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Balance del presidente Vicente Fox

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 17 de Diciembre de 2006 Página 5 Sección F

Chihuahua,Chihuahua.-A pesar de que al final del sexenio se ha pretendido satanizar al gobierno del presidente Fox y de que puedo coincidir con algunas fallas que tuvo, entre ellas falta de decisión para enfrentar algunos asuntos como los de Atenco, el desafuero del loquito que después ya parecía una pesadilla, el de Oaxaca, que era un problema local del gobernador Ulises Ruiz y del exgobernador José Murat, pero que al final le rebotó a su administración, el que a veces se le iba la boca de más, pero me parece que se quiere magnificar sus errores, que los tuvo, pero el balance es que ha sido uno de los mejores gobiernos que hemos tenido en décadas.
La inflación acumulada en el sexenio fue de 25%, la más baja de que se tenga memoria, la del sexenio anterior fue del 203%. La tasa anual del 9% que dejó la administración de Zedillo (que la verdad era ya muy buena) se redujo al 3%, es decir se bajó a una tercera parte. La tasa de interés promedio del sexenio fue de 8% contra el 29% del sexenio anterior. Por supuesto que esto nos dio una estabilidad que nunca antes habíamos tenido y no tuvimos devaluaciones sorpresa (que en realidad ya no eran sorpresa) como cada sexenio de la época del priato.
La deuda pública externa, que antes la conocíamos como la deuda eterna, se redujo del 20.4% en relación al PIB al 10% al final del sexenio. Las reservas internacionales del país aumentaron en estos seis años de 30 mil millones de dólares a más de 70 mil millones, lo que significa que nuestras reservas son de uno a uno en relación a la deuda externa y no del 0.44 por cada dólar de deuda que se tenía en el año 2000. Por lo pronto no se puede avizorar una devaluación en el horizonte de los próximos años.
La economía mexicana está creciendo a niveles del 4%, que después del 11 de septiembre del 2001 y del 11 de marzo del 2003, cuando el mundo tembló ante esos acontecimientos, México detuvo su crecimiento, pero logra retomarlo de inmediato, gracias a algunas medidas que hicieron que la economía no tuviera problemas, como la construcción de vivienda, que es un gran detonante económico y además resuelve una sentida necesidad de los ciudadanos de tener una vivienda. Se entregaron 3.1 millones de viviendas nuevas durante el sexenio, más del doble que en cualquier otro de la época priista.
El derecho a la salud, plasmado en nuestra Constitución, hoy es una realidad a través del Seguro Popular que se implementó con el Presidente Fox y se llegó a la cantidad de 5.1 millones de familias que hoy cuentan con esa protección. Que no cubre algunas enfermedades o medicinas, es cierto, pero no podía haber nacido perfecto ese programa. Ya le tocará al Presidente Calderón y a los que sigan mejorarlo, pero el mérito de haberlo implementado y que ahora ya la gente de escasos recursos no tiene que vender hasta sus vaquitas para poder pagar la curación de algún ser querido.
Los salarios reales de los trabajadores han crecido por primera vez en muchos sexenios, un crecimiento modesto, pero crecimiento al fin, del 6%, cuando siempre decrecían hasta en un 20% por sexenio. Las exportaciones no petroleras casi se duplicaron en esta administración al pasar de 500 mil millones de dólares a 800 mil millones. Esto hace que México deje de depender del petróleo, lo cual no es conveniente, ya que es un recurso no renovable que se terminará y si el país no tiene otros productos que exportar se le caería la economía, pero además se duplicaron las reservas probadas de hidrocarburos en estos últimos seis años.
La generación de energía eléctrica creció en un 32%, dejando la presa El Cajón como la más grande obra con que cuenta el país. Hoy el 97% de los mexicanos cuentan con el servicio de energía eléctrica y lo mismo sucedió con el de agua potable, que pasó del 88% de la población al 95% con ese vital servicio.
Hoy tenemos un mejor país que hace seis años, más institucional, más respetuoso de los otros poderes, más transparente, más democrático y sobre todo más competitivo económica y políticamente.
El espacio no permite seguir enumerando los muchos logros del presidente Vicente Fox, no busquemos únicamente las fallas, que las hubo, para juzgar a un gobierno. Como mexicanos necesitamos ver hacia delante y aprovechar la estabilidad y la creciente economía para que con optimismo vivamos mejor cada día.