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Carta de un diputado : Perder la esperanza

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 27 de Mayo de 1995

Lo más grave que Ie puede ocurrir a un hombre, y desde luego a un pueblo entero, es perder la esperanza. Es decir, que a pesar de su acción, esfuerzos, privaciones, sacrificios y trabajo persistente, en lugar de mejorar su situación, esta vaya empeorando.

Se lucha diariamente por salir adelante, lograr una mejor calidad de vida, así completa, mejor bienestar económico, cultural, patrimonial, de desarrollo integral, de posibilidades mejores para todos los que dependen de uno.

Pero, todo parece indicar que cada sexenio hay un nuevo proyecto, (que dice ligarse con el anterior para mejorar) resulta ser sólo para mantenerse en el poder y por ello no importa llevar a excesos ese proyecto, pues lo que requiere es usar a todo un pueblo en beneficio de su grupo político.

Digo esto y me pregunto cómo millones de mexicanos ¿de qué país hablan nuestros gobemantes en sus discursos cuando van al extranjero? ¿acaso lo que dicen es lo que estamos hoy todos viviendo? ¿Por qué no ven la realidad?

Los que acepten leer esta reflexiones, al preguntarle a quién tienen al lado, a su vecino, al compañero de trabajo, al colega profesionistas o empresario, ¿qué tal te va?, casi no hay quien responda que bien, la mayor parte esta preocupada, entristecida, angustiada, pero sobre todo desesperada.

Y vuelvo a repetir, lo peor que nos puede ocurrir es perder la esperanza. Pero ¿quién no la pierde? Cuando, como sucede hoy, vemos que los ahorros de toda una vida, los patrimonios acumulados con tanto esfuerzo por cada mexicano, de todos los estratos sociales, hoy se nos están deshaciendo en las manos, teniendo que usarlos solamente para sobrevivir, para mal comer y mal vestir.

La gran mayoría de los mexicanos hemos tenido que vender ya sea una propiedad, el coche, unas alhajas, cualquier bien ahorrado, porque no alcanza para vivir, o bien, ver cómo desaparecen sus bienes en embargos y remates por no poder cubrir las deudas que tuvieron que contratarse para modernizar fábricas, talleres o tierras.

Lo más grave es, que hoy se está perdiendo el ahorro de toda una generación, es decir, nuestros hijos partirán de cero; volver a empezar, para que, probablemente cuando ellos tengan nuestra edad, si continúa el mismo grupo en el poder les vote nuevos proyectos sexenales que los vuelvan a empobrecer, sólo por seguir conservando el poder.

Y todo porque los excesos de la política neoliberal del anterior grupo sexenal, los llevó a presumir de tener superávit fiscal, es decir, gobiemo rico y pueblo pobre.

Un gobiemo que se atreve a cobrar más impuestos de los que va a regresar a los ciudadanos en la prestación de servicios y las obras que tanta falta nos hacen, es un gobiemo que resulta inmoral, acumulando riquezas que después, como siempre, no sabemos bien su destino, pues siempre la cuenta pública la aprueba una mayoría dizque representativa pero sumisa, que no permite ir al fondo en el control de los recursos públicos.

Si hay superávit quiere decir que se cobró de más y un gobiemo tiene obligación absoluta de devolver en obra que tanto falta, todo lo que los ciudadanos aportamos de nuestra riqueza.

Si no hizo esa obra, entonces que se bajen los impuestos y así los ciudadanos tendrán en sus manos recursos, que de seguro serán usados mucho más productivamente, comprando, invirtiendo, produciendo, creando riqueza y no consumiéndolos, como sucede en manos del gobiemo, que tranquilamente incrementa su gasto corriente, pero disminuye el de inversión, es decir, la obra pública, y después nos asusta que gastar más puede causar inflación, pues que deje de gastar en gasto corriente, pero no en Ia inversión, que además de resolver carencias, genera riqueza, valores agregados, bienestar.

También dirán que esos excedentes están para poder resistir momentos difíciles en la política macroeconómica, siempre lo mismo, pero ¿y la microeconomía?, es decir, el pueblo, los obreros, los pequeños y medianos empresarios, que con nuestros impuestos hacemos parte de esa macroeconomía ¿Por qué a pesar de nuestros esfuerzos y sacrificios no podermos salir adelante?

Y ahora resulta que insensiblemente el gobiemo insinúa que quiere subir todavía más el IVA, del 15 al 18% o 20%, para que el Gobiemo tenga (según ellos) un superávit todavía mayor no se dan cuenta que va ha llegar el momento en que no va a haber quien consuma, pues todos seremos desempleados y aunque suban el IVA al 50%, no va a haber quien se los pague.

Lo peor que Ie puede pasar a un hombre, y desde luego a un pueblo, es decir, a la mayor parte de Ios ciudadanos, es perder la esperanza, pues ante esa perdida de esperanza, se vive triste, se matan afanes e inquietudes, y la creatividad de un pueblo irá desapareciendo.

Pero luego de hacer estas reflexiones, que pueden discutirse en cualquier foro, a los cuales los responsables no quieren someterse, tengo que decir a todos mis paisanos, a todos los mexicanos, que actuemos ya, que propongamos un "hasta aquí" a los excesos sexenales, que si a ellos no les importa México, a nosotros sí que NO PODEMOS PERDER LA ESPERANZA, QUE TENEMOS QUE HACER CAMBIAR, CON ENERGIA, PERO CON ORDEN, SIN TEMORES. BASTA YA DE MIEDOS, SOMOS UN PUEBLO GENEROSO QUE PUEDE HACER BIEN LAS COSAS, pero tenemos que lograr que los gobemantes cumplan con lo que son: "mandatarios", es decir, los que deben hacer lo que los "mandantes" quieren, y los "mandantes" es el pueblo de México.

Ya es tiempo de que, en lugar de pedirle al pueblo que se sacrifique más, sea el gobiemo el que se sacrifique, porque nosotros los diputados nos debemos al pueblo y no al gobiemo.

Por eso compatriotas actuemos ya, porque vamos a ¿perder la esperanza?... Eso Nunca!