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Carta de un diputado

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 20 de Mayo de 1995 Página 4 Sección A

Hoy empezaré a escribir algunas de las experiencias como diputado federal, y lo haré todas las semanas en este mismo espacio y el mismo día, gracias a la invitacion del licenciado Javier Contreras, director de EI Heraldo.

Debería haberlo hecho desde el 1º de noviembre del año pasado en que tomamos posesión como diputados, pero hay dos razones que me lo impidieron:

Primero, el trabajo tan intenso que hemos tenido, de fines del sexenio salinista y el comienzo del presidente Zedillo, que ha sido tal que no he podido estar por mi querida Chihuahua, salvo en cuatro o cinco ocasiones, en estos últimos siete meses.

Y en segundo lugar, porque nunca he escrito y mucho menos he tenido la costumbre o el hábito de hacerlo cada semana.

Hoy les voy a comentar sobre mi experiencia en la Reunión Interparlamentaria a la que acabo de asistir del 12 al 15 de mayo en la ciudad de Tucson, Arizona.

Por el PAN fuimos 4 diputados y 4 senadores; por el PRI fueron 8 diputados y 8 senadores; por el PRD 2 diputados y 2 senadores; y del PT un diputado (no tienen senadores). Por parte del Congreso de Estados Unidos fueron 3 senadores republicanos y 2 demócratas, y 7 diputados republicanos y 5 demócratas.

Como pueden ver, para empezar, hay mucho más interés del lado mexicano (eramos 29) que del lado americano (17). Sin embargo, quienes han ido en otras ocasiones comentan que antes era peor.

Los mexicanos nos fuimos en el avión presidencial 02 y los americanos en el "Air Force 02". Desde que salimos de la ciudad de México como que se me hacía un exceso el que fueramos en el avión presidencial con todos los servicios imaginables y posibles. No quiero que esto se entienda como una crítica, sólo que si se me hacía mucho derroche. Pero después de haber volado más de once haras en sólo cuatro días, y además llevando la representacion de uno de los tres Poderes de la Unión, como que dice uno ¡está bien! En otra ocasión les comentaré cómo se viaja en el avión Boeing 737-300 de la Fuerza Aérea Mexicana con numero economico TP-02.

Ya en las mesas de trabajo de la XXXIV Reunión Interparlamentaria, para entrar a fondo al tema de esta semana, lo más sobresaliente fue:

Narcotráfico, donde incluso dos legisladores de Nueva York (uno republlcano y otro demócrata) manifestaron la necesidad de procurar la disminución del consumo de drogas, porque si no hubiera consumo no habría tráfico ni producción de drogas, que es de lo que culpan a México, pero Estados Unidos lo es del consumo.

Migración, que aunque en las deliberaciones no se llegó a un consenso, la proposición de reanudar el programa "Bracero", suspendido en 1964, fue hecha a la prensa por el senador John Kyl. Esto sería una gran solución al gran problema del desempleo que padece México y nuestros connacionaIes recibirán un trato más humano y justo, mientras logramos pasar esta crisis económica.

Pesca, donde todos los legisladores estuvieron de acuerdo en revisar la legislación que bloqueó la adquisición de atún pescado en aguas mexicanas. Aquí parece ser que es muy posible que el embargo al atún mexicano sea levantado muy pronto. iOjalá!, nos ayudaría mucho, sobre todo en estos momentos.

Fue notoria la preocupación de la parte americana, de que el apoyo financiero estuviera ayudando al pueblo de México y no solamente a inversionistas norteamericanos de fondos mutuos de casas de bolsa, quienes eran los tenedores de los Tesobonos. Esto fue manifestado con toda claridad por el senador Jeff Bingman, de Nuevo México. Por el lado mexicano el senador Carlos Sales trato de salirse por Ia tangente, pero fue detenido por el senador Luís Felipe Bravo, quedando claro que el apoyo financiero a México fue para no provocar un caos que quizás hubiera tenido alcance mundial, y desde esta perspectiva sí ha ayudado al pueblo de México, pero nada más.

En cuanto al plan de recuperación, igual que el punto anterior, hay una gran preocupación de que vaya a funcionar.

En esta ocasión fue un servidor quien manifestó que el plan de recuperación no funcionará mientras no haya un plan de apoyo para la verdadera economía, es decir, para la micro, pequeña y mediana empresa, sea esta comercial, industrial, agrícola, ganadera o de servicios, y que el presidente Bill Clinton, en lugar de mandar iniciativas de ley al Congreso americano para cobrar $3.00 dólares por automóvil y $1.50 por peatón que cruce hacia Estados Unidos, debería preocuparse por dar apoyos a México para que se generen empleos y no tengan los mexicanos necesidad de irse a los Estados Unidos, porque ni poniendo una patrulla de inmigración a cada 100 metros, podrán detener a todos los mexicanos que no tienen empleo. Por cierto, los comentarios de todos los legisladores americanos fueron en el sentido de que esta iniciativa de ley del presidente Clinton no va a pasar. Ojalá que en México algún día el Congreso de la Unión rechace una iniciativa del presidente.

Lo que sí se nos hizo muy innecesario y costoso es el haber volado más de 8 horas (4 de Tucson a Washington, D.C. y 4 de Washington, DC a Mexico, DF) y una noche del hotel, sólo para escuchar al presidente Bill Clinton y al senador Fernando Ortiz Arana en discursos protocolarios que no tuvieron más mensaje de fondo o más compromiso que el de decir que México y Estados Unidos siguen siendo amigos y que se necesita continuar con esa relacion amistosa, haciéndola cada vez más cercana y duradera.

Con esto termino. Hasta la próxima semana.