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¿Un gobierno sin partido?

El Heraldo de Chihuahua 23 de enero de 2007

Mucho se ha escrito en artículos, notas y editoriales sobre la separación o distanciamiento entre el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y el PAN, llegando algunos al punto de decir que es una guerra declarada.
Lo primero que hay que puntualizar es que los panistas, las dirigencias municipales y estatales del país, están con el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, lo que muchos articulistas o periodistas relatan son algunas señales de distanciamiento entre la dirigencia nacional y el Presidente, que es muy distinto a que el nuevo Presidente no tenga el apoyo de su partido.
En la contienda interna de principios del año pasado, siempre se dijo que Felipe Calderón Hinojosa no era el candidato de Vicente Fox, ni de Manuel Espino, presidente nacional del PAN, por lo cual se veía cuesta arriba que pudiera llegar a ser el candidato de Acción Nacional. Sin embargo Calderón logró sacar adelante la candidatura, y por bastante buen margen, diciéndose que había logrado triunfar la doctrina sobre el pragmatismo.
Ya como candidato, siempre se tuvo la impresión de que la dirigencia nacional no estaba del todo alineada con la campaña, cuando en ese momento no había otro asunto más importante que la campaña presidencial, y a pesar de ello, Felipe Calderón Hinojosa logra sacar adelante la elección por poco más de 260,000 votos, que no son la gran diferencia, pero en las democracias las elecciones se ganan con un voto.
Luego vino el proceso que desgastó tanto al país como al PAN y su candidato, con el secuestro de la ciudad de México por Manuel Andrés López Obrador (MALO), donde éste pretendía ganar por la vía de la presión una elección que no había ganado con los votos. El abrazo del triunfo entre Felipe Calderón Hinojosa y Manuel Espino, cuando el Tribunal Federal Electoral dio su fallo final e inapelable dio mucho que pensar, así como el acto en la plaza de toros El Toreo, a cuyo final ni tan siquiera la mano se dieron, mucho menos el clásico abrazo.
Luego vinieron las obligadas presiones de la dirigencia nacional para colocar o dejar en sus posiciones a ciertos personajes, lo que a la postre dio pocos resultados, lo cual era ya de esperarse, dados los comentarios anteriores. Sin embargo, es aquí donde viene el evento que tiene preocupados a más de un panista, ya que el dirigente nacional decide "rescatar" a tres secretarios de Estado del gobierno de Vicente Fox e integrarlos al "gabinete" de la dirigencia nacional, colocándolos como secretarios adjuntos a la presidencia del partido, percibiéndose como un gabinete a la sombra.
De los tres exsecretarios rescatados se dice también que uno puede ser el bateador emergente para la Presidencia nacional del partido, en el caso de que se le complicaran las cosas a Manuel Espino para poderse reelegir en la próxima junta de Consejo Nacional de junio próximo, lo cual se antoja poco probable, pues el único que tiene la antigüedad necesaria como miembro del PAN es Francisco Salazar, exsecretario del Trabajo, pero no cuenta con la corriente interna suficiente para llegar a la dirigencia nacional. Luis Ernesto Derbez se afilió al PAN siendo ya secretario de Relaciones Exteriores con Vicente Fox, y de Carlos Abascal no se sabe que sea miembro del partido, aunque su hermano Salvador tenga muchos años de militancia y trabajo dentro del mismo, de tal manera que esta versión suena muy poco probable, así que más se reafirma que es un gabinete a la sombra.
Que no quede duda, los panistas y los mexicanos bien nacidos estamos con Felipe Calderón Hinojosa. Las diferencias entre el dirigente nacional y el Presidente del país -si es que son en realidad como se perciben- son sólo entre ellos, pero el nuevo gobierno sí cuenta con su partido.