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Felipe Calderón, Presidente de México

Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 8 de Diciembre de 2006 Página 5 Sección F

Chihuahua, Chihuahua.- Así, sin mayores o menores adjetivos, Felipe Calderón es el Presidente de los mexicanos. El tiempo y la ley nos dieron la razón. "Sí se pudo y sí se puede, estoy habituado a enfrentar y superar todos los obstáculos", dijo en su discurso a la nación, lo cual dibuja de cuerpo entero al nuevo Presidente.
Alguna gente me ha preguntado qué es lo que más me gustó del discurso del Presidente y mi respuesta, con la que han coincidido todos, es la seguridad, el aplomo, la confianza, con la que Felipe Calderón tomó protesta ante el H. Congreso de la Unión, momento que en circunstancias normales es de por sí de la más alta tensión, por la importancia que esto representa, más aún en las difíciles circunstancias en que un grupúsculo de loquitos había estado amenazando desde las semanas anteriores y sobre todo en los últimos días. Felipe Calderón se vio muy tranquilo, sereno y con la seguridad de quien sabe que tiene la ley, la razón y la mayoría de los mexicanos de su lado.
Se cumplió con todo lo que marca la Constitución en tiempo y forma. En el primer minuto del primero de diciembre se llevó a cabo una ceremonia de transmisión de poderes en la residencia oficial de Los Pinos, acto qe nunca antes se había llevado a cabo, pero que todos los mexicanos vimos muy bien, ya que el Presidente que se va deja de serlo en el último minuto del 30 de nviembre, concluye su periodo para el cual fue electo y para que no se quedara ese "vacío" de poder, ya que protocolariamente el nuevo Presidente "se cruza la banda presidencial" ante el H. Congreso de la Unión como 11 i12 horas más tarde y se supone que en ese momento es el nuevo Presidente, pero la Constitución marca que legalmente el primer minuto del primero de diciembre ya es el nuevo Presidente.
Muchos pensamos que después de esa ceremonia de media noche en Los Pinos, Vicente Fox ya no iba a asistir al H. Congreso, ya que le había entregado la banda presidencial a un cadete militar, por lo que ese cadete militar podía entregar más tarde la banda al Presidente del Congreso para que éste a su vez se la entregara al nuevo Presidente y éste se la cruzara en el pecho. Además había en este hecho un mensaje para los loquitos que tenían barricadas en las entradas de San Lázaro, ya que si no los dejaban entrar, era a la milicia a la que le estaban impidiendo cumplir con la Constitución. Sin embargo, en un acto magistral aparecieron en la tribuna Vicente Fox y Felipe Calderón, llevándose a cabo la ceremonia con todas las de la ley. No hubo enfrentamiento alguno y mucho menos heridos que lamentar y que después se hubieran querido hacer las victimas.
Ya en el mensaje a la nación desde el Auditorio Nacional, Felipe Calderón delineó sus prioridades: Seguridad para los mexicanos, superación de la pobreza extrema y creación de empleos, con lo cual reafirma sus postulados de campaña y el anhelo de todos nosotros. Asímismo ordenó a cada uno de los secretarios de Estado que en un plazo no mayor de 90 días tengan todo un plan para que esos tres postulados se puedan llevar a cabo.
El signo de ese nuevo gobierno es la corresponsabilidad, la que aplica para los tres poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y a los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal), pero también involucra a toda la sociedad, por lo que dijo que "los conflictos entre políticos sólo dañan a la gente y sobre todo a los que menos tienen, por el bien de México el diálogo no puede esperar, dialogaré con quien esté dispuesto a dialogar y construiré con quien esté dispuesto a construir, pero siempre gobernaré para todos y nos pondremos a trabajar de inmediato", es decir, que si no quieren dialogar y sí seguir con sus enfrentamientos estériles, el nuevo Presidente de México quiere dialogar, pero no los va a esperar todo el sexenio.
También prometió enviar un decreto al H. Congreso para bajar el sueldo al Presidente y sus más cercanos colaboradores y enviará una iniciativa de ley para regular las remuneraciones de los servidores públicos, que de verdad se encuentran todos disparatados, ojalá y todos los órdenes de gobierno sigan el ejemplo, porque se necesita adelgazarlo, que ya está demasiado obeso y los resultados para el pueblo son pocos, ya que todos nuestros impuestos sirven en su mayoría para pagar la burocracia.
Prometió una iniciativa de Ley Electoral para que tengamos una nueva, de tercera generación, que regule las precampañas y los gastos de las mismas, que también son exorbitantes, así como el financiamiento público para los partidos políticos, que ya es demasiado grande.
La toma de posesión del Presidente Felipe Calderón, un acto del que todos regresamos más que satisfechos.