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Rumores

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 2008-11-18 Página 4 Sección F

La semana pasada la ciudad de Chihuahua se vio sumida en un caos provocado por rumores que circularon a lo largo y a lo ancho de la ciudad, causando que la red de telefonía celular se saturara y por momentos la comunicación se hiciera imposible.

¿Cómo fue posible que la ciudadanía creyera todos los rumores que circularon el pasado martes 11 de noviembre? Principalmente se debe a la desconfianza, pudiéramos decir casi total, en las autoridades, sean éstas municipales, estatales o federales, para detener la ola de violencia desatada no sólo en esta ciudad capital, sino a lo largo y ancho del estado.

Los hechos que sucedieron, todos ellos muy graves, comenzaron con el asesinato de dos agentes de vialidad, discapacitados, así como el asesinato de un exitoso empresario, quien había ido estableciendo algunos restaurant bar en la ciudad de Chihuahua, lo cual lastimó profundamente a la corporación de Tránsito y al sector restaurantero al que según se sabe lo han querido extorsionar, vendiéndoles "protección". Posteriormente sucedieron los atentados incendiarios en contra de cuatro restaurantes o bares que acabaron prácticamente con estos negocios, que difícilmente volverán a establecerse y menos con el clima de violencia que priva en nuestra entidad. Adicionalmente, mataron a algunos agentes ministeriales y a otros ciudadanos, entre ellos un decapitado, cuya cabeza la dejaron en muy transitado crucero vial de la ciudad.

Los rumores que corrieron el martes 11 fueron desde que se impondría el toque de queda a partir de las nueve de la noche en que ningún ciudadano podría circular en las calles de la ciudad hasta el inverosímil rumor de que los sicarios tenían tomadas las instalaciones de la Procuraduría General del Estado, para obligar a la señora procuradora a renunciar. Fue tan grande el rumor que obligó al titular de Seguridad Pública Estatal y a la misma procuradora a aparecer en cadena estatal de televisión, desmintiendo dichos rumores.

Al día siguiente, el pánico continuaba entre la población y ya para ese entonces se decía que escuelas y universidades estaban cerradas y devolviendo a los estudiantes a sus casas por motivos de seguridad, así como infinidad de empresas que habían cerrado sus puertas devolviendo así mismo a sus trabajadores a sus casas por el mismo motivo.

En donde sí se cerraron todos los negocios comerciales e industriales el miércoles 12 de noviembre fue en el corredor Cuauhtémoc-Rubio en donde la comunidad menonita se encuentra harta de secuestros y extorsiones, sin que autoridad alguna logre detener dichos atentados. El cierre, hasta donde sabemos, fue total, no sólo de la comunidad menonita sino empresas afiliadas a la Canaco y a la Coparmex de aquella población, quienes cerraron en solidaridad, para manifestar su repudio a la violencia.

Los rumores anteriores pueden haber sido como parte de fuego amigo o fuego enemigo, pero definitivamente llevaban dedicatoria al Gobierno estatal, que ha demostrado, hasta este momento, su incapacidad para detener el baño de sangre en que se encuentra el estado, a pesar del apoyo del Ejército, Policía Federal Preventiva y policías municipales. De ninguna manera quiero que se vaya a interpretar como una crítica hacia alguna autoridad, sino simplemente que si los ciudadanos pensáramos que la situación de inseguridad va mejorando, este tipo de rumores no hubieran caído en tierra fértil, como sucedió.

Por supuesto que en esta guerra debemos estar más unidos que nunca autoridades y ciudadanos, porque somos muchísimos más los que queremos vivir en paz y poder sacar a nuestro estado adelante ante esta crisis financiera que viene y que no queremos sumarle la inestabilidad por la inseguridad.

Los rumores deben de terminar y todo mundo ponernos a trabajar por el bien común y por el bienestar de todos los chihuahuenses.