¡Help!

En los años sesentas surgió en Liverpool, Inglaterra, el conjunto musical más famoso del mundo, "Los Beatles", integrado por gente totalmente desconocida en aquel momento, uno de ellos era albañil, otro mesero y así por el estilo, pero fue tanta su fama que hasta la reina de Inglaterra los nombró caballeros (lords), título que se suponía era sólo para los nobles o para quienes se habían distinguido en las artes o las ciencias.

"Los Beatles" compusieron muchísimas canciones que Ie dieron la vuelta al globo, pero en esta ocasión voy a referirme sólo a "Help", una de las más famosas, palabra que significa "ayuda", canción que en su parte principal decía más a menos lo siguiente: "iAyuda! necesito a alguien, ¡ayuda! Alguien que quiera ayudarme, iayuda!". Este grito desesperado es el que acaba de dar Manuel Andrés López Obrador (MALO) a través del New York Times.

¿Querrá la intervención de los norteamericanos en nuestro país? Si esto rnismo lo hubiera hecho algún connotado panista muy seguramente que ya nos estaban acusando de traidores a la patria. Sin embargo MALO puede hacerlo y los medios informativos no dicen nada o simplemente ignoran el hecho. ¿Por qué lo publicó el New York Times y no el principal periódico de La Habana o de Caracas, donde seguramente que sí puede encontrar respuesta rápida y oportuna, como la ha estado recibiendo desde la precampaña y la campaña? O por qué no publicarlo en un periódico de algún país comunista como China, ya que esa es la ideología que MALO ha profesado abiertamente.

Dijo en la entrevista con ese periódico norteamericano que no tienen dinero para poder hacer una campaña mediática para exigirle al Tribunal Federal Electoral el recuento voto por voto (como si a los jueces del Trife les importara eso), sin embargo según el periodista Ruiz Healy se les ha comprobado que a 3,000 gentes que tiene en sus plantones permanentes les están pagando 200 pesos diarios, lo que significa

tan sólo por ese concepto 600,000 pesos diarios, más cornidas, tiendas de campana, baños portátiles en su plantón sobre la avenida Reforma de la ciudad de México y en cada uno de los 300 distritos electorales del país. ¿A cuánto asciende su gasto diario? Muy seguramente a poco más de un millón de pesos y ya llevan con ese movirniento más de un mes, así que quién Ie puede creer que no tiene dinero para una campaña mediática? Lo que pasa es que el tipo está loco, pero no tonto y ha sabido manejar a los medios para que todo lo que el diga o haga sea noticia, sin que Ie cueste un centavo.

Por supuesto que tienen bastante dinero para poder sostener este movirniento, para eso están las áreas de Gobierno deI DF, única entidad federativa que no aceptó tener una ley de transparencia (por algo será y ahora sólo habla MALO de estar preocupado de la transparencia de la elección y un recuento transparente, cuando en su gobiemo no conocieron la transparencia ni por asomo. Recordar caso de Ponce, Bejarano, Robles, etc. o ¿alguien pensó que Alejandro Encinas estaba sólo para hacerse tarugo con el plantón a lo largo de todo Reforma? el cual está violando las leyes que el propio MALO promulgó cuando era jefe del DF y que legalmente el gobierno perredista de la ciudad de Mexico debería desalojarlo y con toda facilidad, ya que este plantón prácticamente no tiene ni gente, sólo unas carpas vacías que están bien instaladas, aunque se haya echado a perder las calles y las banquetas de esa bonita avenida de la ciudad capital.

Y si las áreas del Distrito Federal no fueran suficientes, pues para eso tiene arnigos como Hugo Chávez, convertido ahora en dictador de Venezuela, país que esta recibiendo millones y millones de dólares por el petróleo que ahora se encuentra a niveles de precio nunca soñados y que Venezuela es el tercer país productor en el mundo, así que si algo Ie sobra a Chávez son dólares y si algo ambiciona este dictadorzuelo es apoderarse de nuestro país para ya estar más cerca de sus odiados americanos y poderlos insultar de cerca cada vez que Ie venga en gana.

¡Help! es el grito desesperado de MALO en los Estados Unidos, país al que ha insultado y despreciado hasta el cansancio, suena como un grito en la montaña cuando en alguna ocasión nos encontramos perdidos.