Un arresto anunciado

La manera en que se dio a conocer y como manejaron los principales medios de comunicación la nota del último amparo obtenido por Juan Blanco, candidato a diputado federal por el Sexto distrito, era claro que a la cárcel lo iban a meter a como diera lugar, con orden de aprehensión o sin ella, como así sucedió.

Fue evidente que a Juan Blanco lo arrestaron sin la orden correspondiente y para mayor claridad, fueron las más de tres horas que duró él detenido en los patios del Cereso, porque la orden de arresto no llegaba, de tal manera que primero ejecutaron y luego el juez tuvo que dar la orden, razón por la que no lo podían ingresar al centro penitenciario. ¿Por qué no atacó a este juez el jilguerillo oficial, Héctor Villasana Rosales, como lo había hecho el día anterior contra todos los jueces que habían otorgado el amparo a Juan Blanco? Porque claramente se vio la línea recibida para liberar una segunda orden de aprehensión en contra del ya detenido.

Dicen que el juez recibió "nuevas" pruebas de cohecho, recibiendo facturas de publicidad para candidatos panistas en la elección de hace dos años, por parte de la hermana y la mamá de uno de los exsocios de la empresa involucrada en el Relleno Sanitario, ya que estos familiares directos de Armando Acosta tiene una imprenta. Teniendo la imprenta pueden presentar "las pruebas" que quieran, pero eso no demuestra nada, si acaso lo único que demuestra es que hicieron trabajos de imprenta a esos candidatos, si se los cobraron o no es asunto de ellos. ¿Cómo le demostraron el cohecho al juez? Además de la agravante que son familiares en línea directa de uno de los involucrados y por lo tanto carecen de validez.

Los policías estatales también se vieron muy mal al detener a Juan Blanco con todo lujo de fuerza, con armas da alto poder, como si se tratara de un delincuente de lo más peligroso, cuando a éstos los ven pasar con disimulo, cuando saben claramente quiénes son y dónde están, mientras la Federación enfrenta casi sólo al narcotráfico.

No cabe duda que el gobernador Reyes Baeza no tiene buenos consejeros políticos, porque no pudieron escoger peor momento para arrestar a Juan Blanco que en plena campaña electoral. ¿Es tanto el miedo o el coraje que le tienen a Juan Blanco? Porque ya estaba ganado en el Sexto distrito federal electoral como diputado, pero con esto lo están lanzando para candidato a gobernador, a menos de que el "obsequioso" juez Romano (sólo de apellido) decida, sin pruebas, declararlo culpable, con lo cual se estaría abriendo la puerta a uno de los veranos "más calientes" en Chihuahua, ya que Baeza está logrando lo que los propios panistas no habían logrado en los últimos años: La unidad.

Necesita el gobernador mejores consejeros, ya que los que tiene lo están acabando de llevar a la pérdida de esta elección y seguramente la del 2010.

Si a Juan Blanco lo inhabilitaran en sus derechos políticos, como ya se adelantó a anunciar el jilguerillo oficial, Villasana, (¿realmente sabrá tanto de derecho, como lo presume?), porque la verdad es que se ha visto bastante mal o ¿Será que como ya lo estaban queriendo expulsar del PRI, ahora quiere hacer méritos?) El candidato que ponga el PAN ganaría de cualquier manera, ya que están haciendo de Juan Blanco un mártir político, toda proporción guardada, pero sería como cuando matan a Luis Donaldo Colosio y ponen a Ernesto Zedillo, en ese entonces bastante desconocido, así que flaco favor le están haciendo al candidato priísta.

Este fin de semana, como clásico "sabadazo", brilló la sinrazón, el odio, el coraje, la venganza en contra de Juan Blanco, como lo declaró el diputado Fernando Álvarez Monge.

Este arresto anunciado y ejecutado sin fundamento alguno ha marcado el derrotero de esta elección y el primer paso para enturbiarlas lo ha dado el PRI, ni en la época del "patriciato" se vio algo igual.