Barak Obama, una esperanza

Hace una semana tomó protesta el primer afroamericano presidente número 44 de la nación más poderosa de la tierra y a la vez una de las naciones que más discriminación han tenido.

El propio Obama en su discurso de toma de protesta se refirió a la feroz discriminación, cuando dijo: "Porque un hombre cuyo padre hace menos de 60 años no podía ser servido en un restaurante, puede ahora presentarse ante ustedes para prestar el juramento más sagrado".

Es más, hace tan sólo 26 años que algunas universidades públicas no aceptaban negros como estudiantes, como en el estado de Alabama, en donde tuvo que haber una sentencia de la suprema corte ordenando la inscripción de un estudiante de color y el gobernador a la puerta de la universidad se opuso a cumplir la orden, sólo que quien la iba a ejecutar le dijo al gobernador: "En la bolsa del saco traigo la orden de arresto suya si no acata la orden y ahí en la esquina está el ejército esperando", por supuesto que el gobernador dobló las manos de su racismo y dejó entrar al joven de color.

También se refirió a la esclavitud en ese país, cuando dijo: "Por nosotros (nuestros antepasados), se esforzaron en fábricas explotadoras y colonizaron el oeste de Estados Unidos, soportaron el látigo y labraron la dura tierra".

El discurso de toma de protesta ha sido calificado de sobrio, realista y de civilidad. Obama reconoce que su país está en su peor crisis económica, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por el fracaso colectivo de no adoptar decisiones difíciles. Además dijo que "estamos en guerra contra una poderosa red de violencia y de odio", pero anunció su terminación al decir que "comenzaremos a dejarle responsablemente Irak a su gente y forjar una bien ganada paz en Afganistán".

Para salir de la crisis, dijo que aquellos cínicos que no han entendido que el piso se movió bajo sus pies y "las estériles discusiones políticas que nos han consumido por tanto tiempo, ya no son vigentes" (el que tenga oídos que escuche, porque nos cae el saco a la medida aquí en México), además, dijo "una nación no puede prosperar prolongadamente cuando favorece sólo a los prósperos" (ídem).

Ofreció su mano amiga a todas aquellas naciones que necesiten ayuda, para todos aquellos que quieran un futuro de paz y de dignidad, pero también les advirtió a los que quieren conservar el puño cerrado: "No ofreceremos disculpas por nuestro estilo de vida, ni tampoco titubearemos en su defensa, y para quienes buscan alcanzar sus metas provocando terror y asesinando inocentes, les diremos que nuestro espíritu es más fuerte y no puede ser roto; no pueden durar más que nosotros, y los derrotaremos".

Un hecho histórico la llegada de un negro a la Presidencia del los Estados Unidos, como fue histórica su campaña, ya que renunció a los 60 millones que tenía derecho de fondos públicos y se dedicó a conseguir pequeños donativos de la gente más pequeña, logrando juntar el doble que su adversario, 770 millones de dólares, a la vez que los involucraba, ya que el que había donado uno o cinco dólares, se sentía parte de la campaña.

Utilizó como nadie el internet para recaudar fondos y para comunicarse con la gente.

Les propuso la fórmula para el éxito: "Pero esos valores sobre los que depende nuestro éxito: Trabajo, arduo y honestidad, valor y justedad, tolerancia y curiosidad, lealtad y patriotismo, son valores antiguos y aunque los retos pueden ser nuevos, estos valores han sido la fuerza silenciosa de progreso durante nuestra historia" (aplicables también en México).

La frase que para mí marcó el discurso fue: "Hoy nos reunimos porque escogimos esperanza en lugar del miedo, unidad en lugar de conflicto y discordia". Esta aplica para todo el mundo hoy en día, no sólo con la crisis económica, sino la inseguridad que padecemos en algunos lugares como Chihuahua.

Se fue el frívolo de Bush, llega Obama, esperanza no sólo para los americanos, sino del mundo.