Lo que la influenza se llevó

Las noticias van y vienen en cuanto a los daños en enfermos, en vidas y económicos que nos ha dejado la influenza hasta el momento. Las cifras varían hacia arriba y hacia abajo con el paso de los días, pero lo que nadie puede negar es que el daño económico ha sido grande en la mayoría de los sectores y sobre todo en nuestra ya debilitada situación.

El sector más golpeado es el turismo, se habla de que los principales destinos turísticos de nuestro país están entre el 10 y el 20% de ocupación, lo cual ha obligado a cerrar algunos hoteles, restaurantes, agencias de viajes, etcétera, en lugares como Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta, entre otros. El secretario de turismo, Rodolfo Elizondo Torres, trató de que el periodo vacacional no se viera recortado por las clases, pero se topó con la pared de la Secretaría de Educación. Para nuestra desgracia con tanta difusión que se le ha dado a este tema en el mundo, este sector, que era el segundo en importancia, después del petróleo, se va a llevar algunos meses en tomar su ritmo, con los daños económicos de cierres y despidos.

La influenza ha hecho que mucha gente pierda su empleo, su salario, su salud, la libertad de reunirse con la multitud, pero sobre todo ha perdido la paz. La influenza ha puesto de manifiesto nuestros temores ancestrales. Los romanos decían que "peor que la guerra es el temor a la guerra", y ahora podemos decir que "peor que el virus es el temor al virus". El miedo nos ha causado mucho más daño que la influenza misma.

Cuando este problema comienza, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, declaró en red de televisión nacional que no se preocuparan, ya que por influenza morían 30 mil americanos al año, con lo cual estaba tratando de darle confianza a su pueblo, para que no los invadiera el miedo.

El sector maquilador se negó a cerrar del 1 al 5 de mayo, con justa razón dijeron que las pérdidas serían insoportables, ya que sus productos forman parte de una cadena de producción mundial de algún producto automotriz, electrónico o de la aviación y hoy nos informa el presidente de la asociación de maquiladoras que la pérdida hubiera sido de más de mil 300 millones de pesos, cifra que comparó con el presupuesto anual del Gobierno del Estado que está calculado en 33 mil millones, es decir que ellos en 5 días hubieran perdido el 4% del presupuesto anual del estado.

El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, el mismo que pronosticó que ante la crisis económica que estaba entrando Estados Unidos, México sólo iba a padecer un catarrito, hoy declara que nuestro país está oficialmente en recesión, ya que llevamos dos trimestres con decrecimiento económico, siendo un poco más del 7% acumulado, lo cual quiere decir que el Estado va a recibir unos 2 mil 300 millones menos de lo presupuestado, cuando siempre era al revés, recibía más de lo presupuestado ya que el precio del petróleo había estado a la alza y hoy se encuentra a una tercera parte del precio que tenía hace un año, aunque ya se endeudó el Gobierno estatal por esa misma cantidad, para no detener las obras que se tenían programadas y para impulsar el empleo de alguna manera.

Lo que la influenza se llevó no sólo fueron la paz y tranquilidad, que ya se la habían llevado la inseguridad que priva en todo el país, pero de manera muy alta en nuestro estado y que en estos últimos días se ha vuelto a desatar de manera impresionante, sino que se llevó la esperanza de la mayoría de los mexicanos de un mejor nivel de vida en el corto plazo, esperanza que tendrá que aplazarse por un tiempo, a que hayan pasado todas estas calamidades.

La influenza se llevó muchas cosas, pero nos dejó muchos temores que tenemos que resolver rápidamente como decía el filosofo Marín Heidegger, con la serenidad que debemos tener ante las situaciones difíciles: "La serenidad ante las cosas difíciles y el misterio coinciden. Nos ofrecen la oportunidad de comportarnos de una manera totalmente diferente en el mundo, para que podamos estar y subsistir sin peligro alguno".