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El trabajo rinde frutos

El Heraldo de Chihuahua 3 de abril de 2007

Chihuahua, Chih.- Miles de trabajadores mexicanos se fueron a trabajar a los campos agrícolas de los Estados unidos, bajo un programa oficial entre los dos países llamado programa "Bracero" entre 1942 y 1964, tiempo que duró el convenio entre ambos países y en el cual se establecía que de su salario se descontaría a cada bracero un 10% para crearles un fondo de ahorro. Ese dinero nunca se entregó a esos trabajadores, como se establecía, al final de su trabajo.
En la Sexagésima Legislatura Estatal (2001-2004) se creó una comisión especial que llevó a cabo un trabajo muy intenso, encabezada por el entonces diputado panista Abelardo Valenzuela. Primero se fue en varias ocasiones a los Estados Unidos, hasta que se logró comprobar que el ahorro era depositado en el banco Wells Fargo, institución que afortunadamente todavía existe y comprobó que dichos fondos fueron trasladados al gobierno federal mexicano de aquel entonces, por lo que se trasladó ese trabajo al Congreso de la Unión y a la Secretaría de Gobernación federal.
Parecía uno de esos trabajos que no llevarían a parte alguna. Se realizaron más viajes a los Estados Unidos y a la ciudad de México. Se convocó a todos aquellos trabajadores del campo que pudieran demostrar que trabajaron en el vecino país bajo el convenio llamado "Bracero" entre 1942 y 1964. Largas filas salían del Palacio de Gobierno (entonces ahí se localizaba el H. Congreso del Estado); luego se habilitó un local en la esquina de las calles Libertad y Venustiano Carranza, donde sucedía lo mismo, se tuvieron que rentar sillas para que nuestra gente del campo (todos mayores de edad) pudieran esperar para inscribirse en un padrón de trabajadores mexicanos en los Estados Unidos. Se logró que el H. Congreso de la Unión creara también una comisión especial para el seguimiento de los fondos aportados por braceros mexicanos.
Terminó la Sexagésima Legislatura en octubre de 2004 y parecía que todo ese trabajo no había servido de nada, pero en la semana que acaba de terminar (casi tres años después) se dio a conocer la noticia de que la Secretaría de Hacienda acaba de liberar 150 millones de pesos para crear un fideicomiso en el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), que encabeza la Secretaría de Gobernación federal (Segob) a fin de pagarles 38,000 pesos a cada uno de los primeros 3,750 trabajadores del campo que fueron inscritos en aquel padrón que parecía un trabajo inútil.
A esos primeros trabajadores se les avisará por telegrama para que pasen a las oficinas de Telégrafos y mediante la presentación de su credencial de elector puedan recoger sus 38,000 pesos. En una segunda fase, que será este mismo año, se pondrán a disposición del fideicomiso otros 150 millones de pesos para otros 3,750 trabajadores más. Si alguien se pone a hacer las cuentas, como yo lo hice, se dará cuenta de que sobran 15.2 millones de pesos, que yo supongo que es lo que va a costar operar el fideicomiso de Banobras, responsable de hacer llegar el dinero a los interesados.
¿De dónde se obtuvo la cantidad de 38,000 pesos para cada uno? La verdad es que se tuvo que tomar una cantidad fija igual para todos, a pesar de que algunos trabajaron más o menos tiempo que otros, algunos ganaban más y otros ganaban menos, pero después de tantos años fue casi imposible que los propios interesados pudieran demostrar cuánto les habían quitado para el famoso ahorro, así que se sacó un promedio, se tradujo a pesos actuales y dio esa cantidad, que para algunos puede ser la correcta y para otros no, pero me parece que lo valioso es que después de tantos años se pudo devolverles su ahorro que un mal gobierno (priista) de aquel entonces nunca les devolvió.
El trabajo rinde frutos. Nunca hay que pensar lo contrario.