Galimatías

El tema del referéndum continuó siendo la noticia en todos los medios de difusión en esta semana que terminó y lo seguirá siendo por muchos días más.

Opiniones vienen y opiniones van, en el sentido de que pueden darse una serie de decisiones, algunas de ellas encontradas entre sí, porque del aspecto legal opinan que es un verdadero galimatías.

Desde mi punto de vista, sí nos encontramos en una situación de confusión, provocada única y exclusivamente por el grupo priísta-perredista en el Congreso del Estado al empalmar los tiempos, pretendiendo crear un gran enredo, y como dice el dicho "a río revuelto...", Los que quieren tener ganancia antes de la elección son los del PRI-PRD.

Al existir la forma del referéndum en el artículo 202 de la Constitución Política del Estado y conceder 45 días de plazo para que la ciudadanía pueda solicitarlo, en caso de que sienta que sus derechos han sido trastocados, esto nos lleva a pensar que la Ley Electoral, o ley secundaria, debería haberse aprobado después de transcurridos esos 45 días, tal y como lo establece el último artículo económico de la propia reforma constitucional que dice: "Aprobado que sea lo anterior, túrnese a la Secretaría para que formule la minuta de decreto en los términos que deba publicarse, de darse los supuestos aprobatorios que establece el artículo 202 de la Constitución Política del Estado". Lo anterior nos lleva a la conclusión de que la reforma constitucional en sí misma reconoce que para tener validez plena debe ser aprobada por el referéndum, en caso dado de existir éste.

Algunos opinan que el cambio constitucional y la ley secundaria tienen plena vigencia; sin necesidad de ser abogado, pero siguiendo el sentido común, nos dice que al existir la figura del referéndum dentro de nuestra Ley Máxima, no se ha perfeccionado la vigencia de las nuevas leyes, por estar pendiente de resolver la solicitud de referéndum y la ejecución del mismo, en cuyo caso volverían a tener vigencia las leyes que estaban antes del 3 de septiembre.

Otros dicen que lo anterior sería un cambio dentro de los 90 días que lo prohíbe el artículo 105 de la Constitución federal, sin embargo la realidad es que al no haber antecedentes sobre referéndum en el país, el sentido común nos vuelve a decir que el referéndum hace las veces del amparo y de llevarse a cabo, que esperamos que así sea, dejaría las cosas como estaban antes de las modificaciones, es decir que no es un cambio, sino dejar las cosas como estaban.

Fue duro el golpe para el diputado perredista la aparición de un desplegado apoyando que se lleve a cabo el referéndum, firmado por 25 diputados federales, entre ellos ocho miembros prominentes de su partido. El diputado perredista local manifestó que sus colegas de partido habían sido sorprendidos, desde luego que sí fueron sorprendidos, pero de que el PRD se haya aliado al PRI, cuando en todo el país es todo lo contrario.

El coordinador de los diputados priístas locales manifestó públicamente que con engaños se habían obtenido las 260,000 firmas, otra declaración que insulta a los chihuahuenses al negarles la capacidad de discernir y decidir. No cabe duda que cuando alguien se siente perdido y acorralado por su propio galimatías, puede cometer muchos errores.

Con todo lo anterior, a esta valiente, noble y nada manipulable ciudadanía chihuahuense, le queda muy clara la solución a este galimatías en que se dice nos encontramos actualmente. La única solución es que se lleve a cabo el referéndum para que las cosas vuelvan al estado en que se encontraban y del cual nunca debieron salir con estos pretendidos cambios de la fracción priísta y perredista.

Enhorabuena por Chihuahua, que de nueva cuenta será el norte el que ponga una huella más en este cambio por llegar a la democracia.