-ball o tantos otros trabajos que siempre se tendrán en la comunidad, pero lo que falta es una autoridad que ponga orden.

Por otro lado, es muy importante que la Procuraduría del Estado y la federal entreguen reportes semanalmente para que se le pueda ir dando seguimiento a todos los asuntos que pasan en nuestra comunidad.

Al igual que se reporten todas las consignaciones que se llevan a cabo por cada una de las autoridades.

Estos informes deberán ser públicos para que se pueda ciudadanizar la justicia.

Las leyes en México son buenas, pero lo que falta es una aplicación más pareja, ya que depende de quién es el ofendido y quién es el ofensor, es como se aplica la ley.

Además todos los códigos tienen que tener sanciones y que éstas estén de acuerdo a nuestros tiempos y nuestra realidad, sino no van a servir para nada.