Rumbo al 2003

El pasado fin de semana se llevó a cabo una sesión de Consejo Nacional del PAN, con el objeto de dar cumplimiento a los nuevos estatutos que establecen que la plataforma política electoral debe ser aprobada por ese órgano de gobierno y no por una asamblea nacional, como se establecía antes de la reforma de hace un año en Querétaro.

Sobre la plataforma legislativa para el año que entra, les escribiré en mis próximas entregas, porque la verdad es que resultó muy interesante, con propuestas realmente de mucha avanzada, pero en esta ocasión les hablaré de cómo iremos a esta elección, lo cual quedó muy claro en la intervención de nuestro presidente nacional, Luis Felipe Bravo Mena.

En primer lugar, el PAN no tiene antecedentes de ser un partido de Estado, ni le agobian tales vicios, ni tiene la añoranza por llegar a ser algo que nunca ha sido, por lo que iremos como un partido de ciudadanos y únicamente con la fuerza que éstos le dan. Se puede decir que por primera vez iremos a unas elecciones donde no habrá un partido de Estado como lo fue el PRI durante casi 70 años, cuando se usaba toda la fuerza y el poder político y económico para ganar las elecciones a como diera lugar, aun contra la voluntad ciudadana, como lo vivimos aquí en Chihuahua en 1986 en aquel "verano caliente", en el que el partido-gobierno tuvo que echar mano de todos los recursos a su disposición, como fue el ejército, para poder "ganar" con "carro completo" esa elección, cuando todo Chihuahua supo que la mayoría queríamos que ganara el PAN. El año que entra todos los partidos irán a la elección como iguales, aunque el PRI tenga la añoranza de regresar al uso de cuando fue partido de Estado y habrá que estarle cuidando las manos para que no vayan a caer en tentaciones, porque todavía quedan muchos gobernadores y alcaldes de ese partido que van a intentarlo o lo van a hacer, con el riesgo que todo eso conlleva.

Ahora vemos cómo el PRI tenía en su caja de seguridad cientos de millones de pesos del pueblo de México para usarlos como "caja chica" en efectivo para la compra del voto del área rural, mejor conocido como "el voto verde". Dinero que se robaron de Pemex, dizque como un apoyo al poderoso sindicato petrolero que sin mayor rubor ahora nos enteramos que le entregaban finalmente a Beatriz Paredes en efectivo, después de pasearlo por Estados Unidos para disimular a donde estaba yendo todo ese dinero. Esa misma señora que hoy preside la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que quiso ser presidente nacional del PRI con el apoyo de algunos gobernadores, entre ellos el de nuestro estado, pero que le ganó Roberto Madrazo, quizás porque tuvo más mañas que ella y como dice el refrán popular: "ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón".

"Iremos al debate de propuestas y expondremos razones; de ninguna manera nos prestaremos a un festival de descalificaciones o a un concurso de radicalismo demagógico, ni mucho menos a una subasta de dolores acumulados en tantas décadas de manipulación política. Ofrecemos civilidad y sobre todo, un compromiso definitivo con el bien de la nación, tal vez a otras opciones les inspire el deseo de revancha o de la frustración y ello les impulse a querer convertir la lucha electoral en un desgarramiento del país; definitivamente el PAN no será un factor de confrontación política sin limites éticos", aseguró Luis Felipe Bravo durante su intervención. Esta es la segunda realidad que tendremos en las próximas elecciones, es decir que para pelearse se necesitan dos y se le está diciendo al PRI que para una campaña de guerra sucia no cuente con nosotros. Esperemos que esto se logre porque ya la ciudadanía está cansada de ver tantas campañas que se convierten en puros insultos y descalificaciones entre los candidatos, donde se usan hasta situaciones totalmente personales que sólo rebajan a niveles de primitivismo las campañas y que finalmente se convierte en abstencionismo y sólo sale a votar el voto duro de cada partido y no toda la ciudadanía en general.

Tercera condición es que deberemos buscar los verdaderos liderazgos y con verdadera capacidad, para invitarlos a que participen, sin que esto se malinterprete como que ya es algo predeterminado, sino que nuestros procesos de selección interna deberán ser para elegir a las y los mejores, así que los panistas deberemos votar razonadamente y no en función de intereses personales, de grupo o facción.

De la misma manera deberemos pedirle a la ciudadanía su voto razonado para que ya en la elección constitucional se vote por las y los mejores candidatos, porque esto significará la oportunidad de reforzar y acelerar la transición por la que nos encontramos en nuestro país, ya que de otra manera se corre el riesgo de que esta transición se convierta en una regresión, lo cual sería desastroso para México, ya que tendría los efectos como de una poda y ya podrán imaginarse el autoritarismo, los abusos, la corrupción, el robo al dinero del pueblo y todas aquellas mañas que queremos que se acaben de ir, que es mejor ni imaginar cómo nos iría.