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Eligió AN sus Plurinominales. Convención de Destapes de Alumnos... y de Don Guillermo

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih.1989-02-20

Servando Pineda Jaimes

De repente el escándalo: "¡Fraude, fraude, fraude!". Y chiflidos, Más chiflido, muchos chiflidos.

Eran panistas inconformes en la designación de Javier Benavides, como candidato a diputado plurinominal. El PAN hablaba de fraude, pero no hacia el exterior, sino al interior. Cosas de la política moderna.

Mitad en serio, mitad en broma. El caso es que la designación de Benavides no gustó a muchos que por supuesto piden su cabeza. Otros, hasta pancartas en apoyo de Benavides llevaron.

Convención de elecciones. Convención de "destapes". Convención azul que fue de la expectación, al sueño y de la risa a la atención. Una mañana azul, en donde también aquí, "se cayó o se calló" el sistema, el caso fue que la votación se demoró por horas.

No lo dijeron, pero se notaba.

Era su primer Convención Estatal que presidían. Y por supuesto hubo nerviosismo. Y fallas. Y aciertos.

"Están aprendiendo", dijo un "dino azul".

Y el secretario general, Roberto Pinoncelly hacia esfuerzos por contener a don Guillermo Prieto Luján, que lo traía ya "barrido y tupido". No le pudo ganar una sola a Don Guillermo. Hasta que pidió paz. Raymundo Gómez, dirigente estatal, impasible, serio y cuyo estado de ánimo sólo lo podía adivinar quien pudiera descifrar esa costumbre que tiene de hacer malabares con su anillo de matrimonio, que pasa de un dedo a otro con una rapidez que deja perplejo a cualquiera.

El PAN ocupó el Teatro de lo Héroes y se habló de política, se hizo política, ahí, en el mismo lugar donde hace apenas unos días, supuestamente a conocido cómico de la televisión se le censuró precisamente por hablar de política. Cosas de la vida.

Desde la entradas se notaba el color azul. Camisetas con logos novedosos. "Batopilas de Gómez Morín". Venta de la revista La Nación, reparto de propaganda y demás cosas.

Francisco Barrio acaparó la atención.

No aceptó ser postulado ni a alcalde, ni a diputado por cualquiera de las dos vías. Y expuso sus razones. Quiere perfeccionar su inglés, aprender francés y estudiar una maestría en filosofía. "Por el momento ni aspiro, ni quiero ser postulado a un cargo de elección popular", indicó.

Sin embargo, aclaró su postura y dijo que para él, 1986 había sido un año difícil, pues, entre otras cosas, desbalanceó su situación económica.

"Ahora estoy más enfocado a consolidar mi patrimonio familiar". Dijo también que no se trataba de un "semiretiro", sino simplemente ganas de prepararse mejor. Destapó también a su "gallo" para la alcaldía de Ciudad Juárez: Pablo Cuarón.

Uno mas fue destapado sin querer, Guillermo Luján Peña. Antes había dicho a los diaristas ahí reunidos que no tenía decidido aún lanzar su precandidatura a la alcaldía de Chihuahua. "Es una decisión muy seria. Ya fui candidato a diputado federal y gané. Fui candidato a diputado local y también gané", aseguraba.

No le preocupó en lo absoluto la creación de una subcomisión que pide se le castigue por haber rechazado desempeñar su cargo de diputado local. "Que emitan su dictamen: hacen bien". Llegó a más a decir que, incluso no estaba de acuerdo en que el PAN se opusiera a la creación de esa subcomisión en el seno de la Comisión Estatal Electoral. "Yo tengo mi defensa", dijo, pero no abundó en detalles.

Luego en un receso de la Convención, un numeroso grupo de mujeres lo "destapó", Luján Peña tuvo que aceptar las muestras de simpatía, las agradeció, por no dio una respuesta. Prometió eso sí, estudiar la petición.

"Tal vez vería mejor como presidente del DIF", bromeó. Su esposa, Silvia de Luján Peña, sólo se rió.

La Convención panista también fue aprovechada por alumnos que tiene en su poder la facultad de derecho de la UACH para volantear y exponer sus puntos de lucha, con mucho folclorismo, por cierto.

En un "lapsus o traición del subconsciente", el intrépido orador estudiantil quiso aclarar y descompuso las cosas. Por altavoz, a grito abierto explicada ahí: "Queremos dejar bien claro que nuestra lucha es estrictamente de índole económica... perdón, académica" y luego soltó la risa. Esto enfrió los ánimos de esos alumnos y así, discretos, guardaron sus cosas y sin más ruido se alejaron del lugar.

Adentro, Pedro César Acosta, diputado federal, ya no es el mismo. Ahora ya tiene un amplio y florido lenguaje parlamentario. Usaba frases así: "correr traslado a la petición... Tomo nota de su petición". Habla pausado, matiza y solemnizar cada palabra y se dirige a sus correligionario como político de mucho mundo.

En contraparte, César Jáuregui, raudo y veloz leyó su documento a cuatro cuartillas tamaño oficio.

Antes, el enviado del CEN del PAN, Humberto Rice, se había encargado de hacer entrar en "trance" a los presentes, no obstante que hizo planteamientos interesantes. Lento y reiterativo, pronto provocó bostezos entre la concurrencia. Uno que otro se quedó dormido, más de uno descansó cuando dijo: "Muchas Gracias".

Don Guillermo Prieto, convertido en un verdadero guía moral de los panistas, cantó primero el jaque y luego daría el mate.

No le pudo ganar una solo Pinoncelly. Si hablaba "en base a los estatutos", don Guillermo lo interpelaba: "no, no lo marcan los estatutos". Si hablaba de procedimientos "técnicos", don Guillermo lo corregía: "en base a estatutos". Y aportaba pruebas. Fue como un niño malcriado que no se pudiera quedar quieto en su lugar.

Pronto Pinoncelly bajó la guardia y tiró su rey. Inocente, anunció la intervención del diputado Carlos Aguilar, "para ganar tiempo, mientras están los resultados", y se ganó otro gancho al hígado, "no, no es para ganar tiempo. Son anuncios importantes", dijo Aguilar, aunque luego también dormiría a los presentes.

El sistema también parece ser que "se calló o se cayó". Toño Morales bajaba, subía, se sentaba, se paraba. Hasta que por fin, hubo humo azul...

Ya estaban las listas...