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CONSIGNA. Temores de los partidos

Norte de Ciudad Juárez Ciudad Juárez, Chih. 1992-06-07

Luís Silva García

Al entrar la contienda electoral por la gubernatura del estado en su último mes, los principales partidos, PRI y PAN, muestran sus temores ante los movimientos del oponente, aunque también se apresuran a manifestar su confianza en el triunfo.

Los coordinadores de la campaña de Jesús Macías dicen que están seguros de obtener la victoria el 12 de julio, en base al trabajo territorial del partido que tiene como objetivo final movilizar a 500 mil simpatizantes.

Pero el mayor temor de los priístas es el que tienen ante la posibilidad de que el candidato del PAN, Francisco Barrio, emprenda medidas de protesta y resistencia civil que puedan desembocar en otro "Guanajuatazo".

Gente que trabaja en la campaña priísta sostiene que para demostrar la fuerza, deben lanzarse a la calle y así sembrar en Barrio la duda de los resultados que pudieran tener las medidas de protesta.

Otro punto de vista, el del secretario de Acción Electoral del PRI, Leonel Reyes Castro, es de que el PAN está trabajando en una campaña con diseño paralelo: por un lado, dice, se preparan para el "Ruffaso", es decir, ganar las elecciones y tomar el poder de gobierno en el estado, pero, por si esto fallara, preparan también el "Guanajuatazo", cuya medida fundamental sería la anulación de las elecciones.

Hay priístas que se aventuran a exponer un plan más concreto: unos días antes del 12 de julio, Barrio, al verse perdido, optaría por retirarse de las elecciones y protestar por la falta de garantías para un proceso limpio, o bien contendería pero en medio de fuertes protestas que no cederían hasta que le anulara el proceso.

Según los priístas que sostienen esto, se generará la necesidad de nombrar un gobernador interino, que el PAN procuraría que fuera Guillermo Luján Peña, para así preparar en el estado, teniendo el poder, las condiciones en favor del PAN, de forma que Barrio pudiera llegar después a la gubernatura por la vía electoral.

Pese a las diversas opiniones, la línea que está prevaleciendo es la que marca el gobernador Fernando Baeza, auténtico coordinador general de la campaña de Macías, quien sostiene que por el momento no debe haber movilizaciones masivas de priístas para no provocar a los panistas; y no las habrá hasta los cierres de campaña.

Para el PRI, su victoria se basará en la estructura territorial que, dicen, les permite tener localización precisa de los votantes en todo el estado, hacer los sondeos necesarios y hasta establecer una comunicación personalizada vía cartas, del candidato con los electores.

Así se sienten ya seguros y se han enfrascado en una serie de zancadillas dentro de las coordinadoras de la campaña, en aras de los intereses que puedan beneficiar particularmente a los individuos a la hora de repartir el pastel. Muchos priístas están, por esta vía, subestimando al enemigo.

En el caso del PAN, el temor es el de enfrentar un aparato partidista con una estructura territorial que, aunque con fallas, dicen, es real. Los panistas no le temen al candidato, pues piensan que el suyo es de mayor arrastre que el del PRI, tampoco le temen a la imagen, pues con muchos menos recursos han hecho una propaganda más fresca e imaginativa.

Lo que los pone a pensar es la estadística de los anteriores procesos electorales, donde se demuestra que, en base a los promotores del voto, el PRI ha ido ganando mayor terreno en las urnas, hasta llegar al triunfo absoluto en las elecciones federales del año pasado.

Ante este panorama, los panistas no han dejado a un lado la posibilidad de retirarse de las elecciones, si es que no se dan las condiciones para un proceso transparente.

De momento la decisión es participar en las elecciones y los panistas han llegado a ella después de que fueron atendidas sus peticiones de corregir las fallas en el proceso.

Pero realmente la línea de acción se definirá hasta después de que las autoridades electorales emitan su fallo en el caso de las impugnaciones de candidatos que hizo el PAN.

Para los dirigentes de este partido, si el gobierno se niega a aceptar impugnaciones en casos muy evidentes, será muestra clara de que no tiene ninguna intención de ofrecer condiciones de juego limpio y entonces tendrían que venir las protestas y la resistencia civil.

Como dijo un funcionario panista: lo que es cierto es que Barrio no participa para perder por segunda vez, o Barrio va a ganar, o Barrio va a armar una movilización nacional.