Carta de un diputado: El elemento se llama desconfianza

Los acontecimientos que impactaron los mercados financieros el pasado viernes 3 de noviembre no fueron gratuitos. Alguien los pensó, los planeó y los puso en práctica. Obviamente no aparece el culpable, pero en el fondo, el juicio que nos deja es que dentro de los acontecimientos que nos tendrán que conducir a la reforma del estado mexicano, nos encontramos en la etapa más critica, más difícil y por lo tanto la más peligrosa.

EI pasado mes de febrero un "rumor" similar que nació de un boletín de prensa de la casa de Bolsas Interacciones, propiedad de Carlos Hank González, tuvieron como resultado que los mercados se desplomaran y el dólar alcanzara casi Ios 8 por 1. Hoy el Sr. Hank González sigue campante en sus prósperos negocios.

Ahora, el "rumor' vino del extranjero, de la agencia informativa AP-Dow Jones misma que tiene como miembro en su consejo editorial al Expresidente Carlos Salinas de Gortari. Dos eventos con características similares pero con los mismos efectos devastadores para la economía.

En teoría nuestro país había logrado una posición económica envidiable; las finanzas públicas estaban en vías de ser saneadas definitivamente, se había concretado la privatización de la economía, nos habíamos incorporado a los procesos globalizadores y las reservas del Banco Central aumentaban día con día. EI último informe de Carlos Salinas de Gortari fue un resumen de este optimismo y la propaganda oficial lo machacó en forma notable.

¿A quién beneficia este tipo de acontecimientos? Pudiera ser a los Estados Unidos que quisieran debilitar a su socio comercial (algo totalmente posible), pero calcularon muy mal y ahora el costa ha sido altísimo para poder apoyar a su socio en desgracia, lo que además produjo un efecto en cascada (el famoso efecto "tequila") en las economías latinoamericanas e incluso en otros continentes. Por lo pronto, no se ve como conseguirá reelegirse Clinton, ni como podrá cerrar la lIave de los recursos para aliviar la economía mexicana, aunque de todas formas es más barato que aceptar una migración masiva de mexicanos a los Estados Unidos.

En segundo lugar, otro beneficiario de la turbulencia mexicana puede ser alguien "de casa" y aquí las sospechas recaen en la vieja clase política, Carlos Salinas o Manuel Camacho. Respecto al expresidente son de sobras conocidos sus afanes continuistas y hoy podemos conocer la razón de por qué dejó fuera a Manuel Camacho. EI representaba un proyecto diferente y por eso optó por Colosio y después por Zedillo aunque la continuidad se hizo trizas desde hace tiempo.

Para Camacho, este cuenta con una amplia red de contactos y relaciones, amen de las alianzas que fue entretejiendo estos años. Si alguien cuenta con un proyecto alternativo al PRI, es Manuel Camacho Solís.

Pero el "rumor" más serio de las últimas semanas es la inconsistencia tan grave del gobierno federal al anunciar acontecimientos decisivos, para después dar marcha atrás. Por otro lado también el anunciar aumento de precios a la gasolina y al día siguiente aparecer en todos los diarios que PEMEX lIeva 77 mil millones de nuevos pesos de utilidad en los primeros nueve meses del año. Aumentos igualmente a la luz y al teléfono y ambas empresas reportan utilidades bastante grandes en los meses transcurridos de este año.

Todo esto porque se pretende mantener los precios de productos y servicios a niveles internacionales, sin embargo los salarios de los mexicanos no están ni remotamente a niveles internacionales.

Todo lo anterior produce el efecto de un "rumor" porque el pueblo mexicano, capta que el gobierno federal dice una cosa y actúa de otra forma, anuncia una medida y al poco tiempo da reversa. EI elemento esencial de esta política o más bien despolítica es que el pueblo mexicano se encuentra descontrolado, el elemento esencial que está perdido y que urge encontrar, se llama confianza.

Es urgente que los mexicanos manifestemos nuestra confianza en la unidad nacional y nuestro compromiso con las instituciones de la República, dentro del orden constitucional, en un golpe de estado TODOS saldríamos perdiendo, porque no sólo es quitar al Ejecutivo, sino tambien el Poder Judicial, Legislativo y todas las garantías individuales, "hasta nuevo aviso".