Renuncie, señora procuradora

En política lo que parece es, hasta que no se demuestre lo contrario; no hay ciudadano en el estado de Chihuahua que piense que la señora procuradora ha podido con el paquete de la seguridad pública.

Todos pensamos que después de los robos, asaltos, secuestros, muertes, no sucede nada, así la gente prefiere no poner denuncia ante las autoridades correspondientes, porque después de hacer todos los engorrosos trámites, no pasa absolutamente nada.

La camioneta de la procuraduría que traía un sobrino político de la procuradora cuando fue asesinado junto con otros dos jóvenes demuestra el desorden al interior de la dependencia. Ciertamente, como dijo el Secretario General de Gobierno, nadie está obligado a responder por su familia política, pero sí está obligado a responder por su dependencia. Ahora dicen que el papá del joven, que trabajaba en la procuraduría, le prestó la camioneta para que cambiara unos muebles, sin embargo, la camioneta no llevaba muebles: los jóvenes estaban sentados en la banqueta, es decir que ni llevaban ni traían muebles ni los estaban cargando.

Algunos han querido equiparar el asesinato de este joven con el de otro joven que era medio hermano de un diputado del PAN, sin embargo hay grandes diferencias entre uno y el otro, ya que el segundo no andaba en un vehículo oficial ni tenía antecedentes como el sobrino de la procuradora, según algunos medios de difusión. El diputado Antonio López ha declarado que no conocía a su medio hermano, ya que su padre los dejó muy chicos a él y a sus hermanos para formar otra familia, así que ha pedido que se investiguen ambos casos hasta llegar a las últimas consecuencias.

Habría que recordar no sólo la inutilidad de la procuradora en el cargo, sino algunos hechos conocidos por el público a través de los medios de comunicación, como el triste caso de Creel, en la sierra de nuestro estado, referente al cual algunos policías estatales han declarado en el anonimato que les dieron la orden de salir del pueblo horas antes de la matanza donde perdieron la vida trece personas, entre ellos mujeres y niños, y cuando regresaron al poblado no persiguieron a nadie, como siempre sucede, sólo acordonaron el área, a pesar de que se les dijo hacia dónde y en qué vehículos habían huido los asesinos, pero no hicieron absolutamente nada, aunque fuera para disimular.

Lo mismo que sucedió en la matazón que hubo en el poblado de Villa Ahumada meses antes, donde "casualmente" toda la Policía y hasta el Ejército habían salido de la población esa noche y los sicarios se dieron gusto no sólo matando a quienes quisieron, sino robando a los pobres burreros sus asaderos y la gasolina. Cuando aparece la Policía en las primeras horas del día siguiente, no persiguen a nadie, sólo acordonan la zona y hasta ahí. Pues así difícilmente van a capturar a los asesinos.

Luego la matanza del bar Río Rosas en la ciudad de Chihuahua hace unos días, donde testigos dijeron que un policía ministerial del estado salió a avisarles por celular que ahí se encontraban los que buscaban, y cuando llegaron los sicarios el policía desapareció. Hay muchos eventos lamentables que han acontecido en nuestro estado y que no sólo no han capturado a los asesinos, ladrones, asaltantes, etc., sino que más bien pareciera que están en contubernio las autoridades con los transgresores de las leyes, y mientras impere la impunidad, la ola de violencia no se va a detener.

Dice el dicho que si grazna como pato, camina como pato y parece pato, lo más seguro es que sea un pato. La procuradora del estado, así como del titular de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, declaran sin saber, actúan sin resultados, no ponen orden en nuestra entidad y nadie cree que tengan resultados en la lucha contra la inseguridad, parece que deberían irse por el bien de nuestro estado.

Háganle un favor a Chihuahua: renuncien, señora procuradora y señor secretario de Seguridad Pública.