Los partidos políticos: el gran botín

Recuerdo con mucha claridad uno de los primeros mítines que tuve como candidato a diputado federal allá por el año de 1985, al terminar mi intervención en la que no bajé a los del PRI de rateros, corruptos, abusones del poder y cuanta cosa se me ocurrió, conducta que los avalaba más de 50 años en el poder. Sin embargo, Don Luis H. Álvarez, ese gran luchador por la democracia en nuestro país, me dijo: "Bájele, Memo, qué no ve que si en lugar de los del PRI fuéramos los del PAN los que tuviéramos 50 años en el poder de manera absoluta, seríamos exactamente igual, ya que es la condición humana".

Cuánta razón tenía Don Luis. Ahora vemos cómo los partidos que antes eran de oposición y ya han llegado a ocupar importantes puestos públicos en el país, sobre todo que ya tienen la posibilidad de ganar elecciones, cometen los' mismos atropellos de que antes acusaban al PRI, olvidando que los partidos políticos son instituciones públicas, instrumentos de la sociedad para educar, formar y servir a los ciudadanos, para que los mejores hombres y mujeres puedan acceder al poder y desde ahí servir a su comunidad, para tener una mejor educación, mejor salud, mejores comunicaciones y todo aquello que da una mejor calidad de vida. No están los partidos para que un pequeño grupo se sirva de ellos, ya que hoy tienen miles de millones de pesos en prerrogativas económicas que les damos todos los mexicanos a través del gobierno, convirtiéndolos en un apetitoso botín. Y además el poder que da un partido político, pues pueden también repartir candidaturas que en un momento dado pueden ganar y tener ingresos monetarios muy por encima del resto de los mortales y desde ahí hacer lo que a su grupo convenga.

Esta semana hemos sido testigos de cómo las tribus del PRD se han dado con todo, con tal de adueñarse del gran botín que es el partido. Alejandro Encinas, a quien apoya abierta y descaradamente desde la presidencia nacional del PRD Leonel Cota, declaró desde el domingo en la noche que las encuestas de salida, conocidas como PREP, llevadas a cabo por la "prestigiada" encuestadora Mitofsky, la misma que el año pasado le daba el gane el mismo día de la elección a Alejandro Cano Ricaud, del PRI, en la capital del Estado de Chihuahua hasta por más de 7 puntos porcentuales y que a la postre perdió, esa misma casa encuestadora daba el gane a Alejandro Encinas con el 49.7%, contra el 43.07% de Jesús Ortega, lo cual hacía "irreversible" el resultado. Sin embargo, Jesús Ortega no aceptó el PREP, ya que dijo que estaban amañados porque tenían sólo los resultados del Distrito Federal, donde el regente, el perredista Marcelo Ebrard, había hecho todo a su alcance para apoyar al pupilo de López Obrador, es decir que desde el poder público mismo se han desviado recursos para apoyar a un candidato de su partido. Corrupción mayor no puede haber. Encinas, creyéndose ganador, declaró la misma noche del domingo 16 de marzo que "el PRD será la columna vertebral de la convención nacional democrática del frente amplio progresista y del gobierno legítimo que encabeza Manuel Andrés López Obrador (MALO)", es decir que de inmediato agradeció y le juró lealtad a su principal apoyador. Al momento de escribir esta colaboración (sábado 22) no se sabe todavía si el ganador es el enviado del líder caprichoso, mesiánico y obsesionado del poder (MALO), con lo cual ese partido seguirá atado a las viejas prácticas antidemocráticas de la izquierda fascistoide, retirándose cada vez más de lo que el pueblo de México desea. Si esto se hubiere ratificado para el día que salga esta colaboración, tendremos otros tres años de una izquierda callejera, radical y anárquica que sólo piensa en sí misma, sin importarle el país y los que menos tienen, a quienes dice defender.

El líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, solicitó la anulación de la elección mediante una carta que no tiene desperdicio, donde les dice, entre muchas cosas, que la incapacidad del comité técnico electoral del partido ha sido incapaz de detener las violaciones a la legalidad interna, no ha podido poner Fin al sistema corporativo y clientelar de cuentas en la integración de los cuerpos de dirección y en la selección de candidatos a cargos de elección popular y que si ahora quisieran acudir a las autoridades electorales oficiales, sería un contrasentido, ya que hace un año en la elección constitucional no acepta ron los resultados de esa autoridad. Total que Cárdenas los encueró y los puso contra la pared. Por supuesto que no le van a hacer caso, ya qué los líderes morales en los partidos son cosa del pasado. Jesús Ortega, de la nueva izquierda, la izquierda moderada, conciliadora, declaró con el 91% de las actas en la mano, que el triunfo era, de él, ya que hasta ese momento él llevaba el 51.3% de los votos, contra el 48.8% de En Tinas, de tal manera que no había todavía un ganador. Sin embargo Encinas le contestó con gran cinismo: "Así es la democracia; la militancia salió a votar masivamente y esperó incluso las acciones irregulares y fraudulentas (el viejo truco de acusar a los contrarios de lo que él hizo)" y remató: "no hay qua esconder la basura debajo del tapete. En el partido no cabe la impunidad, ni la complicidad". No cabe duda del cinismo en su máxima expresión.

Jesús Ortega le reviró que habría que revisar "voto por voto y casilla por casilla". ¿Lo aceptará MALO, Encinas su pupilo y Ebrard su sucesor?

Antes (de la elección se acusó a la actual dirigencia de que los padrones electorales de la militancia perredista habían crecido en algunos estados, sobre todo en el DF, más del 60% en los últimos meses, lo cual era altamente sospechoso. Aún así todo parece indicar que el ganador es Jesús Ortega, a pesar de "la ayudadita" que le dieron a Encinas desde el partido mismo, desde el gobierno del DF y de algunos gobernadores perredistas.

A nivel local, parece que indudablemente gano la Presidencia estatal del PRD, Miguel Vargas, viejo militante, que va a recibir un partido muy desprestigiado en Chihuahua, con muy poca presencia, endeudado hasta los codos, solo que lo dejen dirigir lo que quedo de partido, ya que son más las tribus antropófagas que los militantes que tienen en la entidad.

Los partidos políticos se han convertido en el gran botín, ya no les importa su razón de ser.

Los ciudadanos tenemos la palabra.